El peor momento de Javier Milei: el “3% de Karina” y las elecciones en Buenos Aires

Momento en que Javier Milei es agredido en una caravana electoral en Bs A., previa a los comicios de esa provincia y en medio de un escándalo de corrupción que lo rodea a él y a su hermana. | Juan Macromate/AFP
El gobierno de Argentina, liderado por Javier Milei, se encuentra en su peor momento desde que el líder del partido anarcocapitalista La Libertad Avanza asumiera la presidencia a fines de 2023.
A pesar de varios altibajos, asociados al desempeño económico, a su frágil vínculo con el poder legislativo y a escándalos como el de la estafa con la criptomoneda $LIBRA, la imagen positiva de Milei y la aprobación de su gestión se habían mantenido en niveles relativamente altos hasta junio de 2025. Ahora, el célebre “3% de Karina” y la contundente derrota en las elecciones de la provincia de Buenos Aires evidencian una situación muy distinta.
Aquel junio de 2025 fue un momento bisagra: los indicadores macroeconómicos comenzaron a mostrar señales alarmantes, según numerosos analistas –otros ya lo advertían desde hacía varios meses–, y la alianza de La Libertad Avanza con otros espacios en el congreso, así como con gobernadores provinciales, se quebró, quedando únicamente en pie sus lazos con el PRO del expresidente Mauricio Macri, hoy fagocitado por el bloque anarcocapitalista. No obstante, si hubo un mes definitorio en contra de los intereses de Javier Milei, fue agosto.
El “3% de Karina”
Como parte de su célebre “plan motosierra”, Javier Milei impulsó severos recortes en la protección pública y las ayudas estatales a las personas con alguna discapacidad o diversidad funcional.
De la mano de Federico Sturzenegger, un “clásico” en gobiernos de la derecha liberal en Argentina, hoy ministro de Desregulación y Transformación del Estado, redujo el personal en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), dificultó el acceso de personas beneficiarias de ayudas a sus recursos de apoyo a la discapacidad, minó la capacidad operativa de la Unidad de Auditoría Interna y cercenó pensiones y centros de atención en el país,
La cobertura médica especializada para personas con discapacidad se vio mermada y, en simultáneo, el propio presidente confrontó públicamente con Ian Moche, un activista autista de 12 años. Las tensiones con el colectivo de personas con discapacidad y diversidad funcional agrietó los apoyos al gobierno de Javier Milei, si bien no fue hasta la explosión del escándalo de las supuestas “coimas” –término que en Argentina se traduce como “soborno”– de Karina Milei que el gobierno entró en colapso.
Karina Milei es la hermana del presidente y, a su vez, la secretaria general de la Presidencia. En la práctica, es la segunda figura más importante del gobierno argentino, encargada de buena parte de las gestiones políticas, y la persona de mayor confianza del líder anarcocapitalista. Es también la involuntaria protagonista en los audios filtrados que han marcado la política nacional desde mediados de agosto.
Se trata de unos audios hechos públicos en los que puede escucharse a Diego Spagnuolo, figura de gran cercanía con Javier Milei, relatar hechos de corrupción y cobro de sobornos en contratos estatales con laboratorios privados asociados directamente a Karina Milei.
En ellos, reconoce que la hermana del presidente cobraba un “3%” –de ahí el “3% de Karina”– y que él mismo avisó al mandatario: “Vos sabés que tu hermana está choreando [robando], Javier, no te podés hacer el boludo conmigo”, asegura en los audios que le dijo al líder de La Libertad Avanza.
Spagnuolo fue eyectado de ANDIS tras la filtración de los audios y, a pesar de que el ejecutivo denunció que se trataba de una operación opositora, lo cierto es que el escándalo ha dado un vuelco a las encuestas.
Algunos sondeos, como el de Zubán Córdoba, destacan que, únicamente por el escándalo, un porcentaje de en torno al 10% del total de los electores argentinos habrían votado al presidente de no haber sido por el “coimasgate”. Otras, como CEOP, ubican la imagen del presidente anarcocapitalista en su peor momento… con margen.
La reacción del gobierno contribuyó al marco anti-Milei. Erráticos en su comunicación y con un Javier Milei prácticamente en silencio, el ejecutivo de La Libertad Avanza trató de prohibir por vía judicial que nuevos audios –en este caso, de la propia Karina– se difundieran en medios argentinos. Lógicamente, los audios fueron conociéndose de igual forma, pues muchos periodistas rehusaron acatar la medida y otros, desde Uruguay y otros países, los difundieron igualmente.
En el peor momento
El escándalo apuntala una tendencia decreciente en la imagen personal del presidente Milei y en la gestión de su gobierno. Y, además, ocurre en el peor momento posible para La Libertad Avanza.
Los audios se filtraron apenas unas semanas antes de las elecciones provinciales en Buenos Aires, el principal distrito del país –concentra cerca del 40% del censo electoral–, que acudió a las urnas el domingo 7 de septiembre. Allí, Fuerza Patria, el principal espacio opositor, se impuso con un margen de 13 puntos, un resultado impensado apenas unos meses atrás.
Antes de los comicios, las encuestadoras hablaban de un margen de victoria opositora de entre el 2% y el 5%. Estas cifras, si bien eran negativas en contraste con las expectativas en julio, cuando el propio Javier Milei alardeaba de cómo arrasarían en la provincia, no dejaban de ser competitivas.
Si La Libertad Avanza rondaba el 38%, en una elección intermedia provincial y con la Casa Rosada en retroceso, y Fuerza Patria se quedaba en un 43%, el gobierno habría sobrevivido a la elección. Pero no: por encima del 47% el peronismo y por debajo del 34% la alianza del gobierno y el PRO.
De igual forma, el país irá a votar nuevamente el 26 de octubre. En esa fecha, se renovará el 50% de los diputados y un tercio de los senadores. Estos comicios serán leídos –como es habitual en Argentina– como un plebiscito en torno a la figura misma del presidente Milei, y tendrán una importancia central en el desempeño económico y político del gobierno de cara a las presidenciales de 2027. Parece difícil que el lema “3% de Karina” sea cosa del pasado para entonces.