En Argentina se viven momentos de preocupación e incertidumbre: si el gobierno no logra alcanzar un acuerdo antes del miércoles con los fondos de inversión que le reclaman el pago total de sus bonos soberanos, volverá a caer en una cesación de pagos o default técnico.
Existe una visión casi unánime entre los especialistas sobre los daños que este escenario podría causar para el país sudamericano, que verá aún más restringido su acceso al crédito externo y podría entrar en una nueva crisis económica, con un agravamiento de su recesión y un alza de la inflación, que ya es una de las más altas del mundo.
Pero no todos lamentarían un eventual default argentino.
También hay quienes saldrían beneficiados si el país se ve nuevamente imposibilitado de pagarle a sus acreedores, incluso si esta vez la falta de pago se da como consecuencia de un fallo de la justicia de EE.UU. y no por decisión del gobierno, como ocurrió en 2001.
Los principales ganadores, si se confirma la cesación de pagos, serán quienes posean seguros contra default (credit default swap o CDS, por sus siglas en inglés), que se activarán no bien la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA, en inglés) confirme la situación de Argentina.
Se desconoce con exactitud quiénes y cuántos serán estos beneficiados, ya que los CDS son contratos entre privados.
“Los emiten los bancos, no tienen una Bolsa y se trata de un mercado muy oscuro y poco transparente”, le dijo a BBC Mundo Eduardo Levy Yeyati, director de la consultora financiera Elypsis.
Muchos en Argentina creen que los “fondos buitre” que demandaron al país y podrían llevarlo al default, poseen estos seguros, por lo que obtendrían una ganancia incluso si el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se niega a pagarles los cerca de US$1.500 millones que reclaman por sus bonos.
Pero lo cierto es que es imposible saberlo, debido a lo secreto de estas transacciones.
Otros beneficiados
Otros posibles beneficiados en caso de un default argentino podrían ser los acreedores que deseen “acelerar” el cobro completo de sus bonos, en vez de esperar a que venzan en varios años.
Esto sería posible por las reglas de los dos canjes de deuda que Argentina realizó en 2005 y 2010, y que le permitió acordar con el 92,4% de sus bonistas.
En caso de una cesación de pagos, los tenedores de cualquiera de los bonos emitidos por Argentina bajo ley extranjera tienen derecho a pedir un inmediato adelantamiento de los pagos de sus papeles. Para ello, solo se requieren que el 25% de los bonistas esté de acuerdo con esa exigencia.
El diario argentino La Nación informó hace unos días que hay fondos de inversión que “compraron bonos argentinos para pedir su cobro anticipado si el país cae en una cesación de pagos”.
“Ante lo que consideran un default inevitable, muchos bonistas grandes apuestan a la aceleración (o cobro anticipado) de los bonos que el país está pagando regularmente”, señaló el periodista Martín Kanenguiser.
Kanenguiser acusó a un grupo afín al gobierno de estar detrás de esta maniobra, algo que fue duramente rechazado por ese fondo.
Según la consultora Elypsis, cerca de US$30.000 millones de la deuda externa argentina (es decir, más de un tercio del total) podría ser “acelerada” si los bonistas así lo quisieran.
Algunos analistas económicos en Argentina creen que en particular los tenedores de los bonos Par podrían pedir este adelantamiento, ya que estos papeles vienen exhibiendo una demanda sostenida, a diferencia de los otros bonos que han sufrido caídas en los últimos meses.
“Se trata de un bono barato y con un vencimiento muy largo, por lo que es probable que los tenedores pudieran querer anticipar su cobro”, dijo Luciano Cohan, economista jefe de Elypsis.
Futuro incierto
Henry Weisburg, experto en deuda soberana del estudio de abogados Shearman & Sterling, con base en Nueva York, le dijo a BBC Mundo que es imposible saber cuántos acreedores podrían querer el pago anticipado de sus bonos.
No obstante, señaló que el proceso de aceleración requeriría una complicada serie de pasos legales que podrían disuadir a los bonistas, en especial si Argentina normaliza sus pagos de deuda en 2015, como ha prometido el gobierno de Fernández.
Además, si se pidiera un adelantamiento de los pagos, se descuenta que Argentina abriría un nuevo canje de deuda para hacer frente a los reclamos, algo que tampoco conviene a muchos.
Por eso para Weisburg los claros “ganadores” en caso de un default serán quienes tienen CDS y quienes hayan vendido deuda argentina, con la intención de recomprarla a menor precio tras la cesación de pagos.
Indirectamente, ciertos grupos en Argentina -en particular los exportadores- también podrían salir bien parados si un default genera una nueva devaluación del peso.
Sin embargo, pocos dudan que si efectivamente se declara una cesación de pagos este miércoles, quienes salgan perjudicados superarán con creces al pequeño grupo que se beneficiará.