Expertos creen que Moscú se está preparando para una nueva ofensiva antes del primer aniversario de la invasión de Ucrania el 24 de febrero.
La decisión de los socios de la Otan –Alemania y Estados Unidos (principalmente)- de enviar a Ucrania armas más peligrosas y modernas para ganar posiciones en el conflicto militar que se desató hace casi un año, deja varias lecturas abiertas sobre el conflicto. El presidente ruso Vladimir Putin podría estar listo para entrar en una guerra frontal antes del primer aniversario de su invasión el 24 de febrero. La prensa occidental levanta sospechas de que la idea del líder ruso “agobiado y perdedor” es restaurar la “Cortina de Hierro”, después de que su país comenzara a planear un “nuevo ataque preventivo” en Ucrania.
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El presidente ruso tiene como objetivo invadir definitivamente tanto a Ucrania como a Moldavia, y luego a Europa del Este para restablecer una Cortina de Hierro al estilo de la Guerra Fría en todo el continente, según el profesor de la Escuela de Ciencias Económicas y Sociales de Moscú, Grigory Yudin.
“Debemos liberarnos de la ilusión de que se trata de una guerra entre Rusia y Ucrania desde el punto de vista de los líderes (del Kremlin)”, ha dicho Yudin en una entrevista. “El liderazgo ruso no cree que Ucrania exista. Es imposible luchar contra lo que no existe. (Para ellos) la guerra en Ucrania es realmente contra Occidente”.
Según Yudin, Putin estaría planeando que la Otan sea expulsada de países como Polonia y Lituania, que alguna vez estuvieron formaron parte de la exUnión Soviética, o en su esfera de influencia. Invadir Moldavia también está en los planes rusos, dijo.
Al predecir la preparación de Putin para una ‘gran guerra’, dijo: “Todavía no pueden alcanzarla debido a que no están técnicamente preparados. Pero Moldavia está allí (en los planes) sin ninguna duda”. Yudin remarcó que, si el liderazgo ruso continúa de acuerdo con su escenario, “inevitablemente veremos la guerra en todos estos territorios (de Europa del Este), y posiblemente incluso más allá“. Es una guerra que, dice, “fue considerada inevitable durante mucho tiempo por el liderazgo político y militar ruso”.
Si bien los partes de la prensa internacional advierten que los mandos castrenses rusos están horrorizados ante la demanda de Putin, lo evidente es que el horror está instalado entre los líderes occidentales del acuerdo del Tratado del Atlántico Norte (Otan) que temen que Putin ponga en marcha una nueva ofensiva militar múltiple en Ucrania.
Es por eso que Rusia prepara una ofensiva frontal con el objetivo de ganar la guerra.
Rusia está dispuesta a ganar
En coincidencia con las versiones de los expertos, Oleksiy Danilov, secretario del consejo de defensa y seguridad nacional de Ucrania, dijo que Rusia “está preparando para la activación máxima y creen que para el aniversario deberían tener algunos logros”.
“No es ningún secreto que se están preparando para una nueva ola para el 24 de febrero, como ellos mismos dicen”, dijo. Solo unos días atrás, el Kremlin denunció la “implicación directa” de Occidente en el conflicto en Ucrania, después de que varios países europeos y Estados Unidos anunciaran que entregarán decenas de tanques a Kiev.
“En Moscú, consideramos esto como una implicación directa en el conflicto, y vemos que (esta implicación) crece”, afirmó el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
“A ninguno de los miserables se le ocurre sacar la siguiente conclusión elemental: que la pérdida de una potencia nuclear en una guerra convencional podría provocar una guerra nuclear”, dijo por su parte el expresidente Dmitry Medvedev
Medvedev advirtió sin tapujos que, si Rusia era derrotada en Ucrania, se desencadenaría una guerra nuclear con Occidente: “Las potencias nucleares no han perdido grandes conflictos de los que depende su destino. Y esto debería ser obvio para cualquiera”, afirmó.