Trump al FBI: Son incapaces de frenar las filtraciones
Tras anunciarse la victoria de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, hubo quien apuntó con sorna que el problema no era que tuviera a su alcance el botón nuclear. El problema era que tenía en su mano un smartphone con un Twitter cargado. Este viernes, el foco de sus ataques ha sido el Buró Federal de Investigaciones (FBI), a quien acusó de ser “incapaz de detener las filtraciones de información clasificada a la prensa”, algo que, a su juicio, puede tener “un efecto devastador” para el país.
Las críticas de Trump al FBI son su respuesta a las informaciones dadas por la cadena CNN este jueves, cuando aseguraron que el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus, intentó sin éxito que la agencia desacreditara públicamente los supuestos contactos con Rusia de la campaña electoral de Trump. La petición de Priebus está relacionada con la noticia publica por ‘The New York Times’ según la cual varios asesores del exmagnate mantuvieron “reiterados contactos” con agentes de la inteligencia rusa durante el año previo a las elecciones presidenciales.
Pero no ha sido la única filtración que ha molestado al presidente Trump. Entre las que más le han irritado está sin duda la revelación de que Michael Flynn, exasesor de seguridad nacional, había conversado con Rusia sobre las sanciones impuestas a ese país y mentido al respecto al vicepresidente Mike Pence.
Los ataques públicos de Donald Trump al FBI comenzaron hace una semana, cuando declaró “la guerra a las filtraciones” alegando que se habían multiplicado desde su investidura el pasaso 20 de enero. “He encargado una investigación de esos actos criminales y los responsables pagarán un gran precio”, amenazó el presidente, quien además está preparando una reorganización de los servicios de inteligencia para ponerlos bajo el mando de uno de sus hombres de confianza.
Trump contra el mundo
Los tuits de Trump contra el buró fueron publicados momentos antes de su intervención en un acto en la Conservative Political Action Conference, donde volvió a ser el Donald de la campaña electoral que quiere cambiar el mundo, repitiendo aquello de que “el muro empezará a construirse antes de lo previsto” y que su política migratoria busca “dejar fuera a los malos”. “Desde que llegué al poder, las autoridades de inmigración están pillando delincuentes y mandándolos a tomar por…”, aseguró el presidente ante los aplausos de los asistentes, a quienes se les repartieron unas pequeñas banderitas de apoyo que se parecen a la enseña rusa.
Trump, quien aseguró que “millones de personas” se han unido al Partido Republicano desde las primarias gracias a él, ha prometido que “arreglará” todos los malos acuerdos comerciales y que no se dejará llevar por “consultores chupasangres”. “No hay sueño demasiado grande, ni objetivo demasiado ambicioso. Somos americanos y el futuro nos pertenece”.
Por otro lado, Trump ha aprovechado para firmar una nueva orden ejecutiva para reducir las regulaciones empresariales y aseguró que “vamos a dejar de castigar a las empresas para hacer negocios en los Estados Unidos”. Con esa medida se crearán grupos de trabajo que evaluarán las normas federales y recomendarán si deben mantenerse, derogarse o actualizarse.
La prensa, siempre en medio
También los medios de comunicación se colaron en el discurso del presidente, quien aseguró no estar “en contra de la prensa, sino en contra de la prensa que inventa mentiras”. Basándose en que “no tienen fuentes y simplemente se inventan los temas”, Trump ha deslizado que los periodistas deberían revelar sus fuentes para poder trabajar. Además, ha prohibido a los medios CNN, Politico, LA Times y ‘The New York Times’ acudir a su próxima rueda de prensa.
El presidente echa así más leña al fuego tras declarar recientemente que “la prensa es enemiga del pueblo”. Por su parte, ‘The New York Times’ ha decidido contestar a los ataques del presidente y ha preparado un anuncio que se emitirá durante la gala de los premios Oscar el próximo 26 de febrero, en el que todas las frases empiezan por “la verdas es” y recuerdan las declaraciones que ha hecho Trump en los últimos meses.
El amor-odio entre el FBI y el despacho oval
Harry Truman, Dwight D. Eisenhower, John F. Kennedy, Richard Nixon… Todos ellos tienen algo en común con Donald Trump: se sentaron en el sillon presidencial y tuvieron sus más y sus menos con los servicios de inteligencia estadounidenses. Les tocó enfrentarse al primer director del FBI, John Edgar Hoover, quien atesoraba carpetas con información clasificada de los mandatarios para asegurarse así que a ninguno se le ocurría despedirle.
Todos han criticado en alguna ocasión el trabajo del FBI, si bien no con tanta dureza como Donald Trump. Entre ellos su antedecesor en el cargo, Barack Obama, quien mostró su descontento con la decisión de James Comey, director de la agencia, de revisar los emails de la candidata demócrata, Hillary Clinton.