Mucha agua: pero cómo y cuándo debemos beberla

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Es importante saber cuál es la cantidad diaria adecuada, las horas a las que es mejor hidratarnos o qué circunstancias pueden incrementar las necesidades de líquidos

 

¿Sabes que beber agua influye en la capacidad de concentración o que algunas veces un dolor de cabeza es un síntoma de no haber ingerido suficientes líquidos? La especialista en Medicina General del Igualatorio Médico Quirúrgico Rosario Cal nos detalla los beneficios de beber agua y da una serie de recomendaciones para adquirir unos hábitos correctos, como la cantidad diaria adecuada, las horas a las que es mejor hidratarnos o las circunstancias que pueden incrementar la necesidad de líquidos.

Hábitos

– A qué horas: El 20% de los líquidos necesarios se consigue con la dieta habitual. El 80% restante hay que conseguirlo mediante un aporte hídrico. Al día hay que beber dos litros de agua, o dos y medio según la envergadura de la persona. Pero esta ingesta tiene que estar distribuida a lo largo de la jornada. No vale beberse una botella de una vez. Cuando nos levantamos de la cama, en ayunas, el primer vaso de agua, y después de 15 minutos, otro, es una buena forma de limpiar el organismo: se eliminan las toxinas y los productos de desecho. Durante el resto del día hay que tomar un vaso cada tres horas, más o menos.

– Qué otras bebidas: El agua no se puede sustituir por otros líquidos como el café, el vino, o las bebidas refrescantes. Sólo tienen los mismos efectos beneficiosos las infusiones, té o zumos -por ejemplo, algo tan sencillo como agua con unas gotas de zumo de limón es una forma agradable y sana de hidratarnos-. Aún así este grupo de bebidas ‘sanas’ pueden constituir como máximo el 50% de la ingesta de líquidos y la otra mitad debe ser agua pura. Las bebidas isotónicas únicamente son necesarias cuando hacemos deporte, pero debe ser un ejercicio físico de más de una hora y con una pérdida hídrica -que sudemos- que exige reponer sales minerales. En épocas de calor, cuando la pérdida de líquidos es mayor, precisaremos cantidades superiores a los 2 litros, según las circunstancias (actividad física, etc.). La norma general es que por cada grado que supere los 37 hay que beber 300 mililitros más. ¡Pero cuidado, sobrehidratarse también es peligroso porque se pierden electrolitos!

– ¿Sirve para adelgazar? Beber agua no adelgaza, lo que hace es hidratar el organismo y mantener un buen estado de salud. Sí se convierte en una buena herramienta para perder peso si el agua sustituye al alcohol, refrescos y zumos envasados, que contienen mucho azúcar y calorías, o si la utilizamos para evitar picar entre horas. También tiene un efecto saciante si bebemos agua antes de comer. En todo caso, hay que tomar, al menos, un vaso de agua durante la comida.

– ¿Mejor del grifo o embotellada?Se puede beber tanto agua del grifo como embotellada. Si es de botella es recomendable que sea de mineralización débil. Con el agua envasada hay que tener una precaución: no reutilizar las botellas en varias ocasiones porque el plástico puede llegar a deteriorarse y desprender sustancias nocivas.

– Especial cuidado con niños, ancianos y personas enfermas: Porque pueden no tener la sensación de sed. Además, hay muchas personas mayores que evitan ingerir líquidos a últimas horas del día para no verse obligadas a levantarse durante la noche al baño. Por eso es importante que aumenten su consumo durante el día. Las embarazadas necesitan más de los dos litros diarios, al menos tres.

– Imprescindible en viajes: Al volante y en los viajes de aviones no hay que olvidar el botellín de agua. Si bebemos agua cuando conducimos mejoramos la concentración y reducimos la fatiga, que influye en muchos accidentes de tráfico. En el avión es muy importante ingerir líquidos, sobre todo en trayectos largos y cuando hace calor en la cabina. Evita indisposiciones.

Beneficios

– Ayuda a combatir el estreñimiento, favorece la digestión, elimina los residuos del organismo y ‘limpia’ los riñones.

– No rejuvenece, pero sí da elasticidad a la piel.

– Mejora la capacidad de concentración. Es fundamental para los estudiantes en época de exámenes, que suelen descuidar sus hábitos de nutrición. En el trabajo también es una buena costumbre tener una botella de agua en la mesa y beber un vaso cada dos o tres horas.

– Aumenta la energía. Si no bebes suficiente agua, estás deshidratado y la deshidratación te quita energía y provoca cansancio y debilidad. Muchas veces, cuando te duele la cabeza puede ser porque no has ingerido la cantidad necesaria de líquidos.

– Hidrata las articulaciones. Evitaremos en mayor medida las lesiones. Además, la deshidratación reduce la capacidad física. Si bebemos agua, antes, durante y después del ejercicio mejoraremos en la actividad deportiva.

 

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