Repercusiones de una crisis diplomática

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“Pepe” Mujica consternado por impropios diplomáticos

Uruguay es otro país que manifestó su condena a la agresión sufrida por Evo Morales con la presencia en Cochabamba del Presidente “Pepe” Mujica con un perfil de alta diplomacia. La entrañable y directa solidaridad y el cariz adoptado del dignatario uruguayo, sencillo y afectuoso, estuvo ceñido en un marco de principios, lo que se reflejó en declaraciones explícitas sobre la doctrina del asilo, norma tradicional de la convivencia interamericana, reflejando un manifiesto rechazo al manejo boliviano y la doble moral en este asunto.


Acuerdos a favor del asilo

Días después de la reunión de presidentes celebrada en Cochabamba en solidaridad con el presidente Morales por la retención de su avión en el aeropuerto de Viena, Austria; en el marco de la cumbre del MERCOSUR -celebrada en Montevideo-, el presidente Morales suscribió una decisión muy clara sobre el tema del asilo, la que sin duda tendrá un efecto boomerang en la insistencia machacona de no observar el asilo concedido al senador Roger Pinto, ya que éste es un caso claro en que no se puede llevar una diplomacia digitada a conveniencia.


La posición de algunos presidentes

Los gobiernos de la región estuvieran constreñidos a manifestar  su indignación y rechazo a la ofensa que sufriera la investidura del presidente de Bolivia, aunque algunos lo hicieron como obligación ineludible. Tal el caso de Chile, que no se desmarcó de la actuación hemisférica, pero actuó en tono parco. Colombia indicó claramente que este asunto no debiera conducir a un deterioro de las relaciones con Europa, o el Perú cuyo Presidente Humala calificó el incidente de atropello, pero hizo muy poco para convocar una Cumbre  Extraordinaria, ya que la Secretaría Pro Tempore de UNASUR está a su cargo. Cuba, desde una posición de bajo perfil, hizo justo lo necesario, desde la CELAC – que preside – emitió un pronunciamiento mesurado. En cambio, propició junto a Nicaragua, Ecuador y Venezuela una actuación colegiada ante el Secretario General de las Naciones Unidas, consiguiendo que Ban Ki Moon emita un pronunciamiento de comprensión, solidaridad y condena, aunque indicaba claramente que el asunto se debe tratar y resolver entre los  Países involucrados, quitando así piso a que este foro mundial pudiera promover acciones de mayor calado e impacto, sobre todo  Considerando que se trata de una clara violación a normas básicas del derecho internacional.


El costo de los viajes del presidente

Según fuentes confiables, el costo de operación del avión presidencial es de US $1.877/hora y el viaje La Paz – Managua – Moscú y retorno llevó algo más de 30 horas. Se infiere entonces con un cálculo modesto que sólo el uso del Falcon 900 costó en torno a US $56.310.

A este monto debe añadirse el pago de salarios de la tripulación (al menos 2 tripulantes), cuyos servicios también se cotizan por hora de vuelo, además de los viáticos presidenciales, los de un ministro, de la jefa de Gabinete de la Presidencia y de un equipo comunicacional   De  Canal 7, que al menos cobraron 4 días de viáticos.

Podemos estar hablando, hechos cálculos y sumatorias globales, de una cifra que fácilmente supera los US $80.000, sin que se conozcan resultados incuestionables de este viaje. Contrasta este dispendio con el estilo del presidente de Finlandia, que en este mismo período viajó a Europa Occidental en clase económica de un avión comercial para tratar temas oficiales, sin privilegio de ninguna clase   esperando en las salas de embarque comunes. Hay que advertir que Finlandia es un país tan pequeño como Bolivia, pero está entre los mejor calificados en educación, desarrollo social, científico, más democráticos y menos corruptos.