
El 25º Foro de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) se celebró el domingo 31 de agosto y el lunes 1 de septiembre en Tianjin, en el norte de China.
Este formato es parte de la puesta en escena del renacimiento chino que desea el Partido Comunista, que se enorgullece de haber puesto fin al «siglo de humillaciones» que precedió a su llegada al poder en 1949.
Debido a las numerosas concesiones extranjeras que albergó durante mucho tiempo, la ciudad portuaria de Tianjin fue uno de los símbolos del dominio occidental sobre el país.
Además de los jefes de Estado y de gobierno de los diez países miembros permanentes de la OCS —Bielorrusia, China, India, Irán, Kazajistán, Kirguistán, Uzbekistán, Pakistán, Rusia y Tayikistán—, también estuvieron presentes unos quince dirigentes de países socios —entre ellos Egipto, Malasia y Turquía— y el secretario general de la ONU, António Guterres.
Vladimir Putin, cuya visita a China durará cuatro días —su salida más larga fuera de Rusia desde el inicio de la invasión de Ucrania—, aprovechó la ocasión para mostrar su «amistad sin límites» con Xi Jinping.
Para China, el Foro de Tianjin fue una oportunidad para intentar sacar partido del repliegue unilateralista de Estados Unidos y de los disturbios planetarios provocados por la guerra comercial global impulsada por Donald Trump. En este contexto agitado, Pekín busca posicionarse como una potencia alternativa responsable, garante de un orden mundial más justo, más estable y menos moralista.
En malos términos con China desde los mortíferos enfrentamientos fronterizos del verano de 2020, la India de Modi sufrió este verano un fuerte aumento de los aranceles sobre sus exportaciones a Estados Unidos, con el pretexto de que compra petróleo a Rusia. La participación del primer ministro Narendra Modi en el Foro de Tianjin fue objeto de especial atención tras el espectacular acercamiento diplomático entre ambos países este verano. La primera visita de Modi a China en siete años fue una oportunidad para mostrar a la Casa Blanca una nueva proximidad entre el líder indio, Vladimir Putin y Xi Jinping.
Al lograr reunir a los líderes de países que van desde las costas del Pacífico hasta Asia Central, pasando por Medio Oriente, China demuestra los avances de su política de integración del espacio euroasiático. Un proceso iniciado hace mucho tiempo a través de la Iniciativa de las Nuevas Rutas de la Seda y que Pekín considera que puede constituir un contrapeso a la hegemonía estadounidense.
La declaración de Tianjin, firmada conjuntamente por los jefes de Estado y de gobierno de los diez Estados miembros de la OCS, ofrece una buena visión general de los contornos del orden mundial alternativo que promueve activamente el eje sino-ruso a través de organizaciones internacionales como la OCS, pero también los BRICS.
El texto completo de la declaración de los países de la OCS en el Especial de dat0s mañana jueves 4 septiembre.