La vieja política

Será que en una era de cambios aplica el aforismo ´más vale lo viejo conocido que lo nuevo por conocer´.  La pugna: Tuto, Samuel y Manfred.

El bloque de unidad se desportilla esperando una encuesta (de Claure) para encajar un presidenciable de consenso, quizá un poco tarde a la hora en la que todos los candidatos a la presidencia (unos 12 de acuerdo a cálculos pesimistas) están en carrera. Y, al menos, tres probables postulantes de un bloque de unidad han decidido darse látigos de aguante, por caminos separados.

Jorge ´Tuto´ Quiroga

A Tuto Quiroga, le gusta llamarse por el apodo, él cuenta de cómo la maestra en un humilde establecimiento en Cochabamba lo llamaba a la lista por su nombre Jorge, pero como nadie respondía en la sala; luego aclara que lo llamaban “Tuto” y la profesora le decía “tonto”, por cambiar el nombre. Tuto no tiene un pelo de tonto, está claro.

El candidato por el FRI (confusión de reciclaje) no es un outsider de extrema derecha, sí un antiwook que está más al centro de la línea que separa las hipérboles. No emplea mecanismos de oratoria novedosos, jamás las aplicó en su trayectoria política, es más bien un especialista en las adjetivaciones –explota la debilidad de los alicaídos (Trump incluido en 2020 tras la toma del Capitolio por simpatizantes Save America), sostiene un repertorio en su delirante inquietud por Maduro y Evo Morales.

Su electorado está recluido en las clases medias y medias altas lo que en Bolivia achica evidentemente el panorama electoral. Lanza ataques furtivos con inteligencia (ocho de 10), poco ocurrentes para las audiencias medias bajas, bajas (las grandes mayorías nacionales).

De los tres mencionados es el único que accedió a la presidencia de forma accidental tras la muerte del general Banzer (1926-2002). Cómo presidente entregó el mando a Sánchez de Lozada en las elecciones de 2002 antes de que una asonada lo despojara de la presidencia. Junto al exembajador de Estados Unidos en Bolivia, Manuel Rocha (agente cubano, dato que no es menor), ha sido responsable de la crecida impensada de Evo que años después lo encaminó a la presidencia.

Samuel Doria Medina

Samuel jugó varias cartas políticas, fue ministro de Planeamiento con Jaime Paz Zamora (1989-1993) y luego de explicar que no nació en una cuna de oro, relata que su padre trabajó de boletero de un cine en Oruro por largos años hasta que por causalidades del destino (mucho trabajo y empeño) llegó a gerente y luego socio de una de las empresas importadoras más importantes del país, allá por la década de los 70´. Samuel no considera necesario decir cuál, pero cuando tendría 9 años la familia sonreía su afortunado destino.

Sufrió un secuestro y casi muere en un accidente aéreo; insiste en postularse a la presidencia. Su candidatura frustrada con Jeanine Añez en las elecciones de 2020 quedó en medio camino; entonces decidió apoyar al candidato perdedor. Samuel pasó momentos difíciles durante el gobierno del MAS; vendió SOBOCE y sus libros contables podrían haber sido el pelotón de su fusilamiento; la lupa de una investigación impulsada desde la vicepresidencia por la venta de la empresa, pero los sabuesos no encontraron nada sospechoso. Articuló una estrategia de defensa magistral en plena cacería de brujas. Salió firme y hace por lo menos 10 años no ha parado de sumar proyectos de startups, real state y fast food.

Ha cautivado a los jóvenes con su promesa de sacar a Bolivia de la crisis en 100 días. Una promesa que llega cargada de expectativa, asociada en política a proezas, habrá que ver, es una apuesta arriesgada.

Manfred Reyes Villa

Con Manfred la cosa es algo diferente, alumno de los colegios Israelita y del Instituto Americano en La Paz, su padre Armando Reyes Villa fue un militar que llegó a ser ministro de Defensa; su incursión en la política es meteórica como alcalde de Cochabamba en 1993, candidato a la presidencia en 2002 y gobernador de Cochabamba en 2006, reconocido como un importante gestor público.

Se ha ganado elogios por la implementación de un servicio de buses eléctricos made in China que a la larga ha dado buenos resultados en La Paz, por los buses Puma Katari, ´los pumita´, que sin ser eléctricos han modelado un nuevo sistema integrado de locomoción, vale la pena resaltar. Gran parte de su actividad luego de su salida forzosa de Bolivia en 2008, se concentró en los Estados Unidos donde dice, ganó lo suficiente para sobrevivir.

En apariencia (ensombrecida al tenor de las encuestas) le dan amplias posibilidades de ser presidente; no sería la primera vez; en su experiencia (que su equipo de campaña no desea repetir), se acerca, acaricia el puesto, lo roza; habrá que ver qué ocurre este año. Sin ser pesimista es uno de los candidatos más atacados, se ha negado a conformar un bloque de unidad, cree que esta vez será el elegido sin aliados, tendrá que pulverizar el electorado en La Paz, El Alto y Santa Cruz donde no encaja el laberinto de esta que es su tercera postulación.

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