Hay temas que merecen abordarse en cualquier ocasión a modo de implosión de los excesos tan comunes en nuestro medio. Una noticia que permanece en el imaginario es la que hay dinosaurios que por intereses y conexiones políticas pueden vincularse a la universidad varias décadas no necesariamente en la loable actividad académica. Este ha sido el caso de Max Mendoza señalado por llevar 33 años cursando diversas carreras, pero sin graduarse en ninguna, fue detenido el sábado 21 de mayo por beneficiarse de forma ilegal de un salario del gremio de universitarios.
Según el fiscal de La Paz, William Alave, “el exdirigente universitario por determinación del Ministerio Público, fue aprehendido porque “se habría beneficiado de manera irregular” de un salario mensual de unos 21.870 pesos bolivianos, lo que equivale a unos 3.150 dólares.
Lo interesante del caso es que, el salario que percibía es similar al del presidente de Bolivia, que gana alrededor de 3.500 dólares al mes.
El ministro de Gobierno del presidente Arce, anunció la detención de Mendoza a través de un tuit que fue recibido con simpatía por la población en Bolivia, cansada de dislates. El tuit de @EDelCastilloDC decía: “Carlos Eduardo Del Castillo decía: Informamos al pueblo boliviano, que el ex dirigente universitario, Max Mendoza, por determinación del Ministerio Público, fue aprehendido en #Cochabamba por los delitos de usurpación de funciones y conducta antieconómica”.
Max Mendoza, comenzó a cursar su primera carrera en el año 1989. Desde ese momento, desaprobó 200 materias y obtuvo calificación cero en más de 100. El dirigente había negado las acusaciones, alegando que se trataba de “calumnias”. El político aseguró que “no hemos recibido ni un centavo que no sea de manera correcta y legal”. Cabe recordar que su caso cobró relevancia luego de la estampida que se dio en el marco de una asamblea estudiantil, que dejó como saldo al menos cuatro muertos y 70 heridos. El incidente se había dado en medio de un clima de disputas entre las distintas agrupaciones.
En ese marco, el líder estudiantil había sido señalado como uno de los promotores de la asamblea que tenía como supuesto objetivo favorecer a dirigentes leales a él.
Por otro lado, el pasado viernes 20 de mayo, unos cincuenta universitarios, ocuparon de manera pacífica las oficinas del órgano presidido por Mendoza para pedir su renuncia.