¿Tenía el Papa Francisco una fortuna? ¿Qué pasa con los bienes de un pontífice?

Por Veja con edición dat0s
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Foto: Alberico Bartoccini na Unsplash

Comprenda qué sucede con el patrimonio de un Papa después de su muerte y quién puede heredarlo.

En un mundo en el que prevalece lo material ante la espiritualidad del tiempo, cabe pregunta si Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco tiene una fortuna acaudalada tras 12 años en el Vaticano. Al contrario de lo que uno podría imaginarse de alguien que dirige una institución milenaria con activos multimillonarios, Francisco termina su carrera sin dejar una fortuna, al menos no en el sentido material del término.

Francisco vivió bajo los votos de la Compañía de Jesús, una orden religiosa fundada en el siglo XVI que exige a sus miembros renunciar a la propiedad privada. Cuando se unió a los jesuitas, siendo todavía joven, Bergoglio se comprometió a vivir la pobreza como principio de vida. Esta elección marcó no sólo su trayectoria personal, sino también su desempeño como Papa. Desde su elección en 2013, rechazó los lujos del cargo: rechazó los espaciosos apartamentos papales y prefirió vivir en Casa Santa Marta, una modesta residencia dentro del Vaticano donde también almorzaba con empleados y mantenía una rutina espartana. Su papado se caracterizó por la austeridad, la cercanía a los pobres y la crítica abierta al capitalismo desenfrenado.

Pero a pesar de todo esto, la pregunta sigue siendo: ¿puede un Papa dejar una herencia?

La respuesta es sí, técnicamente. Aunque los líderes de la Iglesia son figuras religiosas, siguen siendo ciudadanos con derechos legales. Pueden poseer cuentas bancarias, activos adquiridos antes de la elección papal, derechos de autor de obras publicadas e incluso propiedades heredadas de la familia. Sin embargo, todo lo que un Papa recibe o produce mientras está en el cargo –incluyendo las ganancias procedentes de libros y entrevistas– tradicionalmente se devuelve a la Iglesia. La distinción entre bienes personales y bienes del Vaticano es fundamental. Es posible, por ejemplo, que Francisco recibiera regalías por libros escritos antes de 2013, pero difícilmente habría acumulado ingresos significativos después de asumir el pontificado.

La práctica de dejar testamento también existe entre los Papas. Aunque rara vez se hacen públicos, estos documentos orientan el destino de cualquier patrimonio personal.  Francisco podría haber designado como beneficiarios a su única hermana viva, María Elena Bergoglio, a sus sobrinos –o a instituciones religiosas y sociales vinculadas a la Iglesia–. En casos como el suyo, con votos jesuitas, es incluso posible que la propia orden fuera nombrada heredera de los bienes restantes.

El Vaticano, por su parte, mantiene una discreción casi absoluta cuando se trata de los bienes papales. La atención institucional recae en el duelo, los funerales y, posteriormente, el cónclave para elegir al nuevo pontífice. Los problemas de activos se resuelven entre bastidores, lejos del escrutinio público.