La propaganda oficial

Bolivia transita por una época de oro. Esto según sus autoridades. De ser así, todos deberíamos vivir felices y sin sobresaltos. Una de las características de la presente administración es que planifica el bienestar para todos; se han hecho leyes contra la discriminación y el racismo. Nadie se debe preocupar. Los enemigos externos han sido identificados y derrotados en aras de la integridad nacional.

Ya no representan ninguna amenaza para la estabilidad nacional. Los responsables de la “red de extorsión”, que se dedicaron a ejercer presión para torcer fallos en la justicia y recaudar millones, están presos. El caso está cerrado y los ministerios presumiblemente involucrados “los mejores”.

La seguridad es la condición elemental del ser humano para vivir en sociedad. Nadie, que en este país sea libre en su manera de pensar deberá tener problemas porque estará protegido por el Estado; éste a su vez, velará por el bien común y protegerá a sus ciudadanos de persecución y de los peligros que le acechan como la inseguridad o frente a cualquier forma de violencia. Las mujeres deben estar tranquilas porque tienen a sus representantes en las cámaras legislativas, como garantía que se les respetarán sus derechos.

El Ministerio de Economía anuncia que este año el país crecerá como ninguno otro en la región. Si todas estas metas se cumplen, de seguro avanzaremos entre los países más civilizados del planeta. Recuerdo cuando el presidente Morales al asumir sus funciones como primer mandatario y jefe de todos los bolivianos juró convertir a Bolivia en la Suiza de América latina. Todos esperamos que esa declaración sea una realidad. Para vivir mejor. Mucho mejor de lo que nos ofrece la propaganda oficial.