Camachistas y Demócratas pisan fuerte en el gobierno de Añez

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Jeanine Añez gobierna Bolivia desde el 12 de noviembre apoyada en dos estructuras: la de los camachistas, representados en su mayoría por   cívicos y profesionales cruceños, y Demócratas, el partido al que pertenece  la Presidenta y que también tiene sus raíces  en  Santa Cruz. Analistas consideran que su presencia es legítima porque ganaron ese espacio.

De acuerdo con  fuentes consultadas por este medio, estas dos fuerzas componen el gabinete de Añez  desde el 13 de noviembre, aunque ya se dieron algunos cambios que al parecer tienen desequilibrada la correlación de fuerzas entre los cívicos y el partido de la mandataria.

En ese contexto y considerando los ministerios  más relevantes en la administración del Estado,  los camachistas se hicieron cargo de las carteras de Relaciones Exteriores, Defensa,   Comunicación y la Presidencia; sin embargo, el martes  perdieron ese ministerio  ante la decisión de Jeanie Añez de sacar del cargo  de ministro a Jerjes Justiniano, argumentando la necesidad de una mayor coordinación de esa cartera con su despacho y otras instancias. El despacho de la Presidencia fue ocupado por  Yerko Núñez, senador de Demócratas.

Por su lado, Demócratas ocupa  los  ministerios de Gobierno, Economía, Obras Públicas, Justicia y ahora el de la Presidencia.

El politólogo Ludwig  Valverde considera que la presencia de estos dos grupos en la gestión de Jeanine Añez es legítima porque lograron ganar ese espacio político con las movilizaciones y otras intervenciones que se  realizaron a partir de la defensa de los resultados del referendo del 21 de febrero de 2016 (21F) y las manifestaciones tras el fraude en los comicios del 20 de octubre, que terminaron con la renuncia de Evo Morales.

“Principalmente los cívicos, como los partidos de oposición, principalmente Demócratas, lograron ese espacio político con legitimidad”, sostiene.

El analista remarca  que esta situación pone tanto a los cívicos  como a  Demócratas ante el desafío de atender la agenda urgente que tiene Bolivia después del abrupto cambio de gobierno y el contexto de violencia que siguió a la dimisión de Evo Morales; pero también ante la oportunidad de proyectarse políticamente y cosechar réditos en las próximas elecciones  que se avecinan.

“Es una oportunidad para observar el perfil técnico de los profesionales bolivianos en un con texto de renovación de figuras políticas;  es una gran oportunidad para mostrar un perfil diferente al que mostró y muestra el MAS con su lógica de copamiento de los órganos del Estado”, añade.

El politólogo Franklin Pareja recuerda que el principal objetivo que justifica la presencia de estos nuevas personalidades, tanto cívicas como profesionales, en la gestión de gobierno es la realización de las elecciones. “Todavía no es tiempo para valorar si lo hicieron bien o mal; el objetivo es que las elecciones culminen exitosamente”, sostiene.

Considera natural y constitucional  que la presidenta Añez tenga entre su equipo de colaboradores a miembros de su partido.

Al referirse a la presencia del movimiento cívico en el gabinete, sostiene que “no es lo recomendable porque algunos de los dirigentes, como Luis Fernando  Camacho,  ya pasaron de la acción cívica a la política”. “Lo que se ve es que al final estas instancias cívicas son trampolines políticos”, añade.

Sin embargo,  considera que lo único importante es que la Presidenta   precisa  personas competentes que le resuelvan tres situaciones: la continuidad de la gestión, bajar el foco de tensión y lograr la pacificación, y mantener las fuerzas del orden debidamente controladas.

“El país vive una aparente calma, lo que no garantiza que en cualquier momento se puedan reavivar nuevamente los conflictos. Si la Presidenta tiene garantizados estos tres aspectos  se puede pensar en unas elecciones en condiciones relativamente estables”, dice.

Relación con cívicos está afectada y hay un entorno que cerca a Añez

A 21 días de ser posesionado, Jerjes Justiniano fue destituido  del Ministerio de la Presidencia por la presidenta Jeanine Añez. Con esa decisión los cívicos perdieron un espacio en el gabinete, algo que – según Justiniano- afectará la relación entre la Jefa de Estado y el líder de los cívicos, Luis Fernando Camacho.

“Creo que queda una relación afectada, no resquebrajada, no partida, pero sí afectada porque mi  presencia en el gabinete obedecía a un aporte  del movimiento cívico. La forma de la salida creo que afecta esa relación”, dijo a Unitel.

El exministro añadió que su alejamiento  fue provocado por la intención que tendría  Añez de presentarse como candidata en las próximas elecciones, esto influenciada por un entorno que la tiene cercada, aunque el Palacio desmintió esta información. Justiniano precisó que ese entorno está encarnado por el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, y el senador Óscar Ortiz, ambos del partido de la mandataria, Demócratas.

“Ella tiene un entorno cercano, son sus excolegas en la Asamblea Legislativa, de  Unidad Demócrata:  el ahora ministro de Gobierno, Arturo Murillo,  y Óscar Ortiz. En los 21 días de gobierno  sólo tuvimos dos reuniones de gabinete porque hay un cerco presidencial que no permitía coordinar con todos los ministerios”, sostuvo.