Vocales del TSE se aferran a sus cargos
Después de la renuncia de Wilma Velasco y Ramiro Paredes al Tribunal Supremo Electoral (TSE), los demás vocales se aferran al cargo sin escuchar el clamor de una dimisión colectiva. Afirman que permanecerán en sus funciones hasta enero de 2017 porque la Constitución establece que el mandato de los vocales es de seis años.
La expresidenta del TSE Wilma Velasco dimitió el lunes y su colega Ramiro Paredes ayer en la mañana. Ambos entregaron sus cartas de renuncia a la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Ambas exautoridades afirmaron que dieron un paso al costado para “salvar” la credibilidad del Órgano Electoral, ante la ola de críticas, por lo que plantearon a sus colegas “seguir este camino”.
Sin embargo, sus colegas indicaron que continuarán sus funciones porque en este momento la “gran preocupación” es organizar el referendo autonómico previsto para el próximo 12 de julio en cinco departamentos.
“Mi obligación es trabajar y existe un periodo constitucional de funciones, que es de seis años, en ese marco, lo que harán los vocales y mi persona es trabajar”, afirmó la vocal del TSE Fanny Rivas y dijo que su preocupación es elaborar reglamentos para el referendo autonómico.
Su colega Dina Chuquimia se limitó a contestar: “No realizaré ningún comentario”, pero recordó que la Constitución en su artículo 206 indica que el periodo de funciones de los vocales es de seis años. Los vocales Wilfredo Ovando, Marco Ayala e Irineo Zuna se negaron hablar con los medios de comunicación. Ovando y Ayala huyeron en sus vehículos con ayuda de funcionarios ante la presencia de periodistas.
También prohibieron el ingreso de los reporteros a las instalaciones del ente electoral.
Para el presidente de la Cámara de Senadores, José Alberto Gringo Gonzales, los vocales “están tan desgastados y desacreditados y tienen que dar un paso al costado”.
La autoridad reiteró que los vocales “están llegando a su fin”, pues ya cumplieron su ciclo, por lo que pidió a los vocales realicen una reflexión profunda y decidan seguir el mismo camino que tomaron Velasco y Paredes.
La titular de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño, dijo que los vocales del TSE tienen dos caminos: la primera es intentar mantenerse con una mirada crítica de la sociedad boliviana o asumir una decisión digna, como Velasco y Paredes.
“Una renuncia facilitaría mucho el proceso de reestructuración del Órgano Electoral. Creo que es una postura digna”, dijo.
En agosto de 2010, cuando fueron posesionados Ovando, Velasco, Zuna y Paredes, el presidente Morales pidió a los vocales que garanticen la democracia y que “no haya fraudes como antes”.
Ayer, en conferencia de prensa, Morales afirmó que los vocales “dejan mucho que desear” y saludó la iniciativa del Legislativo que planteó acortar el mandato de autoridades electorales.
Puntos de vista
Ramiro paredes
Exvocal del TSE
Por el bien de la entidad electoral
Decidí dar un paso al costado en bien de la institución, tenemos que anteponer el interés nacional e institucional de carácter personal.
Ahora valoro la decisión de Wilma Velasco, que era el único pilar que daba institucionalidad al Tribunal Supremo Electoral. En ese sentido creo que deben seguir la decisión de la presidenta del TSE, pero dejamos a la conciencia de los vocales que continúan ejerciendo funciones.
En el Tribunal Electoral existían diferentes posiciones que obstaculizaron la gestión que se debía realizar, lo que nos impidió ejecutar un buen trabajo durante el ejercicio de nuestras funciones.
Wilma Velasco Expresidenta del TSE
Sufrí acoso y violencia política
La causa por la que renuncié es porque nuevamente comenzó el acoso político de parte de mis colegas. Esto sucedió en 2014, antes de mi reelección, e iniciaron en esta oportunidad y es por ello que decidí dejar la presidencia y mi designación como vocal del Tribunal Supremo Electoral.
Además, renuncio porque sé valorarme y sé cuánto fue mi contribución sobre la institucionalidad del Órgano Electoral. Sufrí un acoso, violencia constante, porque desconocieron mi calidad de presidenta del Tribunal Electoral.
Ahora, si mis colegas quieren renunciar, es una decisión de ellos.