Thule los nazis y los terroristas sanguinarios
Se trata de un símbolo que hasta el día de hoy lleva un velo de misterio y se relaciona con muchas organizaciones, en su mayoría de la derecha extrema, nacionalista y satanista.
Este símbolo se relaciona con los principios nacistas a pesar de que los antropólogos e historiadores mencionan su aparición desde los comienzos de las primeras civilizaciones en el Medio Oriente y diferentes lugares de la antigua Grecia, Germania, la cultura Eslava y Celta. La diferencia es que en estas antiguas culturas el mismo símbolo representó la buena suerte y esperanzas de una vida positiva.
Los historiadores revelan que Hitler encontró un partido político diminuto y algo patético llamado Partido Obrero Alemán (Poa) retoño de una sociedad secreta esotérica llamada la Orden Alemana (Oa) que era ferozmente nacionalista y antisemita. De esta orden salieron otras sociedades similares, incluyendo la infame Thule-Gesellschaft (Sociedad Thule) y la Logia Luminosa o Sociedad Viril (Luminous Lodge or Vril Society). Hitler era un miembro de ambas. Viril era el nombre dado por el escritor inglés, Lord Bulwer-Lytton a la fuerza en la sangre que él afirmaba, despierta a las personas a su verdadero poder y potencial para hacerse superhombres.
Los miembros de Viril estaban convencidos de su alianza con logias esotéricas misteriosas en Tíbet y uno de los supuestos “superhombres desconocidos” como el rey del miedo; Rudolph Hess, el lugarteniente de Hitler era un ocultista dedicado y un miembro, con Herman Goering, de la Sociedad Edelweiss, secta que creía en la raza superior nórdica.
El investigador alemán, Jan van Helsing, escribe en su libro, Sociedades Secretasdel Siglo XX, sobre cómo las sociedades Viril y Thule ya en 1919 creían que se estaban comunicando con extraterrestres a través de dos médiums conocidos como María Orsic y Sigrun, en una logia cerca de Berchtesgaden.
Dice el investigador que de acuerdo con documentos de Viril, estas canalizaciones eran transmitidas desde un sistema solar llamado Aldebarán, a 68 años luz en la constelación de Tauro donde dos planetas habitados constituían el imperio “Sumeran”.
Una de las sociedades secretas de la historia más reciente y menos investigada es la llamada Tule (germ. Thule). Se trata de una sociedad cuyos principios, códigos y comportamiento fueron la base de la construcción del régimen nacista y como uno de sus miembros más destacados Adolf Hitler.
Según las investigaciones existentes la sociedad Tule fue constituida por el ocultista alemán Barón Von Sebotendorf, como un brazo de la sociedad oculta “Germanenorden”. Algunas fuentes hablan de la constitución de esta orden secreta el año 1901 y como su fundador mencionan a Félix Naidner describiendo la organización extremadamente nacionalista.
Sea cual fuera el origen de Tula, funcionó desde sus principios para estudiar las raíces alemanas y su nombre fue sacado de la antigua Grecia que para los geógrafos griegos y romanos fue el punto del norte más lejano del océano Atlántico.
Según ellos Tula fue la Atlántida de la región Nórdica, isla de hielo, cuna de la rica y poderosa civilización, desaparecida bajo las frías aguas del Mar del Norte. Supuestamente, los sobrevivientes del cataclismo se ubicaron en tierras germánicas en el continente europeo.
Este supuesto hecho les dio a los miembros de la sociedad oculta Tule identidad con los pueblos teutónicos que el año nueve derrotaron las legiones romanas en el Bosque de Teutonburgo y se proclamaron herederos de la superrasa perdida. Esta historia fue el fundamento para los nacionalistas alemanes de los principios del siglo XX.
Esta organización comenzó muy rápidamente a hablar sobre sus principios y códigos así como relacionar sus actos con los elementos nacistas de la entonces Alemania.
Los fundadores de esta sociedad oculta publicaron el periódico “Volkischer Beobachter” (Observador del Pueblo) cuyos textos resaltaban las teorías nacistas y antisemitas. Ditrih Ekart y Alfred Rozenberg erán líderes de esta sociedad y creadores de la teoría de la raza Aria como la elegida de la antigua Tula; atletas, rubios y de ojos azules.
Uno de los fundamentos de esta teoría habla del derecho único de sus miembros de “ocupar el espacio de vida” a costa de otros pueblos “menos puros y menos importantes”.
Como todas las sociedades secretas, Tula tenía sus ritos específicos y de iniciación de modo que sus miembros tenían que demostrar la pureza de sus antepasados hasta la tercera generación.
Existen investigaciones que sus miembros practicaban ritos paganos. Desde la perspectiva de hoy, detrás de la mitología y esoterismo de Tula se estaba armando un proyecto político extremista nazi.
Uno de los detalles más llamativos de la sociedad oculta de Tula fue la cruz esvástica, símbolo que uno de sus miembros Fridrih Kron, propuso a Hitler para ser utilizado como el símbolo protector nazi.
Hitler lo adoptó y convirtió en el conocido símbolo nazi. Solo los más entendidos de esta sociedad secreta saben que von Sebotendorf es el autor del saludo “Sieg Heil” (Zig Hajl), la mano levantada para saludar a Hitler. En su lecho de muerte el año 1923, Ekart dejó claro que el mismo ha introducido a Hitler a los secretos de la teoría y doctrina que propagaban los miembros de Tula y sus formas que esta sociedad utilizaba para comunicarse con los “centros de poder oculto”.
Otra de las obsesiones de Hitler era la llamada Lanza del Destino, el arma que se alega que fue usada para perforar el costado de “Jesús” en la crucifixión. Robó lo que se afirmaba que era la lanza cuando los nazis anexaron Austria en 1938 y fue llevada a Nuremberg. La leyenda dice que quienquiera que tenga esta lanza y descifre sus secretos tendrá control del mundo para bien o mal.
La magia negra y las artes esotéricas saturaron todo lo que Hitler y los nazis hicieron, incluyendo el uso de péndulos sobre mapas para identificar las posiciones de las tropas enemigas. El símbolo del Sol Negro y la Esvástica original es lo que, en los términos esotéricos, representa la luz y la creación. Los nazis lo invirtieron para simbolizar la magia negra y la destrucción.
Refrescando al símbolo del Sol Negro, uno de los ideólogos nazi, Heinrih Himler, describe como la forma redonda; la mesa redonda y doce puntas, como los 12 caballeros, es decir 12 altos oficiales de las terroríficas tropas de la SS.