Queman el Tunari para ampliar la mancha agrícola
Los bosques del Parque Nacional Tunari, que luego de los incendios quedan como cementerios de árboles, tardarán 20 años en recuperarse.
La recurrencia de las quemas, el lunes se registró dos siniestros simultáneos, puede estar vinculada con la ampliación de la mancha agrícola, dijo el jefe de protección del lugar. Alberto Terrazas.
En las comunidades de Caluyo, Liriuni, Tambo y su entorno hay más agricultores.
“Los comunarios están pendientes del agua que habrá para riego, quieren habilitar sus terrenos para siembra y ahí queman”, añadió.
Un bombero, Richard Coronel, coincidió y explicó que cuando se hace la limpieza de los terrenos no se tiene cuidado con las chispas. “Preparan terrenos para cultivar antes de que empiece la época de lluvia”, declaró.
El incendio del lunes por la tarde arrasó con 25 hectáreas de chacateas, pajonales, pinos y eucaliptos en Chocaya. Algunas especies tenían más de 100 años. Incluso, las avispas grises, “lachiwanas”, que hacen sus nidos en las chacateas están en peligro.
“Estamos viendo que sus nidos se han quemado, están en peligro por los incendios. Antes teníamos muchas, pero ahora sólo hay hacia Mizque”, manifestó Terrazas después de una inspección. Estos insectos son importantes para la polinización de las frutas.
A ello, se suman las perdices y el chiru chiru y hasta liebres que murieron por el incendio.
Los bosques que están en los lugares más húmedos como Potrero y Laphia hay menos esperanza para su reposición. La última vez que el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) visitó el lugar evidenció que cerca al 90 por ciento de los alisos que quedaron están muriendo.
“El suelo se va a erosionar, cada vez estamos matando a las plantas de la cordilleras, qué plantas ya van a sostener la tierra, se suelta la raíz”, precisó Terrazas.
Entre las consecuencias también está la falta de agua en los pozos, debido a que no hay forestación para que se infiltre agua, detalló.
Desde el viernes, se registró tres incendios en el Parque Tunari, Chocaya, Challa Monte y Pacata. En tanto, en el departamento se reportó 47 incendios en el año y quemaron 5.534 hectáreas.
VEN “SUPERFICIALIDAD AMBIENTAL” EN GENTE
Ante los constantes atentados a la reserva del Tunari el gestor ambiental, Gregory Paz, observó una “superficialidad ambiental” en los ciudadanos.
“La ciudadanía es hormonal, no queremos hacer la parte ingenieril, no queremos analizar la parte de gestión de reposición, somos mucho Facebook, estamos haciendo especulación”, dijo.
El director del Parque Nacional Tunari, Carlos Espinoza, dijo que se alista un plan de reforestación de 10 años con los municipios. Si bien la limitación no es financiera, se debe esperar a producir las plantas en viveros y las condiciones para que crezcan. “Lo más difícil no es plantar sino conservar”, dijo.
TESTIMONIOS
“Antes teníamos antena, handys para comunicarnos, teníamos equipo. El personal tiene que estar disponible, no es lo mismo guardaparques que están en el bosque que convocar a la UGR”. Alberto Terrazas. Jefe de Guardia PNT
“Estos parques son nuestro hogar, los animales suben ahí, toman agua . Con los comunarios vamos a poner guardia para que ingresen con su carnet, no queremos que pase esto”. Pastor Soto. Dirigente Potrero
“En esta época han sido constantes y se hace más difícil controlar porque las plantas son aceitosas y el viento es muy fuerte. El colchón de hojas que deja el fuego hace que no se pierda el riesgo de prenderse otra vez “. Richard Coronel. Bombero Quillacollo
DIRECTOR DEL SAR: “ME DA PENA EL SERNAP”
Hasta 1998 había 30 guardaparques para cuidar el Parque Nacional Tunari y cuatro puntos de control en el área de la cota 2.750 msnm. En 2017, sólo tienen ocho.
Además, no hay un sistema de coordinación, según observó el director del SAR Bolivia, Bernardo Aranibar. Explicó que no cuentan con una norma bien establecida ni comando para reaccionar ante un incendio e incluso se restringe el acceso de voluntarios.
“A mí me da pena el Sernap que no tiene presupuesto para contratar guardaparques, incluso, teníamos cursos con ellos”, dijo el responsable de los voluntarios.
OPINIÓN
Gregory Paz. Sociedad de Gestión Ambiental
“El Parque Tunari es la única reserva que nos queda”
Lo malo de los incendios es la quema del hábitat de los pequeños insectos que existen la ladera a la altura de la cota 2.750, es pobre en vegetación pero hay biodiversidad, las pocas aves que tenemos están en las quebradas.
Los troncos de los árboles son reservorios de carbón. Los eucaliptos, por ejemplo, liberan humedad, capturan más carbono de nuestro ecosistema contaminado. Los árboles no solamente consumen más agua, también ayudan a absorber agua en la tierra. En el valle no teníamos estos árboles, son especies que tenemos que conservar.
Estamos en un balance negativo del ecosistema, la única forma de nivelar son plantaciones masivas, de 1.000, 2.000 hectáreas. Lo único que nos está quedando para reforestar es el Parque Tunari, en el sur todas las serranías están con casas.