La confusión deliberada de las encuestas

Por Redacción dat0s
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encuestas, manipulación, información desinformación

Hace menos de una semana los empresarios hacían cábalas sobre el resultado de las encuestas que les gusta escuchar para apuntar sus propios intereses. Esas reuniones no son frecuentes, se realizan de tanto en tanto porque las encuestas toman tiempo en hacerse, analizar sus variables y demostrar que son útiles.

La primera que apareció a mediados de noviembre fue del Grupo Garafulic en la que Evo Morales obtiene el 26,3% de la intensión de voto, seguido de Tuto (15,1%), Rodrigo Paz (12,8%) Chi Hyun (6,3%), Andrónico (4,4%) Manfred (3,8%), Carlos Mesa (0,1).

Los días que corrieron sirvieron para desatar el vendaval contra esa encuesta. A nadie le gustó que Morales (proscrito de participar en el proceso) sea incluido. Entonces Marcelo Claure, anunció en X que encargaría una a la mejor encuestadora del mundo (suele usar ese término “el” o “la mejor” para calificar sus empresas y las relaciones que mantiene). Su idea: “Ayudar a los bolivianos a identificar al hombre mejor ubicado para ser postulado a la presidencia”.

Con varias consideraciones de análisis e interpretaciones los resultados de esa muestra confirmaron una preocupante tendencia. Evo ocupó junto a Manfred el 18% de la intensión de voto por encima del resto. Samuel (13%), Tuto y Camacho (9%), Mesa (6%), Arce (4). Claure advirtió la variabilidad del resultado en un entorno en el que todo puede cambiar.

En medio de esas dos encuestas, entró al chat un Estudio Socioeconómico de la situación en Bolivia de Morris & Co que sutilmente (o desafortunadamente) filtró la preferencia de los candidatos a la presidencia. Sus resultados suscitaron inquietud entre los interesados y fue cancelada. En esta, Manfred obtenía 35,5% de la preferencia electoral, Andrónico (25,6%), Tuto (14%), Arce (12,1%), Camacho (6.1%), Samuel (2,2%), Mesa (1,2%), Rodrigo Paz (0,2).

La conclusión

Es de suponer que el primer objetivo de sus promotores se ha cumplido. La dispersión de sus resultados ha desorientado al elector en lugar de ubicarlo. La primera conclusión infiere que las encuestas son tendenciosas; la segunda que se necesita a Evo para polarizar al electorado; la tercera que las elecciones se ganan en la cancha con una buena estrategia. Y una pregunta: ¿Cree usted en las encuestas?

 

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