Oposición teme que semana laboral reducida frene la consulta sobre Maduro
Nada más anunciar el Consejo Nacional Electoral de Venezuela que estaba listo el formulario para tramitar un plebiscito sobre el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, la oposición mostró su cara más jubilosa en varias semanas. Fue una alegría momentánea. Poco después, el Ejecutivo comunicó que las oficinas del Estado trabajarían dos días a la semana, y las dudas reaparecieron. Con la nueva jornada laboral, la auditoría de las firmas que avalarían la petición de referéndum revocatorio puede tardar mucho más de lo previsto por los opositores.
La prolongada sequía mantiene a punto del colapso a la principal central hidroeléctrica de Venezuela, ubicada en el sur del país, y que genera el 70% de la electricidad que se consume. En un esfuerzo por reducir el consumo hasta la próxima temporada de lluvias, que comienza en un mes, el Ejecutivo ha limitado la semana laboral a lunes y martes durante, al menos, los próximos 15 días.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) también acatará ese horario reducido para revisar las 197.978 firmas -1% del padrón electoral- que presentará la oposición como primer paso del pedregoso camino hacia el fin anticipado del Gobierno de Maduro.La oposición tiene razones para recelar. Si el referéndum revocatorio tiene lugar después del 10 de enero de 2017 y cuenta con apoyo mayoritario, sería el vicepresidente quien asumiría automáticamente el poder. Si se celebra antes, en cambio, habría convocatoria de elecciones.
Con la nueva semana laboral, lo que podría ser un trabajo de una semana aumentaría a casi tres si se observa con rigor el nuevo horario. El CNE tiene hasta cinco días hábiles para auditar las rúbricas que una asociación de ciudadanos presentará para solicitar la remoción de Maduro. Esa certeza ha obligado a la oposición a trabajar a marchas forzadas.
Aun cuando las instrucciones entregadas por el Poder Electoral conceden 30 días para reunir las firmas, el gobernador del Estado de Miranda y excandidato presidencial, Henrique Capriles Radonski, ha prometido que en tres días cumplirán con el requisito. “El lunes, primer día hábil de la semana próxima, entregaremos las planillas”, aseguró el excandidato presidencial a la emisora Unión Radio.
La oposición debe conseguir el 1% del padrón electoral en los 24 Estados del país, pero sobre todo debe ocuparse de que las personas que firmaron corroboren sus datos cuando el CNE lo requiera. Si la persona no se presenta, su firma no se tomará en cuenta en la suma final. Y si en algunas de las regiones no se alcanza el 1% del padrón las autoridades electorales podrían concluir el proceso .El tiempo apremia para que haya un cambio de régimen la oposición debe asegurarse primero que el plebiscito se efectúe a finales de año como muy tarde. “No tiene sentido que el revocatorio se celebre el año que viene”, afirmó Capriles en el programa de radio. Si esto ocurre y Maduro es removido del cargo, el vicepresidente deberá gobernar hasta enero de 2019. “A Maduro nunca le ha gustado trabajar. Si por él fuera decretaría hasta diciembre como no laborable, pero en este caso para evitar el revocatorio. No podrá”, escribió Capriles en Twitter después de escuchar el anuncio sobre la jornada reducida.
Toda la oposición dejó de lado sus diferencias sobre el modo de enfrentar la crisis. Voluntad Popular, el partido de Leopoldo López, quien lleva 26 meses en prisión, convocó a los capitalinos para sumarse a un esfuerzo que no han abanderado, pero que apoyan como una de las formas de impedir que el chavismo siga hasta 2019 en el poder. Lo dijo la esposa de López, Lilian Tintori, al llegar a estampar su autógrafo: “Es el paso que nos acerca a la libertad de Venezuela”.