Ante las elecciones presidenciales en Bolivia, ¿podría Evonomics regresar?

0
349


Los votantes bolivianos, golpeados por la agitación política y la pandemia del coronavirus, buscan certeza económica ante las elecciones del 18 de octubre, por lo que las encuestas sugieren que podrían impulsar el regreso de los socialistas y de “Evonomics”.

 

El país andino fue una de las economías más firmes de América Latina durante los casi 14 años de Gobierno del líder izquierdista Evo Morales, cuyo tipo de capitalismo socialista fue aplaudido, aunque comenzaron a aparecer grietas en sus últimos años.

Morales renunció el año pasado después de una polémica elección que estuvo marcada por acusaciones de fraude, lo que desató un período de agitación política y violentas protestas. Los comicios de este mes son una repetición de esa votación.

Su partido socialista MAS, a pesar de que Morales está exiliado en Argentina, lidera las encuestas ayudado en parte por los recuerdos de estabilidad económica, mientras que la pandemia dejo a muchos en la pobreza y sin trabajo.

“Voy a votar por MAS porque se identifica con la gente y nos dio trabajo todos estos años. No como ahora, cuando apenas hay para comer”, dijo Juan Muriel, de 43 años, albañil de la ciudad serrana de El Alto.

El Banco Mundial estima que la economía de Bolivia, dominada por la agricultura y el gas, caerá alrededor de 6% este año después de más de tres décadas de crecimiento, mientras que las reservas internacionales han caído peligrosamente por las menores exportaciones de gas y soja.

El denominado “Evonomics” -una mezcla de nacionalización, obras públicas y algunas políticas favorables para sectores como la agricultura- ayudó a impulsar el crecimiento durante más de una década, aunque sus críticos dicen que su Gobierno se montó en el auge de las materias primas en la década del 2000 que impulsó a las exportaciones de gas. Pero el crecimiento comenzó a desvanecerse mucho antes de que dejara el cargo.

El crecimiento del 2,2% en 2019 fue el más débil desde 2001.

El flamante ministro de Economía del Gobierno interino, Branko Marinkovic, dijo a Reuters que el costo económico de la pandemia fue de alrededor de 5.000 millones de dólares y que la contracción económica sería de 4% en 2020 y que podría crecer un 4% en 2021.

“Va a ser un año muy duro el año que viene”, señaló.

Marinkovic agregó que el gobierno interino de la exsenadora Jeanine Añez, quien asumió el poder ante el vacío de poder por la renuncia de Morales el año pasado, buscaba concretar préstamos internacionales para cumplir con los pagos y ayudar al país a recuperarse.

“Yo no puedo dejarle una bomba de tiempo al Gobierno que venga y no ser responsable de dejarles algún tipo de crédito puente para estos dos años que vienen y que van a ser duros”, explicó.

Con la pandemia, la economía de Bolivia cayó un 7% en la primera mitad del año, mientras que el desempleo se disparó hasta el 11,8%. El déficit fiscal también empeoró.

“BOLIVIA ESTÁ EN PELIGRO”

Añez, quien era candidata presidencial, se retiró de la carrera electoral, dejando al expresidente centrista Carlos Mesa como el rival clave del líder socialista Luis Arce, un aliado cercano de Morales y su antiguo ministro de Economía.

“Hoy más que nunca Bolivia está en peligro, Bolivia está en riesgo y no existe por parte de los partidos de derecha ninguna respuesta que vaya a resolver el problema, nosotros tenemos la solución”, dijo Arce en una reciente conferencia de prensa.

Una última encuesta difundida el pasado domingo por medios bolivianos muestra que Arce mantiene el primer lugar con el 30,6% de la intención de voto, seguido por Mesa con 24,7%, con lo que se perfila una posible segunda vuelta en la que podría ganar Mesa.

Mesa, cuyo partido Comunidad Ciudadana (CC), quedó en segundo lugar en las elecciones anuladas del año pasado, dijo que su prioridad sería la creación de empleos.

“Para poder recuperar los empleos que se perdieron a raíz de la pandemia y generar otros nuevos, necesitamos inyectar recursos económicos a las empresas y a las familias”, dijo.

Ruddy Villanueva, de 48 años, propietario de una tienda de ropa en el centro de La Paz, la sede del Gobierno del país, dijo que se inclinaba por votar por Mesa debido a las acusaciones de corrupción contra el MAS y su falta de apoyo a la industria y a la generación de empleo.

Daniela, una estudiante de 23 años de la Universidad Católica de La Paz que no quiso dar su apellido, dijo que aún no sabe a quién votará.

“Estoy indecisa, todavía ningún candidato me convence y no veo que hayan propuestas de verdad. La situación está que arde en el país y sin un buen presidente las cosas pueden empeorar”, explicó.