Trump, Mister President: el discurso racista llega a la Casa Blanca
A partir de hoy, el mundo deberá acostumbrarse a esto, al menos, hasta 2020: Donald John Trump, presidente de los Estados Unidos de América.
De acuerdo al conteo de VICE News, a las 02:37 de la mañana de este 9 de noviembre, hora de Nueva York, el candidato republicano acumuló los 270 votos que necesitaba para convertirse en el 45º mandatario de su país y dejar en el camino a Hillary Clinton, la candidata demócrata que lideró todas las encuestas durante la campaña, hasta el día más importante de su carrera política.
Trump, que con sus 70 años será el presidente de mayor edad en ejercer su primer mandato, sobrevivió a una campaña amarga y polarizada que se concentró mayormente en el carácter de los candidatos.
Minutos después, la cadena CNN informó que la candidata demócrata habría hablado por teléfono con Donald Trump para reconocer su derrota y felicitarlo por su sorpresiva victoria.
Trump desafió a todas las encuestas y conquistó, estado por estado, un plan casi imposible de lograr: ganar estados clave como Florida, Ohio, Carolina del Norte, Iowa, Pennsylvania, entre otros. El peor escenario que podía enfrentar el Partido Demócrata se empezó a materializar conforme se contaron los primeros votos y el paso de las horas confirmaba la victoria del magnate de bienes raíces.
Su discurso xenófobo, misógino, racista e islamófobo le ayudó a cosechar cerca de 59,9 milones de votos, frente a los aproximadamente 55,9 millones de su rival, quien no pudo capitalizar la popularidad del presidente Barack Obama para convertirse en la primera mujer en llegar a la Oficina Oval de la Casa Blanca.
“Gracias, muchas gracias. Perdón por mantenerlos esperando. Un asunto complicado, complicado…”, fueron las primeras palabras de Trump, presentado por su compañero de campaña, Mike Pence, como “presidente electo”, ante una multitud reunida en Nueva York.
“Acabo de recibir una llamada de la secretaria Clinton. Nos felicitó por nuestra victoria y yo la felicité a ella y su familia por una campaña en la que peleó muy duro. Hillary trabajó mucho y durante mucho tiempo, ahora le debemos una gran cantidad de gratitud por su trabajo a favor del país. Ahora es tiempo de sanar las heridas y unir a América. Es tiempo de unirnos”, proclamó el neoyorquino.
Su discurso de victoria, acompañado por su familia y círculo cercano, moderó la estridencia de su campaña: convocó a la unión del país, afirmó que lo suyo fue un movimiento político hecho por miles de personas de todas las razas y religiones, y señaló que espera tener buenas relaciones con todos países… que quieran tender lazos de amistad con Estados Unidos.
“Estarán muy orgullosos de su presidente”, finalizó Trump. “¡Amo a este país!”
En contraste, la tristeza y el silencio de sus rivales: a las 02:03 de la mañana, John Podesta, jefe de la campaña presidencial de Hillary Clinton, salió al escenario demócrata y pidió a sus simpatizantes regresar a casa, descansar y esperar al conteo final de los votos. Era el reconocimiento tácito de la derrota.
Ahora, lo que sigue es ver a Donald J. Trump tomar posesión de su cargo el próximo 20 de enero, junto con su vicepresidente, el todavía gobernador de Indiana, Mike Pence.
De acuerdo con el propio Trump, durante sus primeros 100 días de gobierno revocará varios decretos del presidente Barack Obama, impulsará la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, promoverá la salida de Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, comenzará su plan de deportación masiva de 2 millones de indocumentados -principalmente latinos- y dará forma a lo que él llamó “veto extremo” para los musulmanes.
Sus planes podrían encontrar un camino fácil en la Cámara de Representantes y en el Senado, pues de acuerdo con los primeros resultados de la jornada electoral, el Partido Republicano logró mayoría en ambos órganos legislativos.