Dirigentes de ayer vendían incluso ovejas para viajar; los de hoy usan hasta Hummer

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Foto: El Diario
Los dirigentes de organizaciones  sociales de ayer se caracterizaron  por la defensa de sus reivindicaciones;  algunos  incluso llegaron a vender   sus ovejas para financiar sus viajes en favor de sus luchas.  Hoy,   la tendencia es otra: los dirigentes afines al masismo usan sus cargos para “aprovecharse del Estado”, coinciden analistas y dirigentes críticos al partido de Gobierno.
Desde el   Movimiento Al Socialismo (MAS)  afirman que “sólo son algunos y contados dirigentes” los que se aprovechan.
Félix Becerra, quien fue jiliri apu mallku del Conamaq, describe que ante sus limitaciones económicas incluso vendió su ganado, sus ovejas,  para financiar un viaje y poder llegar a la ciudad de La Paz, para  planificar acciones en favor  de las demandas de su sector.
En esa línea, el dirigente indígena de la CIDOB, Adolfo Chávez, manifiesta  que “cuando un hermano era nombrado para asumir la dirigencia, dejaba sus sembradíos  y se dedicaba a cumplir con el trabajo que le encomendó su base, pese a no contar con recursos económicos”.
El analista político Iván Arias explicó que el dirigente sindicalista de antes “aparte de preocuparse por su organización, también se preocupaba por las necesidades del pueblo, planteaba demandas nacionales y por eso se redactó la Tesis de Pulacayo”.
A diferencia de los dirigentes que se retrata líneas arriba,  Arias afirma que los líderes sindicales y cocaleros “nunca fueron pobres”, pues se movilizaban con aportes  de sus afiliados. En cambio, el sector campesino  sí afrontaba problemas económicos.
“En congresos de la COB, los cocaleros se alojaban en los mejores hoteles, comían en restaurantes  y llegaban en buses; mientras que  los campesinos se alojaban en casas comunes, comían en los mercados, llegaban en camiones”, manifiesta Arias. Comenta, además,  que antes los dirigentes rendían cuentas a sus bases por cada centavo que gastaban.
La  defensa en favor de mejores condiciones de vida y de trabajo para el pueblo quedó erosionada  porque los líderes de organizaciones sociales, ahora, pugnan por  beneficios personales, coinciden analistas y dirigentes.
¿Cuál fue el punto de inflexión? Chávez afirma que el fenómeno se  originó   desde la llegada del MAS al Gobierno, pues “el dirigente campesino, indígena, olvidó cultivar la tierra y se dedicó a la politiquería, por no saber separar lo orgánico de lo político”.
En  criterio de Arias,  “toda esa mística de pensar en lo local y en el país, toda esa idea de que realmente hay que preocuparse por el país, se ha perdido”. El analista  agrega:  “Hoy el sindicalismo es un negocio. Los movimientos sociales han hecho de la dirigencia una forma de lograr beneficios personales”.
Para Becerra, mantener la ética y moral política  en estos tiempos es muy difícil para algunos líderes sociales, debido a  las “tentaciones” del Ejecutivo. Recuerda que en 2011, durante la marcha  del TIPNIS, funcionarios del  Gobierno le ofrecieron beneficios, ya sea para él o para su comunidad, con el único compromiso de que la Conamaq se retire de la caravana.
“¿Qué quieres? me preguntaron. Yo les dije computadoras y equipos para mi comunidad. Ellos aceptaron, pero me pidieron que yo recoja los equipo. A eso les dije que ellos personalmente debían entregar a los comunarios. No aceptaron, yo también me negué. Ese fue mi pecado, por eso estoy en la cárcel, mientras que Hilarión Mamani, actual dirigente del Conamaq, quien marchó y luego abandonó, está libre”, indicó Becerra, quien está detenido en  San Pedro desde 2015 por el caso Fondo Indígena.
La pasada semana, en redes sociales circularon fotografías de Rafael Álvarez, secretario de medioambiente de la CIDOB, con  una Hummer. Él aseguró que le prestaron el vehículo. “Para asambleas se necesita la movilidad. Hay gente de buen corazón que hasta nos paga  los pasajes de avión”, dijo Álvarez a Página Siete.
En ese marco, Chávez manifestó que ése es el error que cometen muchos líderes. “Los dirigentes terminan corrompidos y terminan exigiendo a las bases que apoyen a los gobiernos”, expresa.
Rafael Puente, exviceministro del presidente Evo Morales, ahora crítico al MAS, asegura que ese hecho se registra porque muchos dirigentes  “no tienen una formación previa de conciencia”.
Al respecto,  el senador de oposición,  Edwin Rodríguez, sostiene que la estrategia del MAS fue comprar dirigentes y  dividir a las organizaciones;  y  a quienes  no cedían -agrega- se los  desacreditó y asfixió económicamente. “Por eso muchas organizaciones están en las garras del MAS”, lamenta.
“Nosotros preferíamos realizar cualquier esfuerzo individual o de grupo y cumplir con nuestras obligaciones sindicales que estar pidiendo a los partidos políticos  o a las ONG”, relata  Morales en Mi vida: De Orinoca al Palacio Quemado.
Punto de vista
Rafael Puente  Exviceministro
Los dirigentes no estaban en el poder, por consiguiente, tenían una conciencia diferente de lo que es el cargo de dirigente de una organización social, sindical.
En este momento, una gran cantidad de dirigentes sienten que están vinculados con el poder del Estado y eso porque no tienen una formación previa de conciencia.
Actualmente en los dirigentes no existe, por ende la consecuencia. La tendencia es aprovecharse del Estado, aprovecharse del espacio de poder al que ha tenido acceso  y eso es uno de los peores problemas que está enfrentando el proceso de cambio.
Antes, los dirigentes en general no estuvieron en el poder. Especialmente aquellos que no tuvieron ni una parcela para disfrutar del Estado seguían su lucha con convicción, pero los de ahora, que sin ser dirigentes electos, están usufructuando algún espacio de poder en el Estado. La diferencia es visible desde lejos.
Antes, existía también dirigentes que aprovechaban de los espacios de poder como lo hacen ahora, pero no ostentaban.
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