Un puerto soberano en Puerto Busch, nueva ruta de integración comercial

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Expectativas empresariales y lleno completo que definen la historia de una salida poco ortodoxa al mar por el océano Atlántico. La cita tuvo como escenario en Hotel Radisson en Santa Cruz de la Sierra los pasados 30 y 31 de mayo. Evo Morales intuitivo y muy aplaudido se robó el show. El jefe del Estado Plurinacional revalidó sus títulos. “En 2005 me recibían con huevos, hoy sin ningún rencor pido la unidad para llevar a buen puerto este anhelado proyecto del departamento de Santa Cruz”. Tras la ovación cerrada en un salón colmado de expectativas, los participantes que siguieron el discurso del mandatario destacaron sus palabras. La Conferencia Internacional “Integración de Bolivia al Océano Atlántico a través de Puerto Busch y la Hidrovia Paraguay Paraná” tuvo una seguidilla de efectos posteriores aunque no inmediatos. Los empresarios cruceños anduvieron entre reuniones y contactos en los espacios de descanso entre cafés, cuñapes y masacos de queso y plátano, ciertamente un tanto desconfiados. “Haremos todo lo que se deba hacer hasta que se tengan listos los contratos de acceso de las vías y hasta que se haya firmado la Ley de Desarrollo de Puerto Busch, como paso previo a la licitación del proyecto”, dijeron. Se trata de un acceso de 120 kilómetros y la construcción de una vía férrea que dará luz verde a la factibilidad de la obra, además se habla de un puerto flotante con todas las características más avanzadas y transferencia de tecnología. Aportaron belgas y holandeses con videos enriquecedores sobre el uso de aguas por canales de acceso al mar.

La incertidumbre es justificada

La Alianza Pública Privada (APP) deberá seguir en los próximos meses un camino de certidumbres para terminar de soñar el arranque de las obras de ingeniería civil. Se trata de un proyecto de algo más de US$ 1.000 millones de los que el Estado Plurinacional deberá solventar con algo más del 60%, el resto con reglas claras, se dividirán los sectores empresariales en furtivas alianzas con  empresas de varios países que se dieron cita a la Conferencia. No faltó desde lo más alto la promesa del presidente Morales. “Convertir Bolivia en un polo de desarrollo regional con reglas claras para que los inversionistas vengan a Bolivia”. Un mensaje que sonó tranquilizante entre los asistentes, entre empresarios argentinos, paraguayos, representantes de organismos multinacionales y expertos de otras nacionalidades.

El presidente habló de puentes de integración, dejando de lado el discurso efímero que se había generado en torno a la media luna. “Hoy aquí veo luna llena”, citó el jefe de Estado.  “No más de separación”, completó. En tono subliminal dejó cicatrizar las heridas. Sin papeles visibles que delinearán su actuación en el evento, Evo habló de complementariedad con los organismos de financiamiento externo dispuestos a respaldar la ejecución de obras. La Corporación Andina de Fomento (CAF) envió a uno de sus expertos a exponer la viabilidad del proyecto. Fausto Arroyo experto en infraestructura del organismo multilateral con sede en Panamá y experiencia en el Canal no se quedó corto. “El Gobierno boliviano ha tomado la decisión de estructurar la construcción de un puerto potente que incorpore la zona al desarrollo del país”. Gestionó en sus palabras la metodología: plataformas, herramientas de institucionalización claras, logística, desarrollo tecnológico y empresarial. Una suma de factores que derivan en la sustentabilidad del proyecto.

En la actualidad, las exportaciones e importaciones bolivianas, casi en su integridad, apuntan los puertos chilenos de Arica, Iquique y Antofagasta cubriendo cerca al 81% de nuestras exportaciones y hasta el 83% en el caso de las importaciones de las mercaderías bolivianas en tránsito a los mercados de ultramar. Se piensa revertir hasta el 2030 los equivalentes en los mismos niveles sobre todo las vinculadas a minería, agroindustria, energía e hidrocarburos. El ministro Carlos Romero fue el indicado a citar antecedentes. Reconstruyó en imágenes los momentos clave desde que se inició la odisea que hoy parece una realidad.

El paraguayo Luis Carlos García, jefe de la Agencia Pluvial de la cancillería de Paraguay, apuntó la voluntad de desarrollar complementariedades en lugar de hablar de competencia. “Hay campo para todos”, dijo. Citó como ejemplo el modelo que impulsó su país. “Tenemos la tercera flota de embarcaciones más grande del mundo y la primera en Latinoamérica. Se trata de un ejército de 4.000 embarcaciones que nos permite exportar 14 millones de toneladas al año”. Y para coronar el éxito aportó un detalle. “Hace 20 años circulaban por la Hidrovia apenas 700 mil toneladas. Esto nos ha permitido generar un vuelco abismal en nuestro desarrollo económico. Estamos entre los 10 primeros países del mundo el producción y exportación de soya”.

No faltaron lecciones de geopolítica. El experto boliviano Marwin Flores. Dijo que existe un contexto geopolítico favorable para desarrollar Puerto Busch. “Cambiaría drásticamente el concepto de dependencia de nuestro comercio”. Observó que en el mundo ya no se habla de mediterraneidad sino de Interoceanidad y volvió a destacar el esfuerzo que cambiaría ostensiblemente el concepto arraigado que tenemos de dependencia con los puertos que miran al Pacífico.

Si algo quedó en el ojo de las conclusiones de la Conferencia, destaca el compromiso del presidente Evo Morales de apretar el acelerador. La conformación de un Consejo Superior integrado entre el Estado y la Empresa Privada para el aprovechamiento de Puerto Bush y de la Hidrovia. Los representantes gubernamentales estiman que con el pie a fondo del acelerador, en cuatro meses se llegue a la licitación como paso fundamental para concretar la construcción de Puerto Busch.