Sin “doma mutua” vienen tiempos duros

Por Carlos Rodríguez San Martín
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revista datos edición 245

El título es una frase del filósofo alemán Peter Sloterdijk, alude a quien quiere vivir la vida moderna en la que se expanden virus y bombas. El mensaje, está dirigido a los líderes políticos de las grandes potencias y a los que no son tan potencias como los G-7; a los dueños de las grandes transnacionales de la comunicación digital – a propósito censuran la tapa de la edición 244 de dat0s y sus contenidos -; a las grandes corporaciones farmacéuticas – nadie dice que en Ucrania se ha destruido un centro de investigación para la fabricación de vacunas –; a las naciones subdesarrolladas como Bolivia que sufre una crisis de “modernidad” -a su estilo- que nadie quiere mirar. Mientras los grandes negocios son vender vacunas y armamento, aquí la temperatura sube al máximo con jueces, fiscales venales que dan ejemplo amoral a la sociedad para que el robo se institucionalice. Es permitido robar, invadir predios ajenos, adueñarse del trabajo ajeno, detener al que es legal, piedra libre para el ilegal, construir sin licencia medioambiental, entre muchos otros casos que podrían dar para escribir un drama de los tiempos duros que enfrentamos. Eso en Bolivia. Hace años vivimos estos tiempos adversos. Sloterdijk pide la “doma mutua” de las potencias. ¿Quién pide la “doma mutua” en Bolivia?

Editorial, revista dat0s 245En la presente edición el lector accederá a una secuencia de hechos sobre la guerra en Ucrania. Creemos desde dat0s que es fundamental proporcionar una mirada ligada a la historia de los hechos desde la famosa reunión de Reikiavik, la capital de Islandia en 1986 entre los entonces presidentes de los Estados Unidos Ronald Reagan y el de la Unión Soviética Mijaíl Gorbachov. Es fundamental esa reunión para entender el desmoronamiento anímico y colectivo de la URSS y la supremacía hegemónica económica y política de EEUU. Los compromisos asumidos por ambas potencias para la no proliferación de las armas de destrucción masiva. La “doma mutua” entre ambas potencias para no militarizar la Europa del Este que caía sin remedio agotada, tambaleante y vencida junto a la Perestroika, la ondeante titularidad de ese nuevo concepto usado por Gorbachov, concediendo su autoaniquilamiento. Es importante recordar que ese encuentro en Islandia daría lugar al nuevo orden mundial que posteriormente derivaría en la caída del Muro de Berlín.