La controversial ruta que partirá en dos una selva de Bolivia que Evo insiste en construir
Es uno de los proyectos que más cuestionamientos y críticas le valió a Evo Morales en los más de 11 años que lleva como presidente de Bolivia. Tal vez el que más.
Se trata de una carretera que partiría en dos a una selva rica en biodiversidad que es, a la vez, un área indígena y reserva ecológica.
Sin embargo, el gobierno considera que esta polémica vía es estratégica para la integración del país y necesaria para mejorar la vida de las familias que habitan en ese lugar, llamado Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).
En estos días, el debate por la construcción de este camino, que uniría a los departamentos de Cochabamba (centro) y Beni (noreste), es de lo que más se habla en Bolivia.
Sin embargo, la polémica no es nueva en lo absoluto.
En 2011, este mismo proyecto provocó una multitudinaria marcha que cruzó el país durante más de 60 días y obligó al gobierno a suspender la construcción de la carretera cuando ya tenía todo listo para iniciar las obras (con financiamiento incluido y una empresa contratada).
Aquel episodio es considerado en Bolivia como una de las mayores derrotas políticas que sufrió Evo Morales.
Pese a ello, seis años después, su gobierno decidió volver a la carga alegando que son los pobladores del TIPNIS los que piden la apertura del camino.
No es más intangible
Este domingo, el mandatario boliviano puso en vigencia una ley que levanta el carácter de intangibilidad que regía en la zona desde 2011.
En el acto, Morales no perdió oportunidad para fustigar duramente al “medioambientalismo colonial” y a los sectores que se oponen a la carretera a los que calificó de “enemigos” de los indígenas.
“No les interesa que el movimiento indígena tenga luz o que tengamos carretera. No les interesa, pero usan al movimiento indígena, usan la ecología para vivir bien”, dijo Morales en ese acto, celebrado en una de las regiones que se beneficiaría con el proyecto caminero y rodeado de miles de sus seguidores que portaban varios carteles de apoyo al camino.
Mientras tanto, sectores indígenas que se oponen al camino, ONG, intelectuales y activistas ya anunciaron que combatirán al nuevo intento oficialista.
Sin embargo, todavía es temprano para saber si la historia de 2011 se reeditará.
Las razones de la carretera
Tanto el presidente boliviano como otros miembros del oficialismo insisten en que la carretera es una demanda de los pobladores del TIPNIS, aunque varios de ellos hicieron público que también están a favor de la construcción del camino.
Consultado al respecto, el viceministro de Transportes, Galo Bonifaz, le explicó a BBC Mundo que uno de los objetivos fundamentales de quitar la intangibilidad al área protegida es “facilitar el acceso a la salud, educación, vivienda, electrificación y otros beneficios” a favor de las comunidades que habitan el área protegida.
“Los dirigentes indígenas nos contaron que tardan tres o cuatro días para salir desde su comunidad hasta un centro médico porque allí no lo tienen. (…) Lo que piden los hermanos es que el desarrollo sostenible pueda darse en su territorio. Que tengan los mismos derechos que cualquier boliviano”, dijo el viceministro.
Bonifaz añadió que en su criterio existe “un sentimiento único entre los habitantes del TIPNIS” a favor de construir el camino, “y también entre los departamentos del Beni y Cochabamba. Ambas regiones necesitan integrarse por una carretera”.
El gobierno destaca que, en el acto del fin de semana, 64 de las 69 comunidades que habitan el parque nacional acompañaron a Morales.
El oficialismo sostiene que prácticamente desde la fundación de la república de Bolivia se planteó la necesidad de construir este camino, pero que por diversos motivos ningún gobierno pudo materializar esta posibilidad.
Si bien la ley que levanta la intangibilidad en el área protegida no instruye la construcción de la carretera a través de sus bosques, una de sus disposiciones finales establece que deberá elaborarse en los próximos seis meses un nuevo plan de transporte en el interior del parque.
La ley además señala que la apertura de caminos o rutas se hará acorde a la normativa ambiental boliviana cuidando de no afectar los sistemas de vida existentes.
“La ley es contundente y dice que no se permitirán más avasallamientos ni plantaciones de coca. La ley es proteccionista y dice que se debe coordinar cualquier acción de desarrollo con las comunidades. El Estado coordinará las decisiones con los indígenas”, concluyó Bonifaz.
Por su parte, en una entrevista con el canal de televisión boliviano RTP, el ministro de Obras Públicas, Milton Claros, anticipó que si se hace el camino será “amigable” con el medio ambiente.
Añadió que el progreso del TIPNIS y del departamento de Beni se encuentra “enclaustrado” por la falta de carreteras.
“No es sinónimo de desarrollo”
Como sucedió en 2011, los cuestionamientos a los argumentos oficialistas no se hicieron esperar.
“Es una lógica engañosa. Una carretera no es en absoluto sinónimo de desarrollo, eso es evidente no sólo en Bolivia”, le dijo a BBC Mundo Alejandro Almaraz, experto en asuntos rurales de Bolivia.
“Además, el gobierno tuvo al menos 10 años para aminorar las deficiencias en cuanto a servicios públicos que adolecen las comunidades en el TIPNIS”, agregó.
Almaraz, quien fue el primer viceministro de Tierras de Evo Morales entre 2006 y 2010 y ahora se encuentra en la disidencia, añadió que “lo que el gobierno hará, a título de desarrollo, es insistir en construir esa carretera sin considerar el impacto que ya advirtieron los estudios ambientales encargados por el propio gobierno”.
Para el asesor durante muchos años de organizaciones indígenas, el oficialismo intenta dar paso a una mayor explotación de los recursos naturales en la zona y habilitar mayores espacios para el cultivo de coca.
Almaraz considera que la intención de construir el camino revela que la administración de Evo Morales adoptó la vieja noción de desarrollo de la denominada Alianza para el Progreso promovida por Estados Unidos en la década del 60.
“Al principio Evo Morales era identificado como una esperanza para contrarrestar un modelo duramente depredador que pretende la acumulación de riqueza sobre la destrucción de la naturaleza. Esa esperanza de muchísima gente en el mundo se fue apagando con los hechos y eso lo constatamos ahora a nivel internacional”, concluyó Almaraz.
Por su parte, el investigador Xavier Albó, coincidió en señalar que el levantamiento de la intangibilidad en el parque nacional significa el aumento de las plantaciones de coca en la región.
“He llegado a la siguiente síntesis: quitar la intangibilidad al TIPNIS es igual a más cocaleros“, escribió Albó en una columna de opinión en la que además rebatió el argumento del desarrollo de las comunidades del lugar señalando que la mayoría de ellas se encuentran muy lejos del área por donde se planteó la construcción de la carretera.
El TIPNIS se encuentra al norte del Chapare, la región desde la que Evo Morales saltó a la política como dirigente de los productores de hoja de coca que habitan el lugar. El lugar que es considerado el bastión irrebatible del mandatario boliviano.
Seis años después
Durante el acto del domingo, Evo recordó que a estas alturas la carretera del TIPNIS ya estaría terminada “si no hubiera sido por esos pequeños grupos” que se opusieron a ella hace seis años.
El 15 de agosto de 2011, alrededor de 400 personas iniciaron una caminata que llegaría a La Paz 65 días después.
En mitad del camino, un violento operativo policial intentó dispersar a la columna indígena y muchos de los marchistas fueron maniatados, amordazados y montados en buses para ser trasladados de vuelta a sus regiones.
Evo Morales negó haber instruido aquella represión, y las contradictorias versiones que dieron los involucrados en ese entonces no permitieron que se esclarezca quién dio la orden del operativo.
Eso sí, lo sucedido ese 25 de septiembre le costó el puesto al ministro de Gobierno (Interior) de ese entonces, Sacha Llorenti.
En la recta final, la movilización, que se había multiplicado varias veces en número, fue aplaudida por los pobladores paceños que salieron masivamente a las calles para dar la bienvenida a los extenuados marchistas.
La larga caminata y la violenta represión sufrida multiplicó la simpatía a la causa de la marcha indígena en las zonas urbanas de Bolivia.
Desde que Evo Morales es presidente, jamás se vio una manifestación de esas magnitudes en su contra.
Manifestación que finalmente le torció el brazo y provocó que se suspenda la construcción de la carretera del TIPNIS.
Hasta ahora.
QUÉ ES EL TIPNIS
- El Isiboro Sécure es una parque nacional boliviano de 10.920 kilómetros cuadrados de extensión.
- Fue declarado como tal en 1965 y desde 1990 es reconocido como un territorio indígena comunitario.
- Su extensión es equivalente a la de países como Jamaica y Qatar, y el doble de los territorios palestinos.
- Está ubicado entre los departamentos de Cochabamba (centro) y Beni (noreste).
- Al sur del TIPNIS se encuentra el Chapare, la región productora de hoja de coca que es el principal bastión de Evo Morales.
- Se estima que alberga más de 3.000 especies de plantas y 850 de fauna, con casi 470 tipos de aves, según el Servicio Nacional de Áreas Protegidas de Bolivia.
- Unas 14.000 personas, concentradas entre 64 y 69 comunidades indígenas, habitan el TIPNIS.
- Un estudio de la Fundación Natura de 2011 concluyó que la construcción de la carretera provocaría la tala de 500.000 árboles y en 18 años habría generado la destrucción del 65% de la superficie forestal.
La carretera a través del TIPNIS
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Busca unir a los departamentos de Cochabamba (centro) y Beni (noreste).
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Las estimaciones señalan que tendrá alrededor de 300 kilómetros de extensión.
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El presidente de Bolivia afirmó recientemente que calcula que entre 55 y 65 kilómetros de la carretera debe pasar por la mitad de la selva, donde se deberá abrir un camino o construir túneles.
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El ministro de Obras Públicas anunció que la carretera será “amigable” con el medio ambiente. Añadió que el progreso del TIPNIS y del departamento de Beni se encuentra “enclaustrado” por la falta de carreteras.