Bolivia blinda su diplomacia con políticos y leales

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Foto: El Deber

La diplomacia boliviana dio un giro rotundo a partir de la asunción al poder de Evo Morales. Y más aún en 2013, cuando se aprobó la nueva Ley del Servicio Exterior. El eslogan de diplomacia de los pueblos, que instaló el Gobierno, abre paso a que funcionarios asuman embajadas en el exterior sin contar experiencia diplomática.

Bolivia, en la región, blindó su servicio exterior con políticos del Movimiento Al Socialismo (MAS). En Europa se ve dos embajadores con carrera diplomática.

También hay perfiles profesionales. Bolivia tiene 35 embajadas en el exterior, incluyendo la del Vaticano. En la lista de embajadores en Sudamérica hay tres exlegisladores del MAS: el cantautor Juan Enrique Jurado, en Ecuador; Santos Tito Veliz, en Argentina, y Edmundo Polo, en Colombia. En Italia se instaló el exdiputado masista Carlos Aparicio. También existen tres exministros de Evo Morales con cargo de embajadores: José Kinn, en Brasil; René Orellana, en Uruguay y Ramiro Tapia, en España.

En la nómina diplomá- tica también se incluye a dos dirigentes políticos del MAS: José Paredes Coímbra (funcionario y exviceministro), en Nicaragua; y Reynaldo Llanque, en Paraguay. Este último fue asambleísta departamental en Oruro. El único militar que engrosa el servicio exterior es Juan Gonzalo Durán Flores, quien fue comandante general de las Fuerzas Armadas y ahora es embajador en Francia.

Sebastián Michel, embajador en Venezuela, y Pablo Canedo, encargado de negocios en Estados Unidos, fueron candidatos del oficialismo en las elecciones subnacionales de 2015. El primero a concejal por la ciudad de La Paz -pero antes fue viceministro de Comunicación- y el segundo a la Gobernación de Tarija. En México, un exfuncionario de la Cancillería, con sede en La Paz, dirige la embajada boliviana. Se trata de José Crespo Fernández, allegado al excanciller David Choquehuanca. Dentro los perfiles profesionales están Gustavo Rodríguez Ostria, en Perú; Eduardo Rodrí- guez Veltzé, en los Países Bajos; Julio César Caballero, en la Santa Sede; Sergio Arispe Barrientos, en India; y Néstor Bellavite Terceros, en Bélgica. Los embajadores con carrera diplomática son dos: Víctor Veltzé Michel, en Austria; y Heriberto Quispe Charca, en China.

Designaciones polémicas
egún el portal digital de la Cancillería, las embajadas de Bolivia en Alemania, Canadá, Corea del Sur, Costa Rica, Cuba, Dinamarca, Egipto, Gran Bretaña, Irán, Japón, Rusia, Saharaui, Serbia, Suecia y Suiza son dirigidas por ministros consejeros o secretarios. Serían 15 legaciones diplomáticas que no tienen embajadores. Las últimas designaciones que engrosaron la lista diplomática son de Pastor Mamani, expresidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), como embajador en Panamá y Ramiro Guerrero, exfiscal general, como cónsul general en Chile.

El analista internacional Álvaro del Pozo considera que el Gobierno de Evo Morales no comprendió la esencia de la diplomacia y acusó al jefe de Estado de “destruir” la carrera diplomática del país, que se había consolidado, dice, desde la recuperación de la democracia.

“La designación a lo largo de este periodo de Gobierno fue en el nivel de la prebenda; es decir, voy a premiar políticamente a excomandantes militares, artistas o jugadores de fútbol en cargos que deberían ser ocupados por gente idónea, gente formada para representar al Estado boliviano”, remarca Del Pozo. En defensa sale el canciller Diego Pary.

El ministro de Relaciones Exteriores señala que la diplomacia boliviana dio un giro a partir de la llegada de Evo Morales y afirma que los cargos de embajadores y cónsules dejaron de ser para perfiles intelectuales y exclusivos. Se enfoca, por ejemplo, en la designación de Ramiro Guerrero y dice que es prematuro evaluarlo. “Lo importante es que hay que reconocer el profesionalismo de las personas, él (Guerrero) está iniciando una tarea y una vez que las cumpla habrá que hacer las evaluaciones correspondientes. Cualquier otro comentario es prematuro”, detalla Pary.

Ley del Servicio Exterior
En esa misma línea camina el exministro y analista internacional Hugo Siles. El experto destaca que la nueva Ley del Servicio Exterior permite que personas que no estén especializadas en diplomacia puedan acceder al servicio exterior. Justifica que esta normativa permite la inclusión en la diplomacia, que antes, dice, estaba copada por círculos pequeños.

La norma fue promulgada por Evo Morales en diciembre de 2013 y tiene como eje central la reposición de la carrera diplomática sobre la base de un nuevo escalafón. La ley, además, establece tres formas para acceder al servicio exterior: por invitación del Canciller; por convocatoria, a través de concurso de méritos y exámenes de competencia; y para quienes se graduaron en la Academia Diplomática Plurinacional.

El analista internacional Andrés Guzmán Escobari lamenta que la actual estructura del servicio exterior tenga una base con perfiles políticos y no diplomáticos. “Es una pena lo que pasa en nuestra diplomacia. No vamos a poner a un carpintero a realizar una cirugía. En diplomacia tiene que haber gente profesional en diplomacia y relaciones internacionales, ya que es un tema complejo. Ese descuido trajo retrocesos y perjuicios para el Estado”, dice.

 

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