Pablo Groux: Advertí que el Estado no daba atención a la cultura

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Foto: Ministerio De Culturas

La máxima autoridad del ámbito cultural de Bolivia recibirá el premio de EL DEBER por su gestión en la organización del paso por Bolivia de la competencia automovilística internacional Rally Dakar 2013 y por el impulso que dio a la aprobación de la Ley del Libro

El ministro de Culturas, Pablo Groux, tomó la noticia de que fue elegido personaje del año por EL DEBER “con incredulidad en principio, pero luego con satisfacción porque el trabajo de un equipo de 200 personas se concentra en ese reconocimiento”.

Politólogo de profesión, Groux atribuye a su especialidad la afinidad que tiene con la cultura. “Observé que en Bolivia las expresiones culturales trascienden todos los escenarios y advertí que el Estado, en sus distintas instancias, no le prestaba la suficiente atención”, asegura.

Ahora que ejerce un cargo jerárquico, el criterio que sustenta las políticas de su gestión es dar valor a la identidad, la cual tiene manifestaciones culturales y artísticas que durante muchos años fueron subestimadas. “El hecho de tener un ministerio en el Estado implica recuperar y dar valor a esa identidad que representamos, acercarnos a partir de nuestras expresiones y finalmente sentirnos orgullosos del país en el que vivimos”, dice.

Desde la gestión

Groux cree que si se trata de políticas culturales y prioridades, no hay que pensar en el país homogéneamente, sino en sus particularidades. “Hacemos esfuerzos para poder entender esas particularidades”, reconoce.

Para avanzar en el fomento del arte, la práctica y el consumo de todas sus manifestaciones, Groux sostiene que su despacho da las condiciones económicas e institucionales para que las iniciativas ciudadanas y las artísticas tengan respaldo desde el Estado. “La fórmula funciona, vamos a seguir alimentando y reproduciendo esa política, pero creo que una que es mucho más ambiciosa y estructural es la construcción de infraestructura adecuada para las manifestaciones artísticas en el país”, propone como reto.

Y aunque también cree que “el término de bellas artes ya no se usa”, especifica que el Ministerio de Culturas sí invierte en interculturalidad, descolonización y turismo cerca de Bs 60 millones por año. Para Pablo Groux, un aspecto pendiente en su gestión es la complementación de los objetivos de legislación integral sobre patrimonio, el audiovisual y los artistas.

Rally por el salar

También en 2013, el Gobierno, mediante el Ministerio de Culturas y otras instancias estatales, se empeñó en hacer realidad la participación boliviana en el Rally Dakar con el paso de la competencia por el territorio nacional. Groux atribuye ese interés a una estrategia de posicionamiento del país en el orden turístico mundial.

Como rédito espera “una gran visibilidad de escenarios fantásticos en el suroeste boliviano y un escenario de encuentro de los bolivianos que concurramos a Uyuni”, dice. La inversión estatal en el Dakar Bolivia asciende a Bs 70 millones, entre franquicias, promoción y obras de infraestructura.

Silvio y Gieco

Los conciertos de Silvio Rodríguez, en Santa Cruz; y de León Gieco, en La Paz, respondieron a “la aspiración de hacer de Bolivia un escenario privilegiado para las agendas de grandes e importantes artistas internacionales, esa es la motivación. Una tarea que debe tener el Ministerio de Culturas y Turismo es fomentar la interculturalidad, más allá de lo que significa Bolivia, y estos grandes eventos sirven para ello

La LEY del libro es una herramienta de fomento

La consolidación de la Ley del Libro, con su reglamentación, marcó 2013 y también la gestión de Pablo Groux.

¿Por qué era necesaria? La autoridad considera que para estimular el hábito de la lectura y para alentar a los escritores, editores e importadores a que fortalezcan esta actividad económica cultural.

Recuerda que engranar las piezas necesarias para que se haga realidad la ley costó el tiempo racional que permitió  articular la opinión de las cámaras del libro del país, la posición del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, que tiene una responsabilidad en sí misma, y la aspiración del Gobierno de entregar a Bolivia una herramienta de fomento.

Pese a ello, el ministro Pablo Groux opina que “no va a ser una ley que en sí misma alcance los objetivos de transformación cultural en la sociedad, hay que apoyarla con otras políticas de Estado”, propone.

Parte de esas políticas permiten que el Ministerio de Culturas invierta entre Bs 25.000 y Bs 150.000 en cada una de las 15 ferias del libro que se realizan en las capitales del país.

Perfil

REFERENTES PERSONALES

Pablo Groux se siente influenciado por varios escritores bolivianos que le enseñaron a entender la historia del país desde sus orígenes, afirma: Augusto Céspedes y Carlos Montenegro, autores contemporáneos como Edmundo Paz Soldán y extranjeros como Julio Cortázar y Bryce Echenique.

En música, los Kjarkas, Kalamarka, Loukass y el grupo Atajo. En pintura, los “grandes maestros”  Alandia, Solón y Pérez  Alcalá; en teatro, el fallecido Raúl Salmón, “que generó toda una corriente”, dice y acota, “en fin, hablar de arte o de artistas es hablar de un universo gigantesco en el que es muy difícil concentrarse”. Groux reconoce que Rayuela, de Julio Cortázar, marcó su pensamiento; que La nación clandestina, de Jorge Sanjinés, es una película inolvidable para él y que Siete crisantemos, de Joaquín Sabina, es su himno personal.