Ramiro Soriano: He dedicado mi vida a la música

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¿Cómo nació tu vocación por la música?

Desde muy pequeño, la música tuvo una presencia constante en nuestra vida familiar; mi padre, Armando Soriano Badani, más allá de literato y poeta, ha sido un gran amante de la música clásica el jazz y el tango.  A ello se suma que mi madre, Etna Arce de Soriano, fue por muchos años profesora en el Conservatorio Nacional de Música al que me llevaba desde muy pequeño y en el que empecé a estudiar desde los 8 años.

 

¿Has tenido la influencia de los grandes maestros, a quiénes recuerdas?

En Moscú tuve como maestros a Boris Jaykin, prestigioso director de orquesta de la vieja generación del Teatro Bolshoi, y a Gennady Rozhdestvensky, uno de los más famosos directores de orquesta rusos hasta el día de hoy en todo el mundo.

 

¿Dónde estudiaste y qué recuerdos tienes del lugar?

Soy egresado del Conservatorio Nacional de Música de La Paz y, desde 1977 hasta 1985, gracias a una beca del Gobierno soviético, realicé mis estudios en el Conservatorio Tchaikovski de Moscú. Fue una experiencia extraordinaria por ser este conservatorio uno de los más renombrados en el mundo.

 

¿Cuándo volviste a Bolivia que fue lo primero que hiciste?

Fui nombrado Director Titular de la Orquesta Sinfónica Nacional en 1982.  También ese año me hice cargo de Coral Nova, una institución entrañable que me ha acompañado a lo largo de toda mi vida musical.

 

¿Cómo calificas tu experiencia al frente de la Sinfónica?

Fue maravilloso, pero las condiciones en las que se debatía nuestra orquesta en aquel tiempo eran increíbles. A las ya complicadas circunstancias de nuestra vida cultural, se sumó la debacle económica que significó la hiperinflación de los años 80.  La labor por sostener la actividad de la orquesta fue titánica.

 

¿Crees que en Bolivia nos faltan exponentes para la música clásica?

No creo que así sea. Hay estudiantes muy talentosos y dedicados. Lo que sigue conspirando son las deplorables condiciones en las que, una vez profesionalizados, deben desempeñarse los músicos.  Estas malas condiciones, especialmente salariales, provoca que quienes estudian música terminen saliendo del país o buscando otra solución profesional.

 

¿Cuánto tiempo diario te toma tu profesión en tu calidad de maestro?

He podido dedicar mi vida a la música, de modo que, en las distintas facetas musicales que abordo (dirigir, componer, enseñar) ocupo todo mi tiempo diario.

 

¿Es complejo tu rol de forjador de talentos?

Hay muchos jóvenes talentosos que se dedican a la música, al menos en principio; aquí corresponde mencionar a la Orquesta Sinfónica del Conservatorio que dirijo con gran alegría, por los resultados conseguidos  En este trabajo tengo la colaboración invaluable del profesor José Durán.

 

¿La dirección sinfónica es la cúspide o el ascenso a nuevas conquistas?

La dirección de orquesta es la razón de mi vida y creo que, junto a los otros aspectos de mi actividad musical es un camino de desarrollo que no tiene fin.

 

¿Además de la música cuál es tu vocación o desafío?

En mi juventud jugué mucho fútbol y no estuve exento de haber ansiado convertirme en un jugador profesional, pero creo que, para comenzar, la  irremisible y creciente miopía que me aquejó desde muy joven conspiró para impedir ese eventualmente también pedregoso camino deportivo.

 

 

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