Joan Martínez: Esta izquierda es anti ecologista

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AMBIENTALISTA | EL DESTACADO INTELECTUAL Y ACTIVISTA, CONSIDERA QUE BOLIVIA DEBE APOSTAR POR LA ENERGÍA FOTOVOLTAICA. ALERTA SOBRE LOS RIESGOS DE LAS MEGAREPRESAS Y DESCRIBE UNA EXTENDIDA SERIE DE MOVIMIENTOS SOCIALES QUE SE OPONEN A ESTOS PROYECTOS EN EL MUNDO.

OH!: Este mundo ha sido adicto al petróleo y los combustibles fósiles, y, como bien sabemos, por ello se ha consolidado un gigantesco poder de las petroleras. ¿Cómo está reaccionando ese poder frente a la emergencia de las energías alternativas?

Es un dominio que con Donald Trump vuelve a tomar fuerza. Pero es verdad que el petróleo se acaba, que no se acaba de repente, sino que es más difícil producirlo. Hay que ir más lejos y más hondo, para hallarlo. Por ejemplo, en Brasil, en el Presal, deben ir 6.000 metros desde la superficie del mar. Pero además es cada vez más costosa la relación entre la energía que se usa para explotar y la que se obtiene. Sin embargo, siempre salen con novedades como el fracking del gas que impacta localmente y ha aplacado la crisis del pico del petróleo.

Ahora bien, llegará la crisis del pico del petróleo, pero no llegará la crisis del carbón porque carbón hay muchísimo. Su problema, como en el caso del gas y el petróleo, es el contaminante dióxido de carbono que surge al quemarlo. En China hoy se producen 3.000 millones de toneladas de carbón anuales. Se calcula que explotan tanto carbón por persona como en Inglaterra en 1910, país entonces totalmente carbonífero y contaminado. Y la India llega a los 700 millones.

Gobiernos y empresas mandan este tipo de decisiones incluso en Alemania, donde tanto se ha hablado de las energías limpias. Se está probando allá que es muy difícil cerrar la minas de lignito (el tipo de carbón más denso) que hay diversas regiones de ese país. Por ello ha surgido un movimiento social, el Ende Gelände (Basta de carbón) que busca el cierre de esas minas pertenecientes a grandes empresas. Es un movimiento tan fuerte como aquel que se manifestó contra la energía nuclear hace 30 años.

 

OH!: ¿Y en que queda el boom de las energías alternativas?

Tras el descrédito de la energía nuclear, con los accidentes en EEUU, Ucrania y Japón, llegó el momento de las energías eólica y fotovoltaica. Sin duda, están cambiando el panorama. Hay días en España, por ejemplo, en los que la mayor fuente de energía eléctrica es eólica. Supera al gas, al carbón y la nuclear. Es algo que postulado hace 20 años parecía cosa de hippies, pero así está cambiando. Igual en el caso de la energía fotovoltaica, la que podría ser muy bien aprovechada en Bolivia. En lugar de proyectos como El Chepete – El Bala, se podría también apelar a empresas chinas para que, más bien desarrollen energía fotovoltaica. Hoy la China es el país que más avanza en energía fotovoltaica, tiene expertos, y Bolivia posee un gran potencial para esa energía debido a su ubicación. Acá hay mucho sol para aprovechar.

Se podría crear esa industria, sea con chinos o alemanes, y en cinco años habría expertos bolivianos que hasta podrían difundir sus conocimientos.

 

OH! ¿Qué tanto están cediendo las energías fósiles frente a las alternativas?

Hasta ahora en el mundo en general han ido aumentando todas. El carbón aumentó siete veces en el siglo XX. Colombia, por ejemplo, exporta 100 millones de toneladas de carbón al año. Pero claro, subió en menor proporción que el petróleo, y éste en menor proporción que el gas. Y todos subieron menos que las energías alternativas que crecen más de prisa. Pero éstas no van a sustituir todavía, van a complementar un creciente consumo mundial. La India, por ejemplo, con sus más de 1.000 millones de habitantes consumirá más, y también el África. Es decir, aún no hablamos de sustituir, sino de complementar. Digamos que complementar es sustituir poco a poco, pero sustitución rápida no habrá. Pero todo implica el hecho de pensar en trabajar para evitar el uso de energías fósiles y proyectos como El Chepete por su efecto contaminante.

 

OH! Leí que hasta Itaypú se precia de ser amigable con el medio ambiente, pero queda claro que las mega represas son peligrosas. ¿Sabe de megarepresas poco agresivas o más o menos amigables?

A veces las represas pequeñas hacen tanto o más daño localmente que las grandes. En estos días recordamos la muerte de Berta Cáceres en Honduras. La mataron por liderar al movimiento que se oponía a una represa de 20 megavatios. Y como ése hay muchos movimientos en el mundo. Luego hay grandes represas que han sido un fracaso. Por ejemplo, Asuán en Egipto, la acumulación de sedimentos hizo que retrocediera el delta del río Nilo. Luego, en el río Ebro de España, en el colorado de EEUU y México también se perdieron los deltas debido a las represas. Es el problema de los sedimentos, o que afectan al delta o que colmatan la represa al cabo de un año, y ya no produce electricidad.

Las represas en la Amazonía presentan el problema de las áreas inundadas muy grandes debido a la falta de pendientes. La vegetación afectada entonces se pudre y se genera el metano que contamina más que el dióxido de carbono. Eso, aparte de la destrucción de la biodiversidad y otros efectos. Entiendo que acá, en el caso del Chepete serán como 600 kilómetros cuadrados para 3.000 megavatios.

Por ese tipo de problemas ha surgido mucha oposición en el mundo. Hay movimientos de oposición a represas en el Himalaya, en Bangladesh, en Birmania, y son casos de represas pequeñas de 300 a 400 megavatios. En Brasil igualmente surgieron movimientos que hasta lograron parar la construcción de grandes represas. Por ejemplo en Sao Luis Tapajós, en el corazón de la Amazonia, activistas muy aguerridos pararon la construcción de una hidroeléctrica.

Por todo ello, han nacido redes de oposición a las represas. Los hay en Brasil como el MAB (Movimento dos Atingidos por Barragens) o en Colombia, Ríos Vivos. Allí la resistencia costó varias muertes, pero frenaron una represa de Urrá. También en México, el Movimiento de Afectados Por Represas y en Defensa de los Ríos (MAPDER) impidieron la construcción de la represa La Parota. Yo diría que de cada 20 proyectos de represas, ya hay cinco que la gente logra parar.

 

OH!: ¿Conoce algún caso que se parezca al del Chepete?

Hay un caso en Perú en Inambari. Igualmente es un proyecto de exportación de energía a Brasil que por el momento se logró frenar. Todo esto mueve a pensar, al margen de los debates, en que si la gente protesta y reacciona tiene sus razones. A ello se suma el hecho de que de cuando en cuando, hay represas que se caen. Por temblores, mala construcción, errores de cálculo geológico, etc. se caen, ahí están las estadísticas, hay muchos casos en todo el mundo. Obviamente, no hay esos riesgos con la energía fotovoltaica.

 

OH!: Lula, Evo, Correa han apostado por megarrepresas y otro tipo de proyectos que agreden al medio ambiente. Se esperaba lo contrario, ¿qué pasó?

Esta izquierda es antiecologista, le tiene rabia e inquina a los ecologistas. Había acá en Bolivia la esperanza de que se pueda combinar un gobierno popular con uno ecologista, pero duró dos o tres años esa ilusión. Correa lo mismo. Al comienzo apoyó la idea de dejar el petróleo Yasuni en tierra, pero dos años después cambió. En general pasó eso. En Brasil, Marina Silva dejó el gobierno, en Ecuador fue Alberto Acosta, acá también hubo gente que dejó el Gobierno tras las decisiones antiecológicas.

Podían haber sido gobiernos ecosocialistas y aportar al mundo con una nueva visión, pero perdieron la oportunidad hace más de ocho años.

En Argentina, igual, los Kirchner impulsaron minería a cielo abierto y luego fracking, y soya con impuestos. Ahora Macri es lo mismo, pero más y sin impuestos. Fueron malos ambientalmente y ahora tras la caída de los precios se ve que son malos también económicamente. Fue sólo extractivismo, hay que apostar al postextractivismo, no es una idea nueva. Ya estaba inscrita en el pensamiento de grandes latinoamericanos de izquierda como Raúl Prebish, Celso Furtado y Eduardo Galeano.

 

Perfil

JOAN MARTÍNEZ ALIER

Ha sido investigador del St. Antony’s College de Oxford y profesor en la FLACSO, en Ecuador, en la Unicamp (Campinas, Sao Paulo, Brasil), en la Universidad Libre de Berlín, en Stanford University y en la Universidad de California (Davis), en Yale University. Es autor de estudios de temas agrarios en Andalucía (España), Cuba y la sierra de Perú, miembro fundador (y presidente en 2006-2007) de la Sociedad Internacional de Economía Ecológica y de la Asociación Europea de Economía Ambiental. Ha sido colaborador de revistas alternativas (Cuadernos del Ruedo Ibérico, Bicicleta, Mientrastanto, Archipiélago), actualmente dirige la revista Ecología Política. También ha sido miembro del comité científico de la Agencia Europea de Medio Ambiente. Es columnista del diario La Jornada, México.


Fue director del programa de doctorado en Ciencias Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona entre 1997 y 2009. Políticamente ha sido impulsor del ecologismo político en España y candidato por los Verdes al Congreso de los Diputados de España.