Adelantan guerra sucia en campaña

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La “guerra sucia” en estas elecciones, conocida también como “campaña negativa”, tiende a subir de tono en el actual proceso electoral. Insultos, referencias a la vida privada de los candidatos, medias verdades y calumnias son, según analistas consultados por Los Tiempos, algunas pautas para reconocerla.

De las alusiones al pasado político de los candidatos opositores por parte del presidente Evo Morales y de la insistencia de estos a debatir programas, actualmente el enfrentamiento verbal se agudiza.

Incluso a través de las redes sociales y de mensajes que circulan por correo electrónico, los insultos y denuncias son permanentes. El TSE ha confirmado que la “guerra sucia va en aumento entre candidatos y militantes de diferentes organizaciones políticas”. Si bien no hay sanción para ello, la oficina responsable convoca a debatir sobre las propuestas.

Según analistas, la guerra sucia aumenta en la recta final de los procesos electorales y si bien puede resultar eficiente en un momento dado, causando daño al adversario, al final tiene un efecto búmeran, termina en contra del que lo inicia.

Referencias

*Con la estrategia de la “guerra sucia”, Gonzalo Sánchez de Lozada logró en 2002 bajar en un gran porcentaje la intención de voto que tenía Manfred Reyes Villa y pasar del tercer al primer lugar, aunque no necesariamente implicaba el crecimiento en votos del candidato del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).