
Imágenes satelitales de Maxar muestran un primer plano del edificio del reactor de Arak en Irán tras un ataque aéreo. | Maxar Technologies
A partir de la mutua ofensiva entre Israel e Irán a partir del incumplimiento del acuerdo de no proliferación de armas nucleares, que el segundo país abandonó en 2018, “el escenario planetario es dramático y temible” dice el autor.
Las razones esgrimidas por Israel para lanzar su ofensiva sobre Irán fueron que el régimen islámico persa estaba listo para fabricar sus primeras armas atómicas y que, por lo tanto, al suponer una amenaza intolerable para el Estado judío cuya destrucción proclama Irán debía ser frenado.
Por esa misma razón los misiles y drones israelíes hicieron blanco en las principales instalaciones nucleares iraníes, señaladas por las autoridades internacionales (que deben controlar que ese desarrollo se mantenga en el carril de los fines pacíficos prometidos por Teherán).
Detrás de este movimiento, y de la presión de EEUU a Irán para que renegocie el acuerdo de 2015 bajo los términos de Washington (que lo había abandonado en 2018) hay sin embargo un escenario mucho mayor, planetario, dramático y temible.
Hasta hace poco, las potencias nucleares se regían por tratados de no proliferación y de desarme, en especial EEUU y Rusia, pero la decena de países con armamentos nucleares están reforzando sus arsenales y, al mismo tiempo, abandonando los pactos de control, como el START por Rusia, en 2023.
De un inventario de más de 12 mil ojivas en enero, más de 9.600 estaban en arsenales militares para uso potencial, y más de 2.100 en estado de alta alerta operativa en misiles balísticos, casi todas de EEUU o Rusia (90% del total, China posee por ahora unas 600).
“La era de reducciones en el número de armas nucleares en el mundo, que había durado desde el final de laGuerra Fría, está llegando a su fin”, estimó el prestigioso instituto sueco SIPRI, en su informe anual.
Horrorizarse o dedicar unas plegarias ante semejante panorama no bastará. Mantener la práctica de la “disuasión” tal vez sea la última frontera de la paz mundial. Traspasarla nos pondrá muy cerca del fin, a todos.