El alto costo de vida está llevando a la gente a las calles para protestar, en especial contra el alarmante aumento de precios de los productos básicos.
La BBC ha mapeado todas las manifestaciones reportadas por el alza en el precio del combustible desde enero de 2021, y ha encontrado un gran aumento de las protestas en lo que va corrido de este año.
El precio del combustible afecta muchos aspectos de la vida diaria: viajes personales y transporte de productos, que a su vez pueden hacer subir el precio de los alimentos y de la energía.
En todo el mundo, los manifestantes han pedido un cambio. Han exigido que la gasolina sea más asequible o que esté disponible de forma permanente. Se han manifestado con protestas pacíficas y con ataques a los gobiernos.
Al analizar datos sobre manifestaciones en todo el mundo, recopilados por Proyecto de Datos de Eventos y Ubicación de Conflictos Armados (ACLED por sus siglas en inglés), la BBC estableció que entre enero y septiembre de este año, más de 90 países y territorios salieron a las calles para protestar por el precio o la disponibilidad del combustible.
En un tercio de esos países no se habían presentado protestas en 2021. España, por ejemplo, no tuvo manifestaciones por los precios del combustible en 2021, pero sí reportó 335 manifestaciones individuales en marzo de este año.
Ningún continente se ha mantenido libre de protestas por el combustible en los últimos nueve meses.
En Indonesia ha habido más de 400 manifestaciones por la gasolina en lo que va del año, en comparación con sólo 19 en 2021.
En Italia, por su parte, se han presentado más de 200 en los primeros ocho meses de 2022 en comparación con solo 2 el año pasado. Y en Ecuador, la asombrosa cifra de más de 1.000 protestas por el combustible sólo en el mes de junio.
Al analizar el patrón global de las protestas, Henry Wilkinson, director de inteligencia de Dragonfly, un servicio de seguridad e inteligencia, dice que lo que le sorprende es dónde se presentan.
“Lo que es inusual esta vez es que estamos viendo protestas en lugares que normalmente no son propensos a ellas. La guerra en Ucrania ha tenido un enorme y desproporcionado impacto. Una resolución del conflicto aliviaría significativamente la crisis global”, dijo.
¿Es Ucrania la única razón del aumento del precio?
La respuesta es no. Hay tres razones clave que impulsan el alza del precio mundial del combustible.
La primera es el petróleo crudo: era más barato al comienzo de la pandemia por coronavirus, muchas empresas cerraron temporalmente y la demanda de energía colapsó. Pero a medida que la vida volvió a la “nueva normalidad” y la demanda de energía aumentó, los proveedores lucharon por mantenerse al día con la demanda y, por tanto, los precios aumentaron.
La segunda es que el dólar estadounidense está en su punto más alto frente a la libra, el euro, el yuan y el yen. El aceite utilizado para fabricar gasolina se paga en dólares estadounidenses, así que una moneda local débil frente al dólar encarece aún más el combustible.
La tercera es el conflicto entre Ucrania y Rusia que ha llevado a muchos países a prohibir las importaciones de petróleo ruso y, por lo tanto, ha aumentado la demanda de otros productores, lo que ha llevado a precios más altos.
Del colapso económico al político
De los 91 países y territorios que han experimentado disturbios civiles por los precios del combustible, fue Sri Lanka la que ocupó los titulares internacionales, a principios del año, luego de que las protestas masivas pusieran de rodillas al gobierno y finalmente derrocaron al ex presidente Gotabaja Rajapaksa.
Con una de las inflaciones más altas de Asia, los habitantes de Sri Lanka todavía enfrentan una crisis del costo de vida a medida que el precio del combustible, los alimentos y las medicinas continúa aumentando.
Wimala Dissanayaka, de 48 años, vendedora de verduras en un suburbio de clase alta de Colombo, capital de Sri Lanka, dice que su familia ahora vive al día.
“Los precios de todo se han disparado. Nuestro costo de vida está aumentando, pero nuestros ingresos no han cambiado.
“Tengo tres hijos y las tarifas del autobús han aumentado tan drásticamente que ahora cuesta 100 rupias (US$0,27) por niño para ir a la escuela. Entonces, son 600 rupias (US$1,65) para los tres todos los días”.
Wimala dice que ya no puede permitirse el lujo de llenar su pequeño camión con gasolina para llevar sus productos hacia y desde el mercado. En cambio, tiene que arreglárselas en el transporte público o compartir montacargas con otros proveedores.
“Los precios son muy caros, mis clientes no quieren gastar mucho. La gente que antes compraba 500 gramos o un kilo de verduras ahora pide 100 gramos o 250 gramos. Y los que antes venían en carro o moto ahora llegan caminando o usando una bicicleta de empuje”.
Sin final a la vista
Mientras los gobiernos de todo el mundo se esfuerzan por encontrar soluciones a las crisis económicas de sus países, las protestas por los alimentos y el combustible continúan. Pero para algunos, tiene un alto costo.
En los últimos nueve meses, según una investigación original de la BBC, más de 80 personas han perdido la vida debido a las protestas por el costo del combustible. Incluyendo manifestantes de Argentina, Ecuador, Guinea, Haití, Kazajstán, Panamá, Perú, Sudáfrica y Sierra Leona.