El peso implacable de la ley

Empieza a caer sobre los dirigentes de los Proud Boys (Chicos Orgullosos), un grupo paramilitar de extrema derecha que los fiscales creen que son “el ejército de Trump”. Lo que podría ser una exageración. Pero así andan las cosas contra el expresidente. El grupo tuvo un papel destacado al encabezar el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 para impedir la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020. Cuatro fueron declarados culpables de conspiración sediciosa en mayo pasado, entre ellos el líder del grupo, Enrique Tarrio. El pasado jueves 31 de agosto su lugarteniente Joe Biggs, ha sido condenado a 17 años de cárcel.

Más de 1.100 personas han sido acusadas de delitos federales relacionados con los disturbios en el Capitolio. Más de 600 de ellas han sido condenadas y sentenciadas, por sus intentos de revocar el resultado electoral. Trump está imputado tanto en Washington como en Georgia. En el caso del expresidente no hay acusación de conspiración sediciosa, pero sí múltiples cargos, incluido uno relativo al crimen organizado.

La conspiración sediciosa en EEUU se tipificó durante la Guerra Civil, para perseguir a los sublevados de la Confederación. Los fiscales creen que el caso es un gran motivo para desempolvarla por el asalto al Capitolio.

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