La agenda de Cristina y Evo: Gas y migraciones

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su par boliviano, Evo Morales, repasarán este miércoles la agenda bilateral centrada en la compra venta de gas natural boliviano. La comitiva argentina está integrada, entre otros, por el canciller, Héctor Timerman; el ministro de Planificación, Julio De Vido; el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, y el subsecretario de Coordinación y Gestión del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta.

Argentina buscará una rebaja en el precio del gas mientras que Bolivia quiere encontrar mercado para el gas licuado de petróleo, una vez que sea concluida la planta separadora de líquidos que se construye en Tarija (Bolivia).

Según anticipa esta mañana el diario La Razón, de Bolivia, el Gobierno de Evo espera una “propuesta en firme” del vecino país, porque Brasil también está interesado en el negocio. La información la hizo conocer en rueda de prensa el vicepresidente Álvaro García, quien señaló que las condiciones técnicas y el precio influirán en la elección del futuro comprador del gas licuado de petróleo (GLP) boliviano. “Brasil ha hecho una oferta en firme, (pero) queremos oír la propuesta de Argentina. En función de oír las dos propuestas escogeremos la que más beneficia al país”, aseguró el funcionario al diario La Razón.

Bolivia le vende a la Argentina un promedio diario de 7,7 millones de metros cúbicos de gas natural. La ampliación reciente de la capacidad de producción de gas boliviano eleva el índice a 12 millones de metros cúbicos día.

La Paz y Buenos Aires habían suscripto en 2010 un contrato de compra y venta de gas natural para que el volumen de exportación se eleve a un techo de 27 millones de metros cúbicos.

Además de Argentina y Brasil, Bolivia ya tiene firmado un acuerdo energético con Paraguay y Uruguay para la provisión de GLP a esos mercados. Actualmente, el abastecimiento del energético para el mercado paraguayo depende en un 100% de Argentina.

El precio del gas y la carta de CFK

El flamante embajador  de Argentina en Bolivia, Ariel Basteiro, había reconocido este fin de semana que el objetivo de CFK tiene por objeto negociar una rebaja del precio de gas que Bolivia vende a Argentina. “El viaje tiene como objetivo principal rediscutir o replantear el tema de los costos y las tarifas que tenemos con Bolivia por el gas”, dijo y agregó: “Dependemos mucho del gas boliviano y Bolivia, de productos industrializados y alimentos elaborados en la Argentina”, dijo según anuncia el diario La Prensa de Bolivia. Y agregó: “La Embajada en Bolivia es estratégica por ser un país limítrofe, por una gran colonia de bolivianos que hay en Argentina y porque tiene un recurso como el gas, que es fundamental para el desarrollo industrial de nuestro país”.

Según trascendió, el as de la Presidenta será plantearle a su similar boliviano una propuesta para la legalización de los migrantes bolivianos que, suman alrededor de 1,8 millones, señala La Prensa.