De enero a la fecha se quemaron 2.4 millones de ha en Bolivia
Entre enero y septiembre de este año, es decir nueve meses, se afectaron aproximadamente 2.4 millones de hectáreas entre áreas de bosque, pastizales, sabanas y otras regiones destinadas a la agricultura o ganadería, según datos de la Fundación Amigos de la Naturaleza que realiza un monitoreo satelital para determinar la superficie de las zonas afectadas.
La directora de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), Natalia Calderón, en contacto con radio Panamericana, informó sobre la cantidad de hectáreas quemadas por chaqueos e incendios no controlados en Bolivia, tomando en cuenta el último hecho, los incesantes incendios en la Chiquitania que a pesar que son apagados, muchos se reactivan por la sequía, los vientos e incluso provocados por el hombre, según denuncias.
Calderón precisó que los departamentos más afectados son por ejemplo, Santa Cruz con 1.5 millones de hectáreas dañadas; Beni con 700 mil. Precisó que de esa cantidad, 466 mil hectáreas quemadas son bosques.
“La principal área afectada corresponde a otro tipo de formación. Solamente el 19 por ciento de la superficie quemada, es decir, 466 mil hectáreas son bosques, el resto es otro tipo de vegetación, entre ellas pastizales, sabanas entre otros”, explicó la experta.
En ese marco puntualizó que en los últimos incendios dos áreas protegidas fueron afectadas de forma considerable.
“En el caso de áreas protegidas a nivel nacional, hay dos áreas protegidas que han sido afectadas: Otuquis con aproximadamente 250 mil hectáreas con una afectación aproximadamente del 24 por ciento de su extensión y San Matías donde se afectaron 245 mil hectáreas con una afectación del ocho por ciento de su cobertura”, puntualizó.
Asimismo, los parques ecológicos también sufrieron serios daños, tal es el caso de Ñembi Guasú donde se afectaron 248 mil hectáreas, el valle de Tucavaca en Roboré donde se afectaron 28.425 hectáreas. En esta región no solo se habla de daño a bosque, sino también del deterioro que sufrió el arte rupestre considerado como patrimonio cultural. En tanto, la laguna Marfil ubicada en el municipio de San Ignacio se dañaron por el fuego 16.586 hectáreas.
La Fundación Amigos de la Naturaleza, presentará hoy los últimos datos de las zonas que fueron afectadas por incendios y chaqueos.
QUE NO SE VAYAN
El presidente de la Asociación de Municipios de Santa Cruz (Amdecruz), Rodolfo Vallejos, pidió que la ayuda internacional no abandone la Chiquitania, ya que todavía persisten focos de calor en la región y temen que las condiciones del clima en septiembre puedan reavivar los incendios forestales.
Según el representante, no existen familias afectadas por el fuego; sin embargo, precisó que a los alcaldes chiquitanos les urge que los incendios sean extinguidos, para ello pidió al Gobierno pedir la ayuda internacional con el objetivo de que puedan venir a Bolivia profesionales técnicos que puedan enfrentar esta situación.
“En septiembre continúan los calores intensos y vientos con fuertes ráfagas, por tanto, es importante que la ayuda internacional permanezca en la región chiquitana, que no se vayan. Ya son más de 1.700.000 hectáreas quemadas en la Chiquitania”, precisó Vallejos, según reporte de El Deber digital.
GOBIERNO
En tanto, funcionarios de la Policía Boliviana, el Ejército, Defensa Civil, la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) y la Alcaldía de San Ignacio de Velasco realizan intensos patrullajes, incluso nocturnos, para identificar a personas que posiblemente estén iniciando incendios de manera premeditada, informó el ministro de Defensa, Javier Zavaleta.
“Los propios comunarios denuncian que hay personas desconocidas, jovenzuelos que están llegando de Santa Cruz y explican que los lugares por donde pasan esos jovenzuelos se reactiva el fuego (…) Hay denuncias de personas que encienden los focos de calor deliberadamente”, denunció.
La autoridad explicó que actualmente los focos de calor disminuyeron en la Chiquitania, sin embargo, aún persisten al norte de San Ignacio de Velasco, en Tierra Firme y Tierra Hermosa, por lo que se desplegó una flota aérea al igual que personal de tierra para controlar el fuego en estas regiones.