Incendios forestales: “Todo está quedando como un cementerio”

Redacción dat0s
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Incendios forestales, Chiquitanía 2019, Adolfo Lino
Foto: Adolfo Lino

Septiembre de 2019 fue un septiembre para el olvido en Santa Cruz. Sectores políticos y empresariales de ese departamento habían negociado expandir la frontera agrícola en un millón de nuevas hectáreas gracias al boom de la agroindustria. Nadie imaginó que el fuego descontrolado se extendiera arrasando lo que finalmente acabó siendo una tragedia ambiental. El fuego arrasó más de 5 millones de hectáreas generando una conciencia nacional que modificó el resultado de las elecciones de noviembre de ese mismo año.

El celular suena por segunda vez en menos de 10 minutos. Adolfo Lino repite la conversación que sostiene con un brigadista voluntario, de esos que en estos días han sumado miles en la misma zona de los incendios. Estamos en la calle Santa María en el centro de Santa Cruz de la Sierra. En el tercer piso de este departamento hay vituallas repartidas por el piso. “El fuego se ha avivado”, dice con una voz firme pero apesadumbrada como suenan las voces de miles de ciudadanos cruceños que viven una tragedia, comparada con nada. Nadie se había preguntado qué emergencia viviría Santa Cruz y cómo la enfrentaría, de producirse una tragedia natural de estas dimensiones.

incendios forestales Chiquitania 2019. Adolfo Lino

Incendios forestales – Chiquitania 2019 | Adolfo Lino

En agosto seco y frio se comenzó a preparar a Santa Cruz a un despegue inusual de su economía ya boyante. Sectores políticos y empresariales de ese departamento habían convenido que finalmente el boom del crecimiento de la agroindustria debería llegar para impulsar el crecimiento sostenido de la región. Ambos sectores vivían un idilio. Las elecciones de noviembre estaban cerca. Sin mayores sobresaltos el oficialismo se haría de la victoria en ese departamento exhibiendo precisamente datos de su exitoso modelo económico al que se incorporarían un millón de hectáreas de soja. Entonces nadie en Santa Cruz hablaba del medioambiente. La discusión entre los sectores empresariales cruceños giraba en torno al impulso genético de nuevos cultivos que ingresarían algo más de 2 000 millones de dólares al circuito productivo. Sin contar con otros negocios que estaban funcionando como nunca. Los mismos empresarios aplaudían toda iniciativa estatal orientada al emprendedor y vigoroso crecimiento de la región. El entonces presidente Morales era el amuleto de la suerte del desarrollo integral soñado: modernos puertos sobre la Hidrovia Paraná – Paraguay y cientos de negocios conexos; el impulso del biocombustible eran parte de una brisa refrescante de los nuevos negocios. Todo estaba listo, hasta que la naturaleza se volcó con un ardid de fuerza y furia no previsible.

Adolfo Lino, es un profesional formado en ingeniería ambiental. Él ha estado trabajando hace años en proyectos sobre el cuidado de los bosques y la preservación de las riquezas de la flora y fauna del departamento. Cuando en agosto de 2019 comenzó el fuego ya había leído una tragedia que nadie presagiaba o que se negaba a ver.

incendios forestales Chiquitania 2019. Adolfo Lino

Incendios forestales – Chiquitania 2019 | Adolfo Lino

Tras colgar el celular Adolfo sale abriéndose espacio entre los bultos de ayuda humanitaria que han llegado a sus oficinas. Joanna, la muchacha que trabaja en el mismo equipo de voluntarios, se muerde los labios y contiene las lágrimas, manipulando una lap top. Desde lejos que percibe otra Santa Cruz. Los primeros días de septiembre la humareda había cubierto gran parte de su visibilidad y el olor a chaqueo era intenso. El cielo parece ocultar las lluvias que anhelan todos para ayudar a mitigar la intensidad del fuego que avanza en primera línea con vientos fuertes, impiadoso y consume todo.

Incendios forestales - Chiquitania 2019 | Adolfo Lino

Incendios forestales – Chiquitania 2019 | Adolfo Lino

De un día a otro, Santa Cruz se enfrentó a una emergencia que ha tirado por los suelos el desarrollismo del que hablaban todos. Los negocios sobre el biodiesel para hacer andar su parque automotor con más velocidad es una discusión que ahora no tiene sentido. Tampoco las hectáreas de soja que rosearían con champagne nuevas exportaciones para ubicar a Bolivia en el ranking de los 10 mayores productores mundiales de alimentos y cereales. Tampoco vale la pena hablar ahora de la infraestructura que ayude a exportar la producción a través de otras rutas de integración no necesariamente por puertos del Pacífico. Todo este escenario ha sido borrado como por encanto. Las ciudades modernas que avanzan sin vestigios de una pausa ecológica sobre el Urubo o el Norte Integrado; la Nueva Santa Cruz, las ciudades inteligentes, las lagunas artificiales, los World Trade Center sin pausa han sucumbido ante el fuego devorador y las malas noticias que llegan de la Chiquitania.

Santa Cruz se ha levantado de un sueño para hundirse en una pesadilla. Adolfo Lino suelta unos datos. Asegura que los incendios forestales que hasta ese día (martes 3 de septiembre) ya habían arrasado más de un millón de hectáreas del Bosque Chiquitano, han generado mucha desinformación e incertidumbre entre los cruceños. Por eso decidió incorporar sus máquinas de fotografía y video que usa en su tarea ambientalista para precisar información confiable. Tuvo que improvisar cursos que denomina “Periodismo Activista”. “Disponer de cámaras con registros confiables antes de transmitir cualquier contenido”, precisa. Para evitar más confusión en las redes. Asegura que hay mucha desinformación en el mundo de lo que está pasando en Santa Cruz.

El “Periodismo Activista” que promueven para contrarrestar la desinformación es demoledor. En la oficina de Adolfo Lino están todos extenuados. No han parado de trabajar y las oficinas se han convertido en una interminable cantidad de vituallas para los damnificados. Temen que no alcancen a coordinar toda la ayuda de las donaciones que no dejan de llegar. “La pesadilla recién está comenzando”, advierte Adolfo, dejando caer su celular sobre el escritorio. “El fuego ha alcanzado Concepción, San Xavier, San Matías”, asegura, tras escuchar la información que recibe al otro lado de la línea.

La riqueza en peligro

Incendios forestales - Chiquitania 2019 | Adolfo Lino

Incendios forestales – Chiquitania 2019 | Adolfo Lino

El Bosque Chiquitano, el mayor afectado por los incendios tiene una extensión de alrededor 40 millones de hectáreas y junto a la zona del Pantanal y el Gran Chaco, alberga alrededor del 36% de la extensión del departamento de Santa Cruz. En esa inmensidad de territorio se encuentran los parques nacionales Noel Kempff, San Matías, Kaa Iya, y Otuquis –declarados así por su riqueza en biodiversidad– dos parques departamentales: Silvestre Ríos Blanco y Negro y Santa Cruz la Vieja; y otros tantos de tuición municipal. “Está quedando todo esto como un cementerio”, dice Adolfo Lino. Con los ojos muy abiertos tratando de encontrar respuesta ante esta gran emergencia. Asegura que el área del Bosque Chiquitano no comprende la selva Amazónica como dicen las noticias que se propagan como el fuego. “Estamos perdiendo una batalla contra las columnas de fuego que han devorado millones de hectáreas y amenazan destruir nuestros parques naturales y la riqueza de nuestra biodiversidad”, sostiene.

El equipo de Adolfo Lino pretende dar claridad a las malas noticias que se han generado en la zona del desastre. Los activistas están nerviosos y agotados. Las condiciones no son las adecuadas para medir la catástrofe biológica incalculable. La falta de mando no contribuye a detener la especulación. Es momento de repensar el progreso tan obstinado que alimentaba Santa Cruz con sus grandes megaproyectos en mano.

El Bosque Chiquitano, el mayor afectado por los incendios tiene una extensión de alrededor 40 millones de hectáreas y junto a la zona del Pantanal y el Gran Chaco, alberga alrededor del 36% de la extensión del departamento de Santa Cruz.

 

Edición 225 Revista dat0s

Edición 225 | Sep 2019

La presente nota fue publicada en la edición 225 de dat0s de septiembre de 2019. Entonces miles de brigadistas, jóvenes sobre todo desafiando el peligro marcharon a la Chiquitania para contener el lastre que dejaba a su paso la intensidad del fuego.