
El fangoso recorrido en el periodismo del manipuleo sujeto a quien etiqueta más.
Los daños colaterales tienen consecuencias profundas en la sociedad a partir de los compromisos de la verdad que asume la prensa. Hace apenas unos días, Bolivia Verifica (que no es un medio de comunicación, pero así se hace llamar “organización sin fines de lucro”, por lo tanto no puede ser un medio de comunicación que es una empresa privada con fines de lucro, BV recibe financiamiento para verificar canales de llegada y salida de la información que publican los medios, porque ha sido creada para eso, es decir, debe hacer un recuento de los daños colaterales provocados por las noticias falsas), reveló, que la campaña de alguno de los candidatos con origen en Cochabamba (al buen entendedor pocas palabras) estaba divulgado noticias incorporando los símbolos, logotipos de medios de comunicación internacionales como si fueran propios cuando en realidad eran falsificados por la firma que cumplía la difusión de información falsa embarcada en un tranvía sin retorno. A estas alturas se había gastado varios millones de bolivianos. Se estaba, en otras palabras, metiendo un tiro en la pierna que podría derivar fácilmente en un proceso. Pero esto es historia. Dat0s que en su momento fue una insignia del periodismo de investigación con tres procesos ganados que se interpusieron como procesos penales, derivaron luego en procesos bajo la Ley de Imprenta, sabe lo que significa defender la verdad ante un tribunal.
El cuento viene a que con la proliferación de medios en las redes sociales y de particulares, que nada tienen que ver con la profesión, “todos somos un medio”, dijo el ketamínico Elon Musk, el abuso de la desinformación y las mentiras son el caldo de cultivo de los que sin serlo disfrutan un lugar entre la audiencia asombrada para escuchar mentiras, especulaciones, guerras sucias que destilan a veces hasta sangre.
Si los afectados, como en el caso que nos ocupa, irían a los tribunales de justicia (no de imprenta) estarían haciendo cola hasta 2050. Como no es el caso, todos llenan de basura la mente y abusan de los corazones de sus audiencias. El periodismo ha perdido esta definitiva y decisoria batalla y los consejos, asociaciones y las organizaciones de la prensa no han hecho nada para impartir algunas lecciones, ni a sus afiliados, menos, claro, hacer educación, como los bancos se ocupan de hacer educación financiera o las farmacéuticas alertar el impacto de los medicamentos a la salud.
La investigación de Bolivia Verifica es excelente, pero se olvida de hacer su trabajo en la otra mitad (la manipulación acaba siendo una forma de mentira). Es oportuno que Bolivia Verifica, ya que entró en su terreno de acción, distinga y verifique con claridad: mentira y manipulación, si son el mismo fenómeno, qué comparten o son sujetos a otras formas pasteurizadas de decir la verdad.