Apple en China. Suicidios y refugio del empleo
Los esclavos de Apple
Cómo se recluta a un ejército de jóvenes que quiere trabajar para una de las empresas más grandes del planeta.
La compañía Microsoft debe responder las denuncias por utilizar esclavos para la elaboración de su último producto estrella “Xbox” en su fábrica en China. Según un informe del Comité Nacional de Trabajo, los trabajadores en China son menores de edad y ganan al día apenas 35 centavos de dólar, comentó en una de sus ediciones de enero el diario Telegraph. En este informe los abogados del Comité denunciaron que en la fábrica KYE Systems en la ciudad de Dongguan al sur de China, los trabajadores de 15 y 17 años trabajan en turnos de 15 horas en grandes salas llenas y sin condiciones climáticas adecuadas. Los ejecutivos de KYE Systems fueron acusados de maltratar a sus trabajadores que duermen en grupos de catorce personas por habitación y se duchan con esponjas remojadas en baldes de agua. “La fabrica está atestada de gente. En una sala de 32 metros cuadrados trabajan alrededor de 1.000 obreros. Durante la época de verano bajo 30 grados de temperatura los obreros trabajan bañados de sudor. Los ejecutivos encienden el aire acondicionado solo cuando hay visitas del extranjero” sigue el texto de la denuncia.
Después de este informe Microsoft envió una comisión a China para inspeccionar las condiciones laborales: “Si la fábrica no cumple con las condiciones establecidas tomaremos medidas” dijo Brayan Tobi ejecutivo de Microsoft.
El milagro industrial de China atrajo gigantes como Apple, Philips, Toshiba, Motorola y Microsoft. Este fenómeno asiático de obra de mano barata se lo conoce con el nombre de “Monstruo Industrial” o un campo de concentración que devora miles de trabajadores mayormente jóvenes y adolescentes de las zonas rurales de China. Tery Gvo, billonario de Taiwan es dueño de Foxconn y públicamente admite que su fábrica tuvo una lenta reacción a los casos masivos de suicidio entre sus trabajadores. “Debo ser sincero, sucedió el primer suicidio, después otro y otro, y recién después de cinco casos comencé a pensar en este problema. Tengo 820.000 trabajadores y ahora me siento culpable, algo voy hacer”, dijo Gvo.
Según The New York Times, cuando el presidente Barack Obama invitó a cenar a las mentes más brillantes de Silicon Valley en el mes de febrero del año pasado a su residencia en la Casa Blanca, cada invitado podía hacerle al presidente una pregunta. Cuando llegó el turno de “Apple”, Steve Jobs fue interrumpido por una pregunta del propio Obama: “qué se necesita para producir iPhone en EE.UU?” (En lugar de hacerlo en China).
No hace mucho tiempo, Apple se jactó de que todos sus productos se fabrican en los Estados Unidos. Hoy en día, casi todos los 70 millones iPhones, 39 millones iPads y los dispositivos de otros 50 millones vendidos el año pasado se hicieron fuera de los EEUU, de los cuales la mayor parte en China.
¿Qué se requiere para restablecer estos puestos de trabajo en Estados Unidos?, le preguntó Obama al fallecido Steve Jobs. La respuesta del jefe de Apple fue muy clara: “Estos trabajos no regresan a casa”, le dijo. “Todo puede ser comprado por los chinos” parece ser la frase favorita en los últimos tiempos. Las etiquetas “Made in China” se multiplican gracias a “mano de obra barata” es la explicación más lógica.
Pero la respuesta por más lógica que sea parece ser parte de la verdad. La historia comenzó en 2007 cuando Apple fue de lejos la empresa más valiosa a nivel mundial. Un poco más de un mes antes de la aparición prevista del primer iPhone en las tiendas, Steve Jobs había reunido a sus principales ejecutivos “porque no estaba satisfecho con la calidad de su primer modelo”.
Jobs estaba enojado porque su iPhone estaba todo rayado, sacó un manojo de llaves del bolsillo de su pantalón vaquero y explicó: “La gente va a llevar este teléfono en el bolsillo con las llaves. No puedo vender un producto que está rayado. Quiero una pantalla de cristal y quiero tener un producto perfecto en menos de seis semanas”, ordenó el entonces CEO de Apple. En ese momento, las pantallas de cristal para los teléfonos móviles no eran tan comunes como lo son hoy en día. Además, se evitó fabricarlo de esta manera ya que es difícil lograr el necesario alto grado de precisión en la elaboración de vidrio.
Apple ya ha tenido la experiencia de producir grandes paneles de vidrio reforzado, pero el corte de los paneles a millones de pantallas de iPhones, requerían una fábrica vacía, cientos de piezas de vidrio para el experimento y a un ejército de ingenieros.
¿Y todo esto en tan sólo seis semanas? Entonces llegó la oferta de una fábrica de China, el país de “mano de obra barata”.
Cómo los chinos hipnotizaron a Apple.
La compañía ha desplazado su producción a la ciudad de Shendzen en China. Cuando la delegación de Apple vino a visitar la fábrica de Shendzen, los propietarios construyeron un ala nueva de producción. “Es sólo en caso de que se nos proporciona este trabajo”, recuerda un ex director de Apple. El almacén ya estaba lleno de muestras de vidrio para los experimentos de forma gratuita. Los ingenieros del ejército chino estaban esperando iniciar su trabajo casi de forma gratuita. Fueron construidas las residencias para los trabajadores disponibles para 24 horas de trabajo/día. Por supuesto, la fábrica china, consiguió el contrato.
La cadena de suministro de la compañía se encuentra ahora en China. “¿Usted necesita un millón de sellos de goma? Hay fábricas de sellos de goma en el barrio. Necesita tornillos, ¿millones de tornillos?. No se preocupe la fábrica de tornillos se encuentra en el bloque adyacente. Y si los tornillos tienen que ser diferentes. Tampoco se preocupe, estarán terminados en tres horas”, recuerda otro ex alto funcionario de Apple, en su primera visita a China.
La ciudad “cuartel” para hacer iPhones.
Alrededor de la Fábrica “Foxconn” que ganó el contrato de Apple para fabricar iPhones existe la urbe llamada “Ciudad Foxconn”. Cuando por primera vez los altos ejecutivos de Apple vieron Foxconn tenían claro que la producción de iPhones no volvería a casa porque en su casa no había nada parecido a Foxconn. El complejo cuenta con 230.000 empleados, muchos están trabajando seis días a la semana, a menudo hasta 12 horas al día. Casi una cuarta parte del número total de empleados vive en residencias Firmin y la mayoría de los trabajadores ordinarios ganan menos de US $17 al día.
Incluso 300 empleados trabajan exclusivamente como encargados de seguridad para regular “el tránsito de peatones” en el complejo para que los trabajadores no se golpeen al caminar. En la cocina central se prepara todos los días tres toneladas de carne de cerdo cocida y 13 toneladas de arroz para alimentar a este ejército de trabajadores. “Podemos contratar de inmediato a 3.000 nuevos trabajadores”, dijo uno de los ejecutivos de Foxconn. “¿Qué fábrica estadounidense puede emplear a 3.000 personas de un día a otro y convencerlos de que vivan en los dormitorios?”, se pregunta Jennifer Rigoni, ex gerente de Apple, dejando por sentado que ninguna fábrica en su país estaría en condiciones de hacerlo.
Otra ventaja fundamental es que China fue capaz de proporcionar apoyo a la ingeniería industrial lo que incluso los Estados Unidos no puede hacerlo. Los directores de Apple “han estimado que se necesitan 8.700 ingenieros para manejar la línea de producción industrial de 200.000 trabajadores en la preparación del iPhones. Los analistas de Apple han calculado que les llevaría nueve meses reunir este número de personas calificadas en los EEUU. En China les basto 15 días.
¡Levántate, ejército! Es el momento de montar iPhones.
En los primeros tres meses, Apple vendió un millón de iPhones y desde entonces, los chinos han elaborado más de 200 millones de piezas. Cuando Apple y los ingenieros de la época del 2007 perfeccionaron finalmente un método para el corte de pantallas de cristal, los primeros camiones llegaron a Foxconn. Los administradores del complejo fueron a despertar a miles de trabajadores, que saltaron a ponerse sus uniformes blancos con negro para los hombres y rojos para las mujeres, y comenzaron a introducir manualmente la nueva pantalla de cristal a los iPhones.
En los próximos tres meses, Apple vendió un millón de iPhones. Desde entonces, Foxconn ganó otros 200 millones de dólares, aunque las condiciones de sus operarios continúen bajo la línea de la pobreza.
La otra cara de la moneda.
La cadena de televisión estadounidense ABC colocó al aire un reportaje en el que el periodista Will Weir visita la fábrica de la empresa taiwanesa Foxconn en Shenzhen, China, donde son producidos iPhones y iPads, de la compañía Apple. El equipo de la televisión americana tuvo acceso al local desde que surgieron denuncias sobre explotación laboral, malos tratos, amenazas de suicidio y suicidios de sus trabajadores.
El reportaje mostró la línea de montaje de los aparatos de Apple y visitó los dormitorios, comedores y las áreas de descanso de los empleados de Foxconn. Weir afirma en el documental que el proceso de fabricación de iPhones y iPads es mucho menos automatizada de lo que se supone: Concluye que los gadgets son montados a mano. De acuerdo al reportaje de la cadena ABC el proceso para fabricar un iPad dura cinco días y pasa por las manos de 325 personas. Cada hora la línea de montaje es capaz de fabricar el acabado de aluminio de 10.000 aparatos. Los chinos que trabajan en la fábrica son jóvenes con menos de 30 años. La mayoría de ellos dejó pequeños barrios pobres del interior de China ‘para trabajar en las fábricas de Foxconn a cambio de una remuneración de US $ 2 por hora.
La jornada de trabajo es de 12 horas, incluyendo dos intervalos para comer de una hora cada uno. En esa ocasión los funcionarios dejan sus puestos de trabajo y se dirigen a un comedor gigante donde el plato de comida cuesta US$ 0.70. Después de comer rápidamente, vuelven a sus lugares en la línea de montaje para conversar hasta que se termine el intérvalo. Los dormitorios son pequeños y están construidos para albergar a 8 trabajadores. El alquiler cuesta US$ 17.80. Dentro de la fábrica, los funcionarios tienen acceso a juegos para practicar fútbol y a clases de inglés.
El día que la ABC visitó el centro de reclutamiento de la empresa, encontró a unos 3.000 jóvenes en los alrededores de la fábrica en busca de empleo. La demanda de iPhones y de otros aparatos es tan grande que ese día Foxconn contrató a 80% de aspirantes que poseían identidades auténticas ya que de acuerdo al reportaje se rechazan a quienes portan identidades falsas. ABC vio que muchos de ellos hacían filas con sus maletas, dispuestos a engrosar el ejército de los esclavos de Apple.