El Alto celebra 30 años en medio de la crisis de credibilidad de sus dirigentes

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El Alto, cuna de la revolución de Octubre 2003, que aceleró el advenimiento del llamado proceso de cambio, está pronto a pasar de la teórica izquierda a la teórica derecha, si se toma en cuenta las últimas encuestas, realizadas con miras a las elecciones del 29 de marzo. Una candidata del partido de Samuel Soria Medina supera por siete puntos porcentuales al postulante del Movimiento Al Socialismo (MAS), Édgar Patana.

Para los partidarios del partido azul, esa posibilidad es inconcebible, y se aferran a la esperanza de voltear la tendencia en favor del candidato propuesto por la cúpula de las organizaciones alteñas.

En la ciudad que este viernes cumple 30 años desde su creación, estos representantes han recibido críticas debido su forma de hacer política y sus vínculos con el poder municipal.

“Algunos dirigentes han confundido, (el proceso de cambio) no era oportunidades para algunos, estamos hablando de oportunidades para todo el pueblo. Ese estigma, de que el dirigente del hoy día se ocupa de otras cosas y no así buscar las necesidades de la población, se tiene que terminar”, dijo el expresidente de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), Abel Mamani.

El diputado, representante de El Alto, Sergio Choque, indicó que los cargos de la Alcaldía están repartidos entre los sectores sociales de esa ciudad. Señaló entre ellos están la Fejuve, la Central Obrera Regional (COR), Concejo Central de Artesanos de El Alto (Concedal), la Federación Sindical Única de Campesinos del Radio Urbano y Suburbano de El Alto (Fesucarusu), Federación de Padres de Familia (Fedepaf), los gremiales y los transportistas.

“No permiten el libre nombramiento de una autoridad que podría técnicamente trabajar por la población. Cada sector propone un nombre y ese nombre es el que asume determinada función en el municipio”, aseveró. No obstante, aseguró que ese sistema es una herencia de la gestión de José Luis Paredes, a quien acusó de acomodar a las organizaciones para tener gobernabilidad.

Anteriormente, el periodista y exdirigente de la COR, Henrry Mérida, sostuvo que la Alcaldía está “cuoteada”. Señaló que, por ejemplo, en la unidad de transporte de la Alcaldía mandan los choferes; en la de asentamientos están los gremiales; mientras que la federación de carniceros maneja el aseo.

Estas organizaciones son parte de la Coordinadora Regional del Cambio (Corelcam) que apoyó la candidatura de Patana a la Alcaldía de El Alto y lograron imponerlo a pesar de que el MAS, como partido, había elegido a Mabel Monje para postular.

“Los dirigentes lo aman (a Patana) porque siempre están en parrilladas, están en encuentros, con sus ‘carpetitas’, (preguntan) dónde van a trabajar. Lo quieren mucho”, aseveró Mauricio Cori, quien fue presidente de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) durante las jornadas de octubre de 2003.

Incluso, el ejecutivo de la COR, Remigio Condori, es candidato a primer concejal por el MAS. Respecto a esta organización, Abel Mamani señaló que “no puede ser que un dirigente en el Central Obrera Regional esté 12 años, 13 años. No es justo cuando los estatutos permiten sólo 2 años”.

Condori ya era dirigente de la COR en 2008, año en que se filmó el video en que se ve al exalcalde Fanor Nava entregando un “paquete” a Édgar Patana, quien entonces dirigía a los obreros de El Alto.

Cori, Mamani y el exejecutivo de la COR, Roberto de la Cruz, recordaron que en sus épocas de dirigentes era difícil que los representantes de organizaciones sociales se reúnan con alcaldes.    

“Hasta el año 2006, cuando dejé la Fejuve, era imposible ver a un dirigente reunido con el alcalde. No era permitido, era imposible, no era correcto, era prohibido. Creo que esto comenzó en la gestión de Fanor Nava”, señaló Mamani.

De la Cruz subrayó que antes un dirigente no podía “comer del mismo plato del poder”, pero ahora cogobierna con la Alcaldía.

Aún con este “cogobierno”, Patana dijo que durante su gestión también sufrió chantajes de representantes, a quienes calificó de “lacra”. Relató que estos dirigentes promueven que sus bases se movilicen bajo el argumento de la falta de obras, pero en realidad quieren el control de los recursos.

Las observaciones a la dirigencia alteña no se quedan en el plano político. En semanas pasadas circuló en redes sociales un video en que se ve a varias personas consumiendo cerveza al interior de un bus Sariri.

Entre los que celebraban, había representantes de organizaciones sociales y autoridades ediles, como el actual presidente de la Fejuve, Óscar Ávila. Él señaló que sólo se consumieron algunas “latitas de cerveza” en el bus Sariri y reconoció que fue un error, pero sin “mala intención”.

Al interior del bus, entre las latas de cerveza, los chistes y las guirnaldas, al menos dos concejalas tomaron de las “latitas”. Un dirigente obrero incluso se durmió en el bus, mientras otro postulante a la Asamblea Departamental compartía los “saluds” con más representantes de las juntas vecinales.   

A pesar de sus críticas, Abel Mamani señaló que no le “cabe en la cabeza” que el control de la Alcaldía pase a la supuesta derecha. A la diputada y vicepresidenta del MAS, Concepción Ortiz, le parece “imposible” que la ciudad “revolucionaria” permita este extremo.

Sin embargo, Patana alcanza un 28% de la preferencia electoral, mientras que Chapetón llega a 35%, según la última encuesta publicada por Equipos Mori, publicada el último fin de semana.