Los activistas dijeron que habían atacado el sitio, que produce 500.000 vehículos eléctricos al año, debido a su alto consumo de recursos naturales insostenibles.
El grupo activista de izquierda Vulkan se atribuyó la responsabilidad del incendio ocurrido el martes 5 en una fábrica de Tesla en Berlín, que interrumpió la producción de automóviles hasta el final de la semana. En una carta, los miembros del colectivo dijeron que habían atacado el sitio que produce alrededor de 500.000 vehículos eléctricos al año, debido a su alto consumo de recursos naturales insostenibles y no ecológicos.
En respuesta al incendio, el jefe de Tesla, el multimillonario Elon Musk, dijo que se trataba de “ecoterrorismo” y que los daños ascendieron a millones de euros debido a la interrupción de la producción.
“Estos son los ecoterroristas más idiotas de la Tierra o son títeres de aquellos que no tienen buenos objetivos medioambientales”, escribió en X, antes Twitter, la red social de su propiedad. “Detener la producción de vehículos eléctricos, en lugar de vehículos de combustible fósil, es una tontería extrema”.
El incendio también provocó cortes de energía en las comunidades vecinas del estado de Brandeburgo. El Ministro del Interior, Michael Stübgen, afirmó que las autoridades judiciales “castigarán severamente” a los responsables del sabotaje.
Si se confirman las conclusiones iniciales, se trata de un ataque pérfido a nuestra infraestructura eléctrica”, que ha provocado que decenas de miles de personas se hayan visto “cortadas de los servicios básicos y puestas en peligro”, afirmó.
Varios activistas ambientales han criticado los automóviles eléctricos, particularmente debido a la preocupación de que su producción genere mayores emisiones que la fabricación del motor interno de los automóviles manuales. La producción y recarga de baterías también se ha convertido en una carga medioambiental. En ataques en toda Europa, incluida Alemania, los neumáticos de los coches eléctricos han sido cortados o desinflados.
También existe un amplio debate sobre el mayor uso de aguas subterráneas por parte de la empresa en la región, que sufre una grave sequía desde hace años. El bosque que se encontraba en el lugar de la fábrica fue talado para dar paso a instalaciones industriales.