Rusia y China instan a Corea del Norte a cesar sus lanzamientos de misiles

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Foto: SERGEI ILNITSKY / EFE

Rusia y China apelaron este martes a Corea del Norte a instaurar una “moratoria” sobre sus pruebas nucleares y lanzamientos de misiles, y a Estados Unidos a que cesen sus ejercicios militares, para bajar la tensión. Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y China, Xi Jinping, que se reunieron este martes en Moscú, acordaron promover una iniciativa común para arreglar el conflicto coreano, que incluye la congelación del programa armamentístico de Corea del Norte y de las maniobras de gran escala de EE UU y Corea del Sur.

Los dos países “piden a todas las partes moderación y renunciar a los actos provocadores y a la retórica guerrera”, indicaron sus respectivos ministerios de Relaciones Exteriores en un comunicado común, tras un encuentro en el Kremlin entre Putin y Xi Jinping. “Paralelamente a eso, las partes deberían iniciar negociaciones y afirmar los principios generales de sus relaciones, incluida la prohibición del uso de la fuerza, el rechazo a la agresión y la coexistencia pacífica” explicó el comunicado.

Además, insistieron en que el despliegue del escudo antimisiles norteamericano en la región del sureste de Asia “representa un grave perjuicio para los intereses de seguridad estratégica de los países de la región, incluidos Rusia y China”.

“Las preocupaciones de Corea del Norte deben ser respetadas. Otros países deben realizar esfuerzos para la reanudación de las negociaciones, crear conjuntamente una atmósfera de paz y de confianza mutua”, dijeron.

Corea del Norte anunció este martes el lanzamiento de su primer misil balístico intercontinental, un hito en el programa armamentístico del régimen comunista, aunque Rusia aseguró seguidamente que el cohete era de alcance medio. Moscú y Pekín expresaron “su profunda preocupación por el anuncio del lanzamiento”, que consideran un hecho “inadmisible”, ya que se contradice con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

Pyongyang dispone de un pequeño arsenal atómico y busca dotarse con misiles intercontinentales (ICBM) para alcanzar el territorio estadounidense, frente a lo que define como amenaza de una invasión de los 28.000 soldados que tiene desplegados Estados Unidos en Corea del Sur.