A la caza de votos

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A los motivos político/electorales y económicos del doble aguinaldo habrá que preguntarse quiénes ganan y los que pierden. La salud emocional de Evo vs. la salud financiera del Estado Plurinacional.

 

NO SERÍA LA PRIMERA VEZ QUE EN BOLIVIA ocurra la desestabilización de un Gobierno. En octubre de 2003  varios factores determinaron el agotamiento de un ciclo político que necesitaba del oxígeno financiero de sus aliados externos que jamás llegó. El gabinete económico de Sánchez de Lozada requería US $100 millones para cubrir el déficit fiscal y atender las exigencias impuestas por los organismos de financiamiento externo. La situación  económica hacía peso con la presión de grupos radicales.

Durante su primer año de Gobierno, Sánchez de Lozada, a fuerza de penosas circunstancias, sumó aliados internos  que profundizaron la crisis política; mientras el movimiento social ganaba inusitado espacio en las calles y sobre todo en las carreteras generando un clima propicio a la desestabilización.

Nadie hasta ahora entiende porque los financiadores externos no escucharon las advertencias. DATOS reveló en sucesivas ediciones en 2003 -con información de primera mano- que especuladores financieros inyectaron recursos para organizar la conspiración. Varios argumentos sirvieron de bandera. Pero el más conocido de todos definió la batalla final. Y se la conoció como “La Guerra del Gas”.

El doble aguinaldo

Uno de los principales argumentos de los entornos del presidente Morales para convencerlo a decretar el doble aguinaldo es que está lejos de conquistar la mayoría absoluta para gobernar sin sobresaltos cuando en enero de 2015 inaugure su tercer mandato consecutivo. Mucha más gente opina hoy que no votaría por Evo en las próximas elecciones. Así las cosas, ha cundido la preocupación que se traduce en la búsqueda desesperada de votos. Es casi imposible que en las elecciones programadas para octubre del 2014 la fórmula Evo – Álvaro obtenga el inédito 63.4% de votos que recibió en las elecciones de 2010. Porcentaje con el que conquistó su tesoro más preciado: los 2/3 en la Asamblea Legislativa. Al cerrar 2013, de acuerdo a encuestas confiables, el presidente Morales consolida entre un 36% de la preferencia electoral. Hasta un 60% de la gente aprueba la gestión de Gobierno (los bonos y nacionalizaciones), pero afirma que no volvería a votar por la fórmula oficialista.

En esa lógica, se resolvió redactar el Decreto Supremo 1802 que obliga a los empleadores del sector público y  privado pagar doble aguinaldo. Se trata de una medida contradictoria, como analiza el experto Luis Federico Quiroga (página 30). Dos semanas antes de conocerse el Decreto Supremo, el Banco Central de Bolivia había anunciado que retiraría de circulación 4.000 millones de bolivianos para evitar el recalentamiento de la economía y por ende la inflación. Muchos funcionarios públicos dicen que la medida no fue atinada y hay quienes lamentan: “la decisión puede ser el comienzo del fin”.

Se refieren a las enormes grietas que ha provocado la medida. Moros y cristianos hablan de una inminente inflación.

Premios y castigos

La medida castiga a los pequeños y a los micro empresarios que antes del Decreto Supremo ya tenía problemas de liquidez. Son cientos de miles de personas que han recurrido al crédito bancario para abrir sus negocios, que trabajan con costos altos y sin excedentes. De igual manera dilapida las relaciones con el sector empresarial que antes del 1802 había pactado acuerdos con el Gobierno. “Los empresarios nos acabamos dando cuenta que no somos los aliados naturales del Gobierno”. La medida destapó una olla contenida a presión. Hay cerca de 5 millones de bolivianos desocupados en edad productiva. Si se cumpliría a raja tabla la disposición, más bolivianos quedarían desocupados.

La pregunta que se hacían y se siguen haciendo los estrategas de campaña del MAS es de dónde  conseguirán del 25% al 28% que les falta para sobrepasar el 51% de los votos. Ya ni siquiera piensan en sumar los anhelados 2/3 con los que dominan la Asamblea Legislativa.

La salud de la economía

La medida es riesgosa porque podría minar la salud de la economía donde radica la salud del presidente   Morales. Todos saben que la fortaleza de Evo es vital pero ya no todos están seguros que la apuesta lo  dejará indemne a sus planes de reelección indefinida como reza la agenda patriótica que la trabaja un equipo de sus más fieles escuderos. Evo 2014, Álvaro 2019 y nuevamente Evo 2024; cuando el primer  mandatario haya cumplido 65 años. Ninguna  exageración, si se considera el retorno de Michele Bachelet a su segundo mandato con 62 y los 74 años del uruguayo Tabaré Vásquez.

Hubiera sido mejor que decretar el pago de un segundo aguinaldo tener un presidente a plenitud física y emocional, presente en todas las decisiones; tal parece que su popularidad por si sola ya no le alcanza para reproducirse indefinidamente en el poder como él quisiera. Es claro que la plenitud física incluye y muy especialmente la plenitud psicológica y en ese sentido nadie ha considerado lo doloroso que resulta para el primer mandatario tener que rechazar el pago a los rentitas y jubilados que reclaman en las calles porque consideran que han sido el soporte de la economía. Hay en todo esto un fuerte componente sentimental.

Tres versiones: política, económica y conspirativa

Parafraseando al propio presidente cuando dijo que la corbata afecta al sentimiento, habrá que decir que  la mente forma parte del cuerpo tanto  como del cerebro. Por lo tanto, la alusión a la corbata es ficticia, pero no deja de ser sentimental. Esta historia viene a cuenta porque a partir de la decisión de la  promulgación del decreto que dispone la cancelación del doble aguinaldo se esparcieron al menos tres versiones. La primera de que la decisión es política y ciertamente electoral.

La segunda, en la que incluso sus aliados, han manifestado cierto temor porque la medida sea inviable más allá del 2014 en caso de que la economía explotase en 2015.

En medio de ambas versiones, cobra fuerza una tercera. Se dice que como en toda conspiración hay un tercer interesado en provocar la hecatombe -similar a la que vive Venezuela-. En esta versión se utiliza a modo de generar fantasmas a infiltrados en el propio esquema; una fuerza poderosa capaz de desatar el caos financiero provocando el naufragio del esquema hasta ayer indestructible. En esta versión, Bolivia se pone nuevamente en la mira de los poderes transnacionales interesados en fragmentar la nave del  Estado y convulsionar el país en una crisis interna que cambie de actores y escenarios.