Sedes en alerta: Pando está en puertas de la tercera ola del virus

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Autoridades de salud de  Pando informaron ayer que  este departamento  “está en puertas  de una tercera ola del  coronavirus”. Ante esta situación, los responsables  del área  se encuentran en vigilia por el incremento de casos en esta región fronteriza   y temen que la principal causa  es el brote de una nueva cepa en Brasil.

“Estamos en puertas de la tercera ola de la pandemia”,  dijo a Página Siete  el director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) Pando, Danny Mendoza. Según la autoridad, esta situación se debe porque los casos de coronavirus se incrementaron en la última semana.

“Hace dos semanas reportamos  25 casos positivos de Covid-19 (por semana), pero esta última semana registramos 95. Eso nos ha causado una profunda preocupación”, dijo  Mendoza.

La autoridad de salud  dijo  que el incremento de casos se debe a  que en semanas pasadas se registraron  conglomerados de personas  en las campañas  políticas de las elecciones subnacionales.

“Ahora la mayoría de los afectados son personas jóvenes porque tienen entre 25 y 35 años. Eso llama  mucho la atención”, explicó  la autoridad y aclaró que aunque ellos son los  que más  se están contagiando con el coronavirus, los que más están muriendo son los mayores de 60 años.

Mendoza aseguró que el incremento de casos no sólo se registró en la capital Cobija,  sino en otros cuatro municipios, como Gonzalo Moreno, Santa Rosa, Porvenir y San Lorenzo.

“Se ha intensificado la vigilancia de la enfermedad en esos municipios para  controlar el incremento”, argumentó.

El  director municipal de salud de Cobija, Edwin Fernández, explicó   que  este incremento se debe  posiblemente al ingreso de la nueva variante de coronavirus (PI) procedente de Brasil.

“Estamos hablando  que esta nueva cepa ya estaría en Pando y en cualquier momento podría provocar un disparo de  los casos”, dijo. Indicó que los municipios  vecinos de Brasil tienen bastantes casos positivos. Aseguró que  el ingreso de la nueva variante  al país por  este paso fronterizo es muy alto.

Según el  infectólogo Juan Saavedra es muy posible que la nueva cepa ya  ingresó por esa  zona  fronteriza.  “Pero como lastimosamente Bolivia es un país de tercer mundo, no existe la tecnología suficiente  para realizar un  estudio al respecto”.

Para Fernández,  el registro del número de casos es de “bastante preocupación”. Considera que esa  cifra puede estar por debajo del número  real. Indicó que el  informe oficial sólo incluye a las personas  que acudieron a los centros de salud y se realizaron una prueba. “¿Qué pasa con esas otras personas que tienen la enfermedad, pero que no quieren ir al hospital”, se preguntó.

“Aquí la gente es muy reacia y se resiste a creer  en la existencia del coronavirus”, indicó y dijo que, por ejemplo, ayer se realizó una campaña masiva de detección de Covid-19 en la comunidad de Mejillones. Explicó que se identificaron  siete positivos  de  150 atenciones.

“Muchos de ellos incluso son reacios al tratamiento. Prefieren tratarse con medicina tradicional,  pese a que nosotros otorgamos  fármacos gratuitos”,  lamentó Fernández.

De acuerdo con el director del Sedes, ahora se  realizará un seguimiento al reporte epidemiológico para conocer si la cifra continúa en ascenso. “Esperemos que sea sólo un rebrote de la segunda ola”, explicó.

Fernández, el director de Salud de Cobija,  dijo  que  si la cifra supera  los 130 positivos, entonces el municipio se declarará en alerta.

Según  el expresidente del Colegio Médico de Pando, Wilson Salazar, este incremento de casos provocó  una  alta demanda de internados en el hospital Covid. “Hace dos semanas tenía sólo un paciente  internado en medicina interna y uno en terapia intensiva. Ahora las dos salas están llenas”, sostuvo.

Además, el Hospital Perla del Acre, que  en las últimas semanas estaba sin internos, hoy  tiene 10 pacientes  con coronavirus en medicina interna y cuatro en terapia intensiva.

Ante esa situación, las autoridades sanitarias aseguraron que los controles serán más estrictos.

Fernández agregó que  se hará cumplir las restricciones en la frontera, es decir que se deberán cumplir  horarios.

Ahora, los responsables buscan reuniones con las autoridades de la universidad pública para que suspendan  las  clases semipresenciales o presenciales. “Es porque  por  la frontera ingresan muchos jóvenes brasileños de los municipios vecinos que entran al país para acceder a estudios superiores”, explicó.