Un acuerdo en Bolivia abre una leve señal para enfrentar la crisis económica

Hablando con amigos banqueros, antes de conocerse el documento de diez puntos consensuados entre el gobierno del presidente Arce y una buena parte de las organizaciones empresariales del país, alejaba cualquier posibilidad de una crisis similar a la que Bolivia vivió en 1985 por diferencias notorias; entonces la moneda se depreció por encima del 20.000% dejando una pesadilla que nadie quiere repetir. A diferencia de aquellos años el boliviano (moneda) prevalece en las operaciones locales (créditos y otras operaciones) ya que gran parte de la cartera se encuentra en moneda nacional alejando el peligro de una caída del sistema financiero a corto plazo.

Poco antes, un par de periodistas de Santa Cruz circularon sendos comunicados de empresas de mediana estructura en los que anunciaban una reconfiguración en los precios de sus mercaderías por la escasez de dólares. Las notas difundidas en X (ex twitter) no entraban en consideraciones de análisis, simplemente fueron colgadas en el muro de la red generando una tarea reservada a la especulación.

En la tarde algunos de los más críticos analistas económicos del gobierno realizaron una breve descripción del documento de la reunión público privado en el que con matices calificaron la reunión como productiva, alejando un estado de incertidumbre instalado en la población desde la semana pasada por una inevitable estampida de la economía.

El acuerdo de ayer no resuelve el malestar, pero al menos compensa varias partes del rompecabezas que no encontraba fichas puestas para su composición. Algunos de los analistas consultados por los medios dijeron que este es un primer paso para que el Ejecutivo reencamine sus relaciones con el privado y sea en buena hora de una vez en la conformación de una alianza público privada en mérito a una especial atención de interés de la estabilidad con crecimiento.