
El significado que encierra el acuerdo Manfred – Chi Hyun.
El diálogo al que los ingeniosos asesores de Arce le cargaron la estampa “Democracia y Estabilidad” (habrá que creerla) llenó de inquietantes dudas a los presentes que fueron saliendo de la reunión sin atinar a contestar las consultas se limitaron al “yo sugerí”. Fue, lo que se puede recoger en las imágenes de la reunión, una mesa dispuesta en U con una pantalla frente a la cabecera donde se encontraba Arce y algunos de sus ministros. Iba a leer en telepronter (¿?), lo uso (¿?). Más allá del dato, sin relevancia -a no ser porque muchos líderes políticos entraron por primera vez a la Casa Grande del Pueblo-; cerca al mediodía, la ministra de la presidencia se asomó a los parlantes que funcionan para decir lo que le gusta escuchar a los oídos (no otra cosa), leyó una conclusión de 12 puntos del alcance de los temas que allí se habrían debatido, enunciando en lugar culminante la escena de un Arce agotado culminando su mandato y transfiriendo la banda presidencial al sucesor (¿será?), una imagen impensada durante los largos 13 años de Evo.
Los cálculos llegaron hasta ahí sin compromisos serios de que liberalizarán los hidrocarburos o las exportaciones para dotar de dólares el mercado; sigue siendo un misterio. Dicho esto, los oídos y las cámaras corrieron al silbido de un acuerdo que le restó interés a la concurrencia palaciega. Manfred Reyes Villa que ocupa en las encuestas el primero o segundo lugar dependiendo de dónde provengan, cerraba un acuerdo con Chi Hyun segundo o tercero en las encuestas en la disputa electoral de agosto. Una bomba térmica que desenchufó a dos de sus contrincantes más próximos que se negaron a asistir al dialogo convocado por Arce, una maniobra (calculo) político que no mide con sonoridad la clavija de un violín afinado.
La alianza entre Manfred y Chi Hyun ha alentado las proyecciones y calentado los ambientes de las campañas de los equipos de Tuto y Samuel, que descompuestos al día siguiente se lamentaban el no haber asistido a la reunión al menos para enterarse que dos precandidatos con firmes aspiraciones presidenciales sentados uno al lado del otro, atizaban la campaña preelectoral en las que sin Andrónico (vetado por el autoritarismo de Evo) y sin Rodrigo Paz (sin sigla) son el componente de un cuadro que viene adquiriendo la obra de un importante dibujo presidencial.