Bolivia busca que Chile pague por uso de las aguas del Silala

Los Tiempos
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Silala alegatos CIJ
Foto: ABI

En su segunda ronda de alegatos orales ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Bolivia ratificó ayer su posición sobre la soberanía de los canales artificiales, el flujo artificial, además del derecho a una compensación económica por mantenimiento de canales y del caudal adicional de agua que pasa al vecino país.

El equipo jurídico de Bolivia expuso los argumentos y sustentos de la contrademanda planteada contra Chile por las aguas del Silala. En esta oportunidad cuestionó que la nación vecina solicite dejar sin efecto las peticiones bolivianas, debido a que las partes coinciden en los diferentes puntos.

La defensa boliviana cuestionó lo expuesto por Chile, toda vez que hay una serie de imprecisiones que ponen en duda el accionar de la nación mapochina y que puede cambiar de parecer el momento que crea conveniente.

Rodman Bundy, parte del equipo jurídico de Bolivia, dijo que el concepto de compensación para la entrega de las aguas no es algo nuevo para Chile y que se convino en un acuerdo inicial, oportunidad en la que el Gobierno chileno aceptó en compensar a Bolivia por cualquier agua que se extrajera de Bolivia.

“En el caso que nos ocupa, las condiciones, modalidades y compensación debidos a Bolivia por el mantenimiento de las canalizaciones en operación y el mantenimiento del caudal actual, también habría de negociarse entre las partes. Esto se refleja en la demanda convencional C de Bolivia que expone que estos elementos estarían sujetos a un acuerdo entre las partes, como dijo el profesor (Alain) Pellet : ‘El derecho internacional en general y la Convención de 1997 en particular alientan la conclusión de estos acuerdos entre estados ribereños’”, manifestó Bundy.

Indicó que, en un informe de la Convención de 1994, se insistió en la protección y desarrollo de los cursos de aguas internacionales. “Se logran por medidas de un acuerdo adaptado a las características específicas del uso de agua en cuestión y las necesidades de los estados interesados. La tercera demanda de Bolivia presenta este espíritu y está destinada a cumplir con las particularidades y circunstancias que caracterizan a las aguas del Silala y los intereses y necesidades de ambas partes. Absolutamente nada en esta tercera demanda reconvencional va en contra del derecho internacional en general”, expresó.

Argumentos confusos

Mathias Forteau, abogado internacional que asesora al Estado plurinacional en el litigio por los manantiales, señaló que en la reconvención primera no debería haber ninguna objeción, toda vez que Chile reconoce la soberanía e infraestructura de las aguas del Silala.

“Chile reconoce que no tiene derecho de pedir a Bolivia que se instale o mantenga infraestructuras para su propio beneficio. Chile ha añadido en su réplica que la primera contrademanda no sería impugnada porque no existe diferendo”, señaló Forteau.

Sin embargo, el legista dijo que las conclusiones de Chile son “un poco más confusas con respecto al punto expuesto, que la primera contrademanda caería fuera del ámbito de la competencia de la Corte o bien alternativamente no tendría ningún objeto de ser o habría que rechazarla simplemente”.

“Para empezar, Chile considera que a partir del momento que una demanda no tiene objeto, porque no hay desacuerdo entre las partes, la Corte no puede juzgar la demanda correspondiente”, señala.

El jurista Forteau mencionó que la posición de Chile no es confiable, toda vez que acepta la soberanía de Bolivia sobre las obras hidráulicas, pero pone condiciones.

“Chile no tiene objeción con respecto al desmantelamiento de los canales por parte de Bolivia, sin embargo, el problema es que ‘Chile da una de cal y una de arena’ con respecto a esta primera contrademanda (…). Los escritos de Chile dan a entender por la formulación de sus conclusiones finales que los ‘derechos soberanos de Bolivia estarían sometidos a una serie de condiciones como se ve por el uso repetido en sus escritos términos como siempre que, sin perjuicio de, o siempre,  a medida que, salvo si”, entre otros que dijo Forteau.

Condiciones

Explicó que Chile condiciona en sus escritos el derecho de desmantelar los canales, infraestructuras a su propio derecho de utilización equitativa y razonable de las aguas del Silala o a su uso actual.

“Al invocar este derecho en relación con la primera contrademanda, Chile parece considerar que el efecto del desmantelamiento de las infraestructuras sobre el caudal del Silala debería considerarse como un posible atentado a su derecho de utilización de las aguas del Silala”, manifestó Forteau.

Agregó que “esto equivale a decir que el uso actual o todo uso  que podría hacer Chile de estas aguas en el futuro se podría oponer al derecho que tiene Bolivia de desmantelar las instalaciones artificiales.

“Lo que parece sugerir Chile a través de esta supuesta obligación (no perturbar las condiciones naturales del Silala) es que tendría una especie de derecho adquirido para mantener el estado actual de las aguas del Silala”, dijo.

Veto

Entre las ambigüedades de Chile está que si Bolivia decide desmantelar las instalaciones “podría por sí mismo calificarse de daño”, que en todo caso significa “limitar el derecho soberano de Bolivia”, porque está en la obligación de notificar.

“Esto equivale en realidad por parte de Chile a reivindicar un derecho de escrutinio y  de control, incluso un poder de veto sobre el derecho soberano de Bolivia de desmantelar las instalaciones artificiales, lo que contradice la primera contrademanda”, dijo Forteau.

De acuerdo con los juristas, Chile avanza en una sola vía, de manera unilateral, considera sus derechos equitativos y  razonables para el uso de las aguas del Silala, pero se olvida de los derechos de Bolivia. Además, su conducta es errática toda vez que amenazó con medidas cautelares si se afecta el flujo de agua hacia esa nación.

Chile encuentra errores en estudios de la DHI

Hoy  el equipo jurídico de Chile presentará sus alegatos respecto de las posiciones expresadas por Bolivia. En las conclusiones de sus documentos descalifica los estudios realizados por DHI, al sostener que cometió una serie de errores.

“El análisis de los archivos digitales proporcionados por Bolivia en febrero de 2019 ha proporcionado evidencia extensa y definitiva de que el modelo de DHI, sobre las estimaciones de Bolivia y los efectos de la canalización histórica , es fatalmente defectuoso”, dijo.

Presuntos errores

1) Se utilizaron topografías completamente diferentes para los diferentes escenarios, 2) hay errores básicos en la geología e hidrogeología que significan que la geometría y las propiedades del acuífero son incorrectas, 3) se han agregado cantidades arbitrarias de agua a manantiales de humedales, y 4) errores e inexactitudes, incluyendo cambios en el almacenamiento. Estos dan cuenta de tasas de flujo similares a los efectos atribuidos a la canalización y crecimiento de turba.

En otras conclusiones señala que “existe un acuerdo general entre los gobiernos de Bolivia, consultores, DHI y nosotros”.

“El río Silala fluye desde Bolivia hasta Chile y es un sistema de aguas superficiales y aguas subterráneas que constituyen un todo unitario y fluyen como aguas superficiales y subterráneas a través de la frontera internacional. Por tanto, es inequívocamente un curso de agua internacional”, dijo.

DHI da argumentos para teoría chilena

El diplomático y exembajador Jaime Aparicio, a través de su cuenta de Twitter, cuestionó los estudios realizados por la danesa DHI y dijo que los resultados que mostraron son fundamentos para que Chile sustente su teoría.“Abierta la reserva del caso Silala se conoce que expertos daneses contratados por Evo Morales proporcionaron parte de la soga con las que nos ahorcarán en La Haya al coincidir con la tesis de que el Silala es un río internacional @evoespueblo debe explicar a bolivianos”, señala. En tanto, el presidente de la Cámara de Senadores, Andrónico Rodríguez, pidió no adelantar ningún tipo de criterio o declaración que perjudique a la defensa de las aguas del Silala.