Evo, los campesinos y facebook

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Foto: Javier Mamani

Por qué se ha definido como estrategia ejercer control ante las crecientes críticas que se difunden contra el presidente Morales.

La libertad de expresión vuelve a generar debate luego del anuncio del primer mandatario de controlar la circulación de información a través de las redes sociales, léase Facebook. El Gobierno está preocupado por las amenazas e insultos cada vez más frecuentes contra el primer mandatario. Hay asesores en comunicación del Gobierno que le han susurrado a los oídos del primer mandatario que debería regularse el uso de las redes sociales convertidas de un tiempo a esta parte en la espada que pende contra su imagen pública. Si bien no se menciona en esos términos, el análisis de los asesores incluye una vasta gama de efectos. Uno de ellos: el alcance político de las redes sociales en la  denominada “Primavera Árabe” que aglutinó a la ciudadanía en contra de los gobiernos de corte autoritario en Siria, Libia y Egipto, principalmente. Los Facebooks en Bolivia hablan de una muy pronta “Primavera Andina”.

Llama poderosamente la atención, asimismo, las declaraciones que realizó el presidente Morales durante una concentración de no más de 200 campesinos en 14 de mayo pasado en una provincia del Departamento de Chuquisaca. En esa ocasión Evo Morales leyó el contenido de críticas divulgadas en la cuenta del Facebook del periodista Carlos Valverde Bravo contra la actual administración. Analistas consultados por DATOS señalaron que resulta curioso que el jefe de Estado se victimice ante una manifestación de campesinos leyendo el contenido de páginas de Internet. Los consultados se preguntaron: “¿dónde quedó el bastón de mando del presidente símbolo desde épocas ancestrales que caracteriza el poder y empoderamiento de los Mallkus frente a sus bases?”. “¿Evo ya no ejerce autoridad como primer representante de los sectores campesinos?”. El hecho tiene dos diferentes lecturas a partir de la interpretación del mensaje.

La reacción de los campesinos cuando el mandatario leyó las críticas del periodista cruceño fue de absoluta indiferencia. “Este hecho -dijeron los consultados-, demuestra la sistemática pérdida de apoyo al primer mandatario en sectores que podrían ser considerados sus aliados naturales”. De la misma manera, ya no es novedad que se ejerza presión sobre aquellos medios contrarios al Gobierno. Es evidente que al no encontrar otros canales para vehiculizar sus críticas a la actual gestión de Gobierno, comunicadores y personas particulares hayan decidido utilizar las redes sociales para transmitir mensajes de desaprobación al manejo que impulsa el Gobierno de diferentes temas. El malestar es creciente. Un antropólogo consultado sobre el tema dijo que “es una muy mala señal que el presidente se cierre a las críticas porque denota el comportamiento de regímenes autoritarios en los que el poder supremo radica en una sola persona o de grupos influyentes que difícilmente reconocen sus errores y se dedican a pisotear a sus críticos”. Ante el hecho puntual de la referencia a los contenidos escritos por Carlos Valverde en su cuenta de Facebook, el mismo antropólogo señala que “a lo largo de la historia el campesino ha demostrado estar al lado del que ejerce poder; de ahí que es una tradición en la parte occidental del país usar el bastón de mando como demostración de fuerza”. Advierte que al asumir el papel de víctima el presidente Morales denota debilitamiento.

Esta realidad, contrasta con varios datos de encuestadoras nacionales que en las últimas semanas han difundido sondeos sobre la percepción de la ciudadanía sobre el manejo del reciente conflicto social. Los últimos enfrentamientos que durante abril y mayo asfixiaron la gestión del presidente Morales, hablan de una pertinaz actitud al conflicto en lugar de buscar soluciones a las demandas de los sectores descontentos. Ante la creciente ola de protestas, el Gobierno prefirió ejercer presión y para evitar  la difusión del probable daño que se ha infringido a la imagen presidencial, ensayó un conjunto de propuestas de modo a regular el contenido de los mensajes contrarios a su administración. Fuentes gubernamentales dicen que se ha pensado regular el trabajo de las empresas encuestadoras. Un día después de la encuesta de Radio Fides en la que se dijo que el 75% de los paceños ya no votaría por el candidato del MAS, surgió la propuesta para regular el trabajo de estas empresas.

Ataque y terrorismo

En medio de la concentración de campesinos en Chuquisaca Evo Morales sacó una hoja ajada de uno de sus bolsillos y se puso a leer los comentarios extendidos en la red por el periodista cruceño. Después de hacer algunas consideraciones el mismo Morales vínculó al periodista con el “consumo de drogas”. “Se trata de una típica actitud del poderoso para descalificar a la fuente”, le dijo a DATOS un periodista que prefiere mantener su nombre en reserva. La estrategia mediática gubernamental completó con menciones descalificadoras contra el periodista cruceño a episodios pasados cuando ejerció como director de Inteligencia durante el Gobierno del ex presidente Paz Zamora. Una de las plumas más lúcidas del oficialismo escribió una columna de opinión recordando el pasado de Valverde y  narró el episodio en el que las fuerzas de seguridad victimaron a los secuestradores de un conocido empresario. Todos murieron en ese operativo. Lo curioso del hecho es que se trata de un tema que preocupa al Gobierno del MAS por las implicaciones de otro episodio en el que también interviene Carlos Valverde. El periodista ha escrito un libro que cuenta los detalles de los sucesos que se registraron en el Hotel Las Américas la madrugada del 9 de abril de 2009 en el que murieron los presuntos miembros de un grupo irregular comandado por el ciudadano húngaro-boliviano Eduardo Rozsa Flores. Se trata de un caso que no deja de preocupar al Gobierno. Los familiares de las víctimas en esa operación policial no han cesado de reclamar en estrados judiciales internacionales por la violencia ejercida durante la acción armada. Entretanto, Carlos Valverde consultado por la cadena Gigavisión y las declaraciones del presidente que lo vincula al “consumo de drogas”, dijo no tener miedo a represalias y tampoco ir a la cárcel por su trabajo.

Las encuestas y Radio Fides

Tras el prolongado conflicto social y al conocer el resultado de la encuesta de Radio Fides varios asambleístas del MAS iniciaron una sistemática campaña para desacreditar el sondeo. “Es algo ilógico que una encuesta nos pueda dar que el presidente esté perdiendo la popularidad, por la coyuntura actual momentánea seguramente hay esa expectativa de la oposición creyendo que están desgastando al presidente y eso es totalmente falso porque son situaciones coyunturales que no expresan la realidad”, consideró el diputado Antonio Molina. El legislador rechazó los resultados de esa encuesta porque, a su juicio, Morales tiene el respaldo de la población, tanto urbana como rural (…) con seguridad esas encuestas son falsas y no comparten la realidad de la opinión de la gente (…) sostuvo. Por su parte, el jefe de bancada del MAS, en la Cámara de Diputados, Roberto Rojas, dijo que esas encuestas “no son creíbles” porque las fuentes son seleccionadas por la empresa encuestadora. “A veces son planificadas las encuestas y en este caso como estábamos en una época de conflicto posiblemente consultaron a puros médicos”, ironizó.

El caso no quedó ahí. Volviendo al accionar meramente mediático de los medios oficialistas, el canal estatal descalificó la labor del director de la radio Eduardo Pérez Iribarne. La campaña siguió en curso cuando Asambleístas del MAS confirmaron la elaboración de un proyecto de ley para regular el contenido de las redes sociales con el fin de evitar la difusión de insultos y mensajes discriminadores, según el diputado, Juan Carlos Cejas. Esta declaración coincide con un hecho destacado en el plano internacional. La decisión del Gobierno presidido por la presidenta de Brasil Dilma Rousseff de impulsar un mayor acceso al Internet. La presidenta Rousseff destacó como un logró de su Gobierno la sistemática incorporación de más personas  a las redes sociales. De acuerdo a los datos divulgados por la mandataria cerca de seis millones de familias que no tenían acceso a la Internet en sus hogares pasaron a contar con el servicio a través de un Plan Nacional de Banda Ancha propiciado por su gestión. Destacó que se ha exigido “a las empresas privadas que aumenten su inversión para el acceso a Internet más rápido y accesible a un precio justo”.

De acuerdo a varios estudios que se han difundido recientemente, Bolivia es uno de los países más caros para acceder al servicio sin que por el momento se conozcan planes de abaratamiento de las operadoras y mucho menos de la estatal de telecomunicaciones que en el último tiempo ha reconocido enormes deficiencias en cuanto a la implementación de proyectos que le permitan situarse a la vanguardia de la tecnología e incorporar planes masivos de conexión.

Todos estos elementos han colocado nuevamente al país en la mira de las naciones más rezagadas de la región, entre las que conjugan un intento de control a los contenidos que se difunden en la red y en los medios de comunicación. Pero posiblemente el efecto más perverso es negar a las mayorías  acceso a los sistemas modernos de comunicación. De esta manera difícilmente el Gobierno impulsará como en otros países una red de conexión para que las escuelas públicas cuenten con conexión a Internet, lo que para muchos  especialistas es considerado fundamental para garantizar igualdad de condiciones de desarrollo y aprendizaje.