Cada año, cuando elaboramos el Especial del Año nos esforzamos como siempre de llevarle al lector una lectura fresca sobre los acontecimientos más sobresalientes que marcaron 2019 y de la conyuntura nacional e internacional. Sin embargo, este 2019 ha sido distinto con cambios que jamás los bolivianos nos hubiéramos atrevido a pensar que se producirían después de un proceso electoral en el que muchos factores inclinaron el peso de la balanza. La renuncia del expresidente Morales cierra un ciclo de 14 años de un Gobierno marcado por los encuentros y los desencuentros, los amores y odios que lo hacen pasible a la volatilidad del día a día; de los comentarios y críticas que arrecian sin piedad y de los días turbulentos que marcaron uno de los episodios más dramáticos de los últimos años. La presidente Janine Añez ha sido seleccionada entre los personajes del año porque esperamos que su Gobierno convoque en tiempos perentorios a las elecciones; la pacificación y la unidad de los bolivianos aún lejos de alcanzarse. Se siguen escuchando a diario análisis que, en lugar de traernos la anhelada invocación a la paz, siguen alentando días pesimistas si es que uno retorna o si es que la economía no soportará las enormes diferencias que existen en las metas de nuestro desarrollo.
Entre los protagonistas del año varias figuras que hacen un mundo mejor, pero como siempre no todas siempre son buenas noticias. Al lado de lo bueno que se debe destacar, convivimos categorías de perturbación que se reflejan en hechos y personas que probablemente no deberían figurar entre los destacados.
Importante espacio desde la portada de la presente edición, ocupan los jóvenes de las generaciones Y y Z que se convirtieron en un factor clave para la salida del anterior Gobierno. Las calles se convirtieron en sus aliados y los bloqueos y estribillos hoy deben pasar a una nueva etapa de decisiones serenas y maduras, imprescindibles para la nueva Bolivia que transitaremos solo si hay desprendimiento y si los jóvenes se despojan de ese recurso tan inútil cuanto deleznable de apuntar al Estado como un botín de guerra. Es una tarea difícil como ha quedado demostrado pero comprometedora porque cualquier resultado se mide por la acción de sus protagonistas que marcan el reloj de la historia que transitamos todos.
Más tolerancia cero
Junio de 2019 fue un mes fatídico para la familia Martínez. El padre, Oscar Alberto, joven de 25 años, salvadoreño y su hijo de 2 años acabaron ahogados en los márgenes del rio Bravo cuando intentaban cruzar a los Estados Unidos. La imagen representa una conmovedora muestra del peligroso recorrido que los migrantes enfrentan en su paso rumbo a EEUU y de las trágicas consecuencias que a menudo transcurren de manera invisible en el escandaloso y ácido debate sobre la política fronteriza.
Identificación Intersexual
La versión en español de la revista National Geographic destacó en julio uno de los temas más en boga como la identificación intersexual. Destacó la irresistible fuerza de Jonathan, de ocho años de edad; se identifica como niño y como niña simultáneamente desde los dos años y medio. En el Campamento de Día Arcoíris de la Bahía de San Francisco, en California, donde los niños pueden expresar libremente su identidad de género, Jonathan se disfraza de unicornio.