Somos un país que está a la deriva: jefe del Ejército de Brasil

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Foto: REUTERS

El General Eduardo Dias da Costa manifestó su preocupación por la situación que se vive en un país golpeado por los altos niveles de violencia en las calles y prisiones. “No queremos que el uso de las Fuerzas Armadas interfiera en la vida de la nación”, señaló

Eduardo Dias da Costa Villas Boas, máximo jefe del Ejército de Brasil, definió la situación actual de su nación con una fuerte declaración: “Somos un país que está a la deriva”, dijo en la entrevista que publicó este viernes el portal Valor Económico.

El militar de 66 años, 50 de ellos dentro del Ejército brasileño, hizo referencia también a la seguridad y al crecimiento de una violencia inusitada, tanto en las calles como en los penales.

Los sangrientos motines -con decenas de muertos en los primeros días del año- en distintos estados del país; y la violencia en las calles de Espirito Santo y Río de Janeiro, hablan por sí solas. La situación se tornó tan crítica que fue necesario el ingreso de las Fuerzas Armadas en lugares donde no estaban acostumbrados a estar.

“(Así) nos lastimamos. Estamos nivelando para abajo respecto a los parámetros éticos y morales. Somos un país sin un mínimo de disciplina social”, afirmó el comandante del ejército. Y agregó: “Somos un país que está a la deriva, que no sabe lo que quiere y lo que debería ser”.

El militar fue contundente al ser consultado sobre la presencia del Ejército en las calles, ante la crisis en la policía: “No queremos que el uso de las Fuerzas Armadas interfiera en la vida de la nación. Es un trabajo que las Fuerzas Armadas no pueden resolver”.

“Nuestra acción está destinada a crear las condiciones para que otras ramas del gobierno puedan adoptar luego medidas económicas y sociales para cambiar esta realidad”, señaló.

En la semana en que varios sectores -incluyendo los fiscales- expresaron su temor frente a los ataques contra la operación Lava Jato, el comandante la defendió: “Es la gran esperanza que se produce en el país. Sin un cambio en el aspecto ético se golpearía nuestro núcleo y se deteriorarían nuestros valores”.

Los datos en materia de seguridad pública en Brasil son alarmantes: mueren cerca de 60 mil personas asesinadas por año, casi 20 mil desaparecen cada año y 100 mujeres son violadas cada día.

La Policía estima que alrededor del 80% de los delitos está directa o indirectamente vinculado a las drogas. “¿Qué está pasando? La seguridad pública es responsabilidad de los Estados y es lo que tanto hace falta aquí”, concluyó Dias da Costa.