Seis pruebas de que el Silala es un manantial y no un río
De acuerdo con dos libros sobre el tema, hay al menos seis argumentos históricos y técnicos que demuestran que el Silala es un manantial y no así un “río de curso internacional”, como pretende Chile.
El secretario general de la Dirección de Defensa del manantial Silala, René Martínez, anunció ayer que el Estado tiene argumentos sólidos para elaborar la contrademanda que será presentada dentro de un año y medio, aproximadamente.
Cástulo Martínez, en su libro Las aguas del Silala, y Antonio Bazoberry, en su investigación El mito del Silala, demuestran con investigaciones documentadas y técnicas que las aguas del Silala se originan en manantiales en territorio boliviano y que el “río Siloli” jamás existió.
Los autores coinciden en que el término “río” apareció en 1904 por primera vez, ante el impulso de la concesión de aguas por las empresas The Antofagasta (Chili) and Bolivia Railway Co. Ltd, y Codelco, con la división Chuquicamata.
No obstante, esas seis razones no son las únicas que podrían ser parte de los argumentos de la contrademanda que ya elabora Bolivia, para contrarrestar la demanda presentada ante La Haya por Chile el 6 de junio.
“Hay un horizonte histórico de comportamientos reales, entre los que están la evaluación de esas solicitudes de concesión, la cancelación de concesiones, las obras civiles, la mampostería, el empedrado. Han dejado huellas de una ruta que viene de Chile hasta el Silala”, aseguró el secretario de Defensa del Silala.
Martínez explicó que Bolivia tiene “sólidos cimientos jurídicos e históricos”, porque en la demanda de Chile no se menciona la canalización de tuberías, la construcción de un desarenador o que los obreros del vecino país ingresaban a suelo boliviano para limpiar los canales, todo por orden y en beneficio de empresas privadas. “Esta demanda estaría para proteger intereses privados de poderosos inversionistas que mercantilizan el agua”, dijo.
Autoridades chilenas apoyaron la demanda de su país; sin embargo, cuestionaron también que el líquido elemento sea sólo para empresas privadas, por lo que solicitaron que el recurso natural beneficie a los habitantes que viven en la frontera con Bolivia.
Como Chile presentó la demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, Bolivia tiene que presentar una contrademanda. Según Martínez, el proceso de elaborar la contrademanda tardará al menos un año y medio, mientras tanto el equipo se conforma con dos especialidades: un grupo de profesionales especialistas y un equipo jurídico ante la CIJ.