CBN: 133 AÑOS DE HISTORIA

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Como símbolo del desarrollo industrial de Bolivia, la compañía cervecera líder hace un balance sobre sus logros y plantea las dificultades que hoy en día confrontan las empresas formales frente al contrabando, la presión tributaria y la competencia desleal de la informalidad.

En octubre de 1886, comenzó la historia de la industria más antigua y tradicional de Bolivia. Con sus 132 años de vida, Cervecería Boliviana Nacional (CBN) ha sido el pilar industrial más robusto de Bolivia, aportando al desarrollo del país, no sólo a través del pago de impuestos y la generación de empleo de calidad, sino que ha sostenido la identidad boliviana con el orgullo de la excelencia y la responsabilidad con la comunidad.

Así comenzó todo

Para quien llega a la ciudad de La Paz, una de las primeras imágenes que ve es una planta industrial al inicio de la Av. Montes, como un símbolo de desarrollo y pujanza. Pocos saben desde cuándo está ahí. A inicios del siglo XX, CBN se instaló muy cerca de la estación de trenes, lugar que coincidía con el portal de ingreso a esta ciudad.

Según algunos historiadores, los barrios ubicados cerca de la fábrica también sentían su presencia, pues la sirena de la planta que sonaba en la mañana para llamar a los trabajadores vecinos les servía de referencia a todos para ir a trabajar, sin mirar siquiera el reloj. Pero la historia de la cerveza más famosa de Bolivia comienza antes.

Los antecedentes de CBN se remontan a 1877, año en el cual surgió la fábrica de cerveza, propiedad de Alejandro Wolf, bajo la razón social de “Wolf & Cía.”, industria que posteriormente tomaría el nombre de Cervecería Americana y luego Cervecería Nacional.

El 20 de octubre de 1886 se fusionaron la Cervecería Nacional con la Cervecería Americana en la ciudad de La Paz y juntas formaron lo que hoy es Cervecería Boliviana Nacional (CBN), cuyos propietarios fueron Federico Groenewold, Luis Ernst, Hugo Preuss y Eugenio Stohmann.

En 1920, CBN se convirtió en una sociedad anónima y entre sus principales accionistas se encontraban personajes sobresalientes de la historia política y empresarial del país, como el ex presidente Ismael Montes o empresarios como Carlos Calvo, entre otros.

Paulatinamente la cerveza producida por la compañía fue expandiéndose al resto del país y pronto su calidad fue también apreciada fuera de las fronteras de Bolivia. En 1908 la cerveza boliviana llegó a Europa como parte de las exportaciones, debido a su calidad; fue unos de los primeros productos nacionales con valor agregado que llegó a mercados externos.

Un presente que brilla hacia el futuro

“Hoy en día somos líderes en el mercado. Producimos más de 3 millones de hectólitros de cerveza y casi 1 millón de hectólitros de gaseosas al año”, indica Ibo Blazicevic, gerente institucional de CBN, al referirse al crecimiento de la industria de bebidas. Señala que uno de los secretos para ser la empresa cervecera líder del mercado es el portafolio de marcas de lujo. “Nuestras cervezas han sido premiadas internacionalmente y se posicionan entre las mejores del mundo”, indica.

Un ejemplo de lo anterior es que Paceña no sólo sea un gentilicio para la gente que vive en la ciudad maravilla. Es, hoy por hoy, la marca boliviana de cerveza más reconocida a nivel internacional. “Paceña simboliza el orgullo boliviano; su calidad ha conseguido más de 118 reconocimientos internacionales en concursos de talla como el Monde Selection y el Instituto de Sabor y Calidad de Bruselas (ITQI). Nuestra marca líder se exporta a Estados Unidos, Argentina, España, Chile y México entre otros países”, sostiene con firmeza.

Ibo Blazicevic agrega que este año Paceña Centenario ganó otra medalla de oro en el Monde Selection, en categoría Gold a la calidad, “gracias a su líquido de pura malta que hemos relanzado hace poco para consolidar nuestro liderazgo en el mercado Premium de Bolivia”.

No obstante, una industria no sólo se resume en los premios que alcanza ni en que sus productos sean los preferidos en las góndolas de los supermercados, en bares y restaurantes o en fiestas patronales, tan variadas y diversas a lo largo y ancho del país. Lo que la hace diferente es todo el proceso de producción y la gente que lo hace.

Trabajo y compromiso

En la actualidad, CBN tiene ocho plantas en Bolivia; cinco cerveceras (La Paz, Santa Cruz, Cochabamba, Huari y Tarija), dos de gaseosas (El Alto y Cochabamba) y una de producción de latas de aluminio (Oruro). Además, cuenta con nueve centros de distribución y diez centros de distribución de venta directa.

“Cuando se habla de una industria boliviana con presencia nacional, no sólo en puntos de venta, sino en plantas de producción que generan valor agregado, CBN sintetiza perfectamente esa idea; nuestras cervezas condensan, en su líquido dorado, a la productividad pujante de este país”, acota.

Al respecto, el industrial echa mano de los recursos que le permiten hoy en día disfrutar de su sitial en el mercado. “La mayor fortaleza es nuestra gente; somos una compañía que genera empleo de calidad. El equipo trabaja para lograr un portafolio de marcas ganador, un sistema de distribución eficiente y nuestra cultura cervecera para producir las bebidas de mayor calidad del mercado”, resume.

Con cerca de 2.000 puestos de trabajo directo y más de 40.000 indirectos e inducidos, CBN representa una fuente importante de empleo de calidad.

“Como compañía, brindamos una serie de beneficios y condiciones laborales que nos distinguen; esto se refleja en los resultados de nuestras encuestas de Compromiso y Clima Laboral donde más de 90% de nuestros empleados recomendarían a CBN como lugar de trabajo”, indica Blazicevic. Y complementa al señalar que el beneficio de un empleo de calidad también alcanza a las familias de los trabajadores, tanto directos como indirectos: “Son casi 170 mil personas que nos acompañan, si se hacen números promedio de una familia tipo de 4 integrantes”. La compañía invierte mucho en brindar oportunidades para capacitar y así captar a gente valiosa en el mercado de trabajo boliviano. Forman parte de un sector de vanguardia en temas de gestión de recursos humanos vinculados a la industria, por su relación con el Grupo AB InBev, la compañía cervecera más grande a nivel global.

En este sentido, el ejecutivo destaca el Programa de Entrenamiento y Desarrollo de Pasantías más importante de Bolivia, al que se han postulado más de 5.000 personas durante los últimos ocho años y que ha desarrollado decenas de talentos bolivianos, mediante la capacitación internacional y la tutoría de expertos en sus especialidades, ofreciendo además la posibilidad cierta de tener una carrera internacional.

Contrabando y presión fiscal

El desempeño de CBN como líder empresarial se da pese a las condiciones que enfrenta la economía boliviana en una coyuntura internacional de devaluaciones en los países vecinos, además de un déficit institucional en la lucha contra el flagelo del contrabando. En la coyuntura actual las devaluaciones de Brasil y Argentina ponen aún mucha más presión a todas las industrias formales de Bolivia, debido a la política cambiaria vigente desde hace 9 años. “Hoy el contrabando y el alcohol ilegal son las principales amenazas para la industria cervecera formal de Bolivia”, indica Blazicevic.

Y particularmente esto se agrava para aquellas industrias que tienen una carga fiscal en Bolivia muy superior a la de los países vecinos. “La presión tributaria sobre el sector es la más alta de la región: el impuesto al consumo específico de la cerveza es del 34,6%, mucho mayor al de Argentina (14%), Paraguay (9%), Chile (20,5%), Brasil y Venezuela (15%), a la que es preciso sumar el Bono Pro-Leche, que graba con 0,10 centavos de boliviano por cada litro de cerveza consumido”. La presión fiscal del ICE en Bolivia por contenido de alcohol puro es menor en bebidas de alta gradación como el vodka, ron o singani, alentando un mayor consumo per cápita de alcohol puro, agrega con precisión.

CBN ha estimado que el flagelo del contrabando, además de destruir puestos de trabajo en la industria nacional, le cuesta al Estado más de 100 millones de dólares anuales por pérdida de recaudación fiscal.

“Necesitamos, hoy más que nunca, encontrar soluciones junto al Gobierno y a otros sectores involucrados para defender la industria nacional formal, que es la que garantiza empleo de calidad y generación de valor agregado”.

CBN no deja de apostar por el país. “Invertimos de forma constante en el mercado boliviano y lo seguiremos haciendo, pues creemos en el país”, señala y confirma que, entre 2018 y 2020, se invertirán más de 1.000 millones de bolivianos.

De esta manera, se ampliará la producción de latas en Oruro y la capacidad de envasado en Santa Cruz. También consolidarán las cinco nuevas Ventas Directas en Tarija, Trinidad, Sucre, Potosí y Yacuiba. Asimismo, fortalecerán la Televenta con tecnología de última generación para dar soporte a todo el sistema de distribución de la empresa cervecera.

“Todo esto permitirá la creación de más fuentes de empleo y seguirá contribuyendo para la grandeza de este país”, concluye.

Reputación, el activo más importante

La compañía cervecera ha construido una reputación importante a lo largo de su historia más que centenaria. Su vínculo con la sociedad y la economía boliviana es muy profundo y ha invertido recursos, tiempo e ingenio para consolidar los resultados en beneficio de las comunidades con las que trabaja.

La reputación es un activo que gestiona adecuadamente valores que son intangibles, pero que cada vez más influyen en el desempeño global de una compañía.

“Básicamente se trata de cumplir con el sueño propuesto como compañía: ‘Unir a la gente por un mundo mejor’; para ello trabajamos todos los días, en la consolidación de nuestro liderazgo industrial en Bolivia y en la ejecución de un programa de responsabilidad social único en el país por su integralidad”, señala la gerente de RSE de CBN, Lilian Choque. La empresa tiene una trayectoria con muchos premios y menciones que hacen honor a su reputación. Choque resume estos logros de la siguiente manera: “hacemos lo que decimos”; esa es la razón que ha permitido que CBN consiga el año pasado, por cuarta vez consecutiva, el primer sitial en cuanto a Reputación Empresarial, en el Monitor Empresarial de Reputación Corporativa (MERCO).

Para la empresa la responsabilidad social está en su ADN. Por eso fluye tan naturalmente en el trabajo diario, señala Choque. Su historia lo confirma. En 1932, cuando Bolivia participó en la Guerra del Chaco que enfrentó a Paraguay, CBN donó los fondos para la construcción del Hospital Militar en la ciudad sureña de Villa Montes para atender a los jefes, oficiales y tropa de las guarniciones del Sudeste.

“Desde el principio, CBN se convirtió en uno de los más importantes contribuyentes al Tesoro y es interesante destacar, que, en 1937, CBN pagó al Estado 20 millones de Bolivianos, más que las 3 grandes empresas mineras de Patiño, Hochschild y Aramayo”, recuerda Choque.

Hoy, la empresa sigue siendo el principal contribuyente del sector privado; en el último año fiscal, aportó más de 2.152,5 millones de bolivianos al Tesoro General del Estado. Estos recursos permiten fortalecer la inversión pública para que nuestra población tenga una mejor calidad de vida.

RSE: La cereza que corona la torta

omo una cereza que corona la torta, Cerveceria Boliviana Nacional ha puesto en marcha, desde hace 10 años, un programa integral de responsabilidad social, con tres pilares: Consumo inteligente, Medioambiente y Comunidad.

Choque señaló que la integralidad del programa de RSE merece plantear una vista panorámica respecto de sus principales resultados en sus tres pilares.

“En el pilar de Consumo Inteligente, la CBN ha alcanzado con su mensaje a más de 190.000 familias del país, a través de capacitaciones, talleres y actividades específicamente enfocadas en padres y madres, jóvenes de alrededor de 18 años, vendedores en vía pública, folkloristas y otros”, indicó.

Para lograr estos resultados, puntualizó, la compañía consolida de forma constante su relación con diferentes actores de la sociedad boliviana y con las autoridades subnacionales y nacionales.

Respecto de Medioambiente, gracias a una inversión de 18,5 millones de dólares en la instalación de ocho plantas de tratamiento de efluentes, CBN alcanzó el 99% de reciclabilidad de subproductos, redujo en 48% su consumo de agua. Además, del total de la producción de cerveza alrededor del 70% es distribuido en envases retornables.

“Las inversiones para una producción sustentable y el control de su huella de carbono han ubicado a CBN como la primera compañía en cumplir los límites permisibles para descargas líquidas industriales, que retornan para alimentar los sembradíos de las comunidades cercanas”, agregó.

En el pilar Comunidad, Choque indicó que la compañía lleva a cabo contribuciones para el bienestar de la población. Para ello genera trabajo, donaciones y actividades del voluntariado, en coordinación con los gobiernos locales y nacionales.

“Quisiéramos destacar los esfuerzos sistemáticos que hemos realizado para romper el círculo de la violencia intrafamiliar y empoderar a la mujer a través de la habilitación de la plataforma ‘Warmi con vuelo propio’, que facilita las denuncias de casos de violencia en la ciudad de El Alto, y del respaldo a la puesta en marcha del funcionamiento del Centro de Salud CIES Warmi Wasi, en la comunidad Taquiña, Cochabamba, para atender a más de 4.000 familias”, enfatizó.

La ejecutiva señaló que este año repetirán la experiencia de los Tunkas, un programa que financió la preparación y dotación de indumentaria específica de 10 atletas bolivianos con miras a las Olimpiadas de Río 2016. En esta nueva versión se financiarán becas deportivas para deportistas olímpicos con miras a los Juegos Panamericanos 2019 en Lima y los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020.

“Nuestros objetivos son brindar apoyo integral a deportistas destacados de diferentes disciplinas en su camino rumbo a competencias nacionales e internacionales; abrir un nuevo panorama de oportunidades para cualquier niño, niña o joven que quiera explotar su potencial deportivo, con miras a convertirse en un representante del deporte nacional”, concluyó.

 

CBN tiene un portafolio de lujo: 20 marcas de cerveza nacionales e internacionales, entre las que se destacan Paceña, Taquiña, Ducal y Huari, hasta las internacionales como Corona, Stella Artois, Becks Gold y Patagonia.


En el mercado de bebidas sin alcohol, cuenta con productos como Maltín y con gaseosas de prestigio internacional como Pepsi y Seven Up, a las que se ha sumado recientemente Guaraná Antártica y H2OH!. Esta última es una gaseosa sin azúcar y con menor contenido de gas que la hace ideal para acompañar las comidas.