10 años después, no se cumplió la agenda de octubre

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La denominada ‘Guerra del gas’, la revuelta que provocó 68 muertos y más de 400 heridos, que culminó con la huida del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada, se sigue peleando en pleno 2013.

La agenda prohibió la venta de gas a Chile y EEUU; pidió la nacionalización e industrialización del gas y el petróleo; la convocatoria a la Asamblea Constituyente para una nueva Carta Magna en el país; la derogación de las leyes INRA y 1008; la extradición del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada de EEUU a Bolivia; la anulación de la ley de seguridad ciudadana que perseguía a los dirigentes, entre otros.

A diez años de octubre negro, algunos protagonistas hacen una evaluación, como señala el entonces dirigente de la Central Obrera Regional de El Alto, Roberto de la Cruz.

“El Estado boliviano sigue siendo un Estado extractivista; así como Goni vendía antes recursos primarios, actualmente se sigue vendiendo así en materia prima, no estamos industrializando, por tanto no se está generando el aparato económico en nuestro país, por eso afirmo que la agenda de octubre de 2003 queda pendiente, por eso estamos pidiendo al gobierno de Evo Morales que pueda reconducir este proceso de cambio (…), si no se cumple la agenda de octubre, entonces el pueblo no tendrá paz. Estamos decepcionados a 10 años de octubre de 2003”, manifestó De la Cruz.

El exdirigente de la Central Obrera Boliviana, Jaime Solares, afirmó que la Asamblea Constituyente nunca fue conformada por los protagonistas de octubre, y la principal demanda de nacionalizar los hidrocarburos tampoco se hizo realidad.

“Las petroleras de ayer que trabajaron con Goni hoy trabajan como socios con Evo ¿Dónde está la verdadera nacionalización? No hay. El Nuevo Orden Económico Mundial le dijo a Evo ‘para que te crean revolucionario puedes expulsar al embajador de Estados Unidos, pero eso sí, no me toques a ninguna petrolera ni minera'”, apuntó.

Otro de los protagonistas de Octubre negro, el mayor David Vargas, dijo que si bien el epicentro fue en El Alto, provocó la salida de Gonzalo Sánchez de Lozada del Gobierno y convirtió un punto de inflexión en la política partidaria, no se cumplió las demandas de esta urbe.

“Simplemente hay que fijarse en El Alto, cómo está la situación, cómo ha crecido la delincuencia, cómo existen lugares donde la pobreza y la miseria están campeando (…) no hay excusa, para los alteños no encontramos una explicación del gobierno que tenga coherencia, no pueden decirnos por qué no atienden las necesidades imperiosa de esa población”, lamentó el expolicía.

En tanto el exsacerdote Wilson Soria, dijo que a 10 años aún existe mucha deuda en el cumplimiento de la famosa agenda de Octubre, especialmente con la ciudad de El Alto.

“Puedo percibir que hay una atmósfera de deuda todavía, de cosas que no se han hecho, de cosas que no se han cumplido, como debería haber sido, como la gente se lo merece. Yo estoy convencido de que muchas cosas pueden mejorar en El Alto, estamos siendo testigos, cómo con la organización de la gente y la presentación de planes y proyectos coherentes se logra obtener obras significativas y grandes, es eso lo que yo deseo para la ciudad de El Alto”, señaló.

Roberto de la Cruz recordó que la movilización de Octubre no buscaba llevar al poder al actual presidente Evo Morales, y sus ministros, porque no fueron parte de la lucha del pueblo.

“Se ha tenido que mendigar, se ha tenido que estirar la mano así como se ve en las calles con sus latitas pidiendo limosna, así fue, el gobierno no ha apoyado pero si se ha aprovechado del poder. Quienes están ahora en el poder son ajenos a la lucha, por eso es que están apareciendo nuevos oligarcas”, denunció.

Finalmente, la mayor frustración de los dirigentes y protagonistas del hecho es la extradición de Sánchez de Lozada y sus colaboradores, que nunca se concretó y que todavía está en la agenda del Ministerio Público.